En el sur de la Ciudad de Buenos Aires a orillas del Riachuelo, el pintoresco barrio celebra hoy un nuevo aniversario de su fundación.
Martes 23 de agosto de 2016 15:36
El nombre de La Boca se derivó del hecho de estar ubicado en la desembocadura del Río de La Plata, conocido como Riachuelo, donde antiguamente se encontraba la zona portuaria.
Lugar de llegada de miles de inmigrantes, en su mayoría italianos de Génova, se identificará a los del barrio como xeneizes (deformación de «zeneizi», es decir, genoveses, en su propio dialecto).
Con los años el apodo continuó para los hinchas del Club Boca Juniors, que se fundó en 1905 en la plaza Solís, para luego establecerse por la calle Brandsen, en el estadio que se conoce como La Bombonera en la actualidad.
Según historias que se transmiten de generación en generación, un grupo de italianos en la época de Julio Argentino Roca lanzó una proclama de independencia, autodenominándose La República de La Boca. La experiencia duró un día y terminaron todos presos, pero hasta el día de hoy la leyenda continúa.
En 1871 se desata la epidemia de la fiebre amarilla, centralmente en la zona sur de la ciudad. La Boca para ese entonces tenía 38.000 habitantes, 17.000 eran argentinos, 14.000 italianos, 2.500 españoles y el resto de otras nacionalidades; los trabajadores fueron los más castigados.
Los sectores aristocráticos del barrio abandonan el mismo rumbo a la zona norte de la ciudad, dejando grandes caserones que eran subalquilados por pieza y en cifras altísimas.
Los inmigrantes se instalaron en las periferias del Riachuelo, construyendo sus casas con las chapas y las pinturas que sobraban de los barcos donde vivían amontonados, lo que se conoce como conventillos, lo que hoy es pintoresco por la variedad de colores fue una necesidad en su momento.
Los conventillos fueron brillantemente retratados por el artista Benito Quinquela Martín, que vivió toda su vida allí y también se encargó de retratar los barcos y a los trabajadores del puerto de la ribera. Eran un acontecimiento sus tertulias, donde cocinaban fideos de colores y premiaba con la orden del Tornillo a los personajes del barrio.
Los inmigrantes trajeron consigo también las ideas anarquistas y socialistas, siendo el barrio un hervidero de protestas y organización, como ocurrió ante la suba sideral de los alquileres: la Huelga de los Inquilinos de 1907, cuando las mujeres salieron marchando con las escobas.
La Federación Obrera Región Argentina (FORA) hasta el día de hoy conserva su local en la calle Salvadores. Alfredo Palacios, el primer diputado socialista de América, fue electo por la sección de ese barrio.
Los dos clubes de fútbol del barrio eran River Plate y Boca Juniors. El primero entrado el 1900 se muda a Figueroa Alcorta y Tagle, en la zona norte de la ciudad.
La cancha de Boca Juniors es sin duda, junto a Caminito, uno de los lugares más conocidos del barrio, que es visitado por turistas de todo el mundo.
En la actualidad, la especulación inmobiliaria amenaza con destruir la fisionomía del barrio con recurrentes incendios de conventillos. Por esta especulación inmobiliaria existe la idea de anexar el barrio a Puerto Madero como corredor turístico.
Los habitantes de la República de La Boca resisten esta avanzada y festejan los 146 años del barrio más pintoresco de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.