Con el antecedente “exitoso” de septiembre (cuando rodearon Gobernación y la quinta de Olivos), sectores de la fuerza represiva amenazan con una nueva movida el jueves 11 en Puente 12, Mar del Plata y Pinamar. Aseguran que “se va ir replicando en toda la provincia”.
Miércoles 3 de febrero de 2021 11:08
Foto archivo Télam
“Después de consensuar entre varios referentes y consultarles las inquietudes a varios efectivos en actividad, se logró hacer un petitorio para tratar los puntos más importantes, ya que desde que finalizó la protesta en septiembre no hubo cambios en nada, solamente falsas promesas, que hacen que terminemos en lo mismo que se viene padeciendo hace años”. Así arranca un texto que circula entre grupos de Whatsapp y de redes sociales de miembros de la Policía Bonaerense.
Uno de esos grupos (de Facebook) se titula “Policía reclamando”. Fue creado en 2014 con aval del entonces gobernador Daniel Scioli y su ministro de seguridad Alejandro “Sheriff” Granados. Actualmente tiene casi 65.000 miembros (lo que representa aproximadamente dos tercios de la fuerza represiva provincial). Allí los uniformados exponen “el sentir” de las comisarías y destacamentos.
Con “la protesta de septiembre” Se refieren al apriete, pistolas reglamentarias en mano, que cientos de bonaerenses le hicieron a Axel Kicillof en La Plata y a Alberto Fernández en Olivos. Apriete que obtuvo su resultado, ya que el Gobernador y el Presidente terminaron acordando un giro multimillonario de recursos para que las huestes de Sergio Berni (ratificado por Kicillof en el cargo apenas terminado el motín policial) aumenten considerablemente sus ingresos.
Ahora, con el antecedente de que el mal lamado “paro policial” (no son trabajadores) rinde sus frutos y con la excusa de que algunas de las “promesas” de Kicillof no estarían siendo cumplidas, crece el rumor de una nueva salida masiva a la calle de uniformados para exigir que se cumpla lo que quieren.
“El inicio de la protesta es el día Jueves 11 de Febrero a las 08:00 Hs en Puente 12, Mar del Plata y Pinamar, de hay (sic) se va ir replicando en toda la provincia”, afirma el texto que ya recorre la provincia.
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Uno de los puntos sobresalientes del reclamo es una “equiparación urgente” de los ingresos respecto a los que percibe el personal de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, “o en su defecto con Fuerzas de Seguridad Nacional (Gendarmería - Prefectura - PSA - PFA)”. También quieren “aumento de las horas CO.RE.S u horas prevencionales, no bajando el cupo para los efectivos, pudiendo realizar cada efectivo hasta 100 horas mensuales, sin que seas obligatorias, sino voluntarias”.
Las y los policías también exigen “el acceso a la vivienda para la totalidad del personal policial, ya sea por la realización de convenios con el Instituto de la Vivienda o por la construcción de no menos de dos complejos habitacionales por jefaturas departamentales”. Y suman el pedido de “creación de por lo menos dos hospitales policiales, de similares características del Hospital Churruca Visca de LA PFA”.
Pero además de mejoras en sus ingresos mensuales y en temas relacionados a las vidas personales de los policías, el reclamo tiene una serie de puntos que buscan mejorar la capacidad operativa de la Bonaerense. Es decir mejorar las condiciones estructurales para seguir controlando a sangre y fuego a la población trabajadora y pobre, con sus consecuencias conocidas en cuanto a torturas, desapariciones forzadas y muertes por gatillo fácil o en lugares de encierro. A saber…
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Teniendo en cuenta la rápida y solícita respuesta de Fernández, Kicillof y Berni en septiembre, donde se prometió darle a la Policía todo lo que pedían sin ningún tipo de represalia por sus maniobras amenazantes y extorsivas, resta saber si los funcionarios peronistas volverán a aceptar el apriete y destinar recursos millonarios a atender los reclamos de los custodios del gran capital y regentes del gran delito.
Nada hace pensar que vayan a cambiar de actitud, menos aún en un contexto de profunda crisis económica y social donde la Policía es fundamental para que las clases dominantes mantengan a raya a la clase trabajadora y los sectores populares.

Redacción
Redacción central La Izquierda Diario