Frontera. La “Border patrol” y su miserable racismo

En el contexto de la nueva crisis fronteriza, uno de los actores centrales es la patrulla fronteriza, mejor conocida como la “border patrol”, o la migra, como la llaman mexicanos(as) y latinos(as) que cruzan por la frontera Norte de México hacia Estado Unidos. Su existencia se ha naturalizado, sin embargo, no hay que dejar de lado el profundo carácter racista, xenófobo y represivo de este cuerpo policíaco que ha dejado desde su fundación una estela de asesinatos, opresión y violaciones sistemáticas a los derechos humanos.

Dice el personaje de la canción de Vicente Fernández, “la migra a mi me agarro, 300 veces digamos, pero jamás me domo, a mi me hizo los mandados” … lo cual es una expresión enardecida de un sentimiento en el imaginario popular que expresa el odio a esta policía fronteriza. No podría ser de otra manera, en la memoria colectiva de varias generaciones de migrantes, el papel de la migra es tristemente y miserablemente célebre.

Algo de historia de la “Border Patrol”

El surgimiento de la “Border Patrol”, tiene una profunda identificación con los sectores más racistas del estado de Texas en Estados Unidos. En su columna de El Diario Mx, el historiador Iván González Ibarra, en dos entregas, [1] reflexiona sobre la ferocidad con la que la migra trata a lxs migrantes, y a partir de rastrear en sus orígenes sugiere la dimensión racista de la génesis de la “Border Patrol”.

En el caso particular de Ciudad Juárez y de la ciudad del Paso Texas, la “Border Patrol” tiene su origen el 28 de mayo de 1924. Se sabe que 450 inspectores se encargarían de asegurar los puertos de entrada al territorio estadounidense. Aunque se cuenta en los propios archivos de la patrulla fronteriza, que sus antecedentes se remontan al año de 1904, cuando los “vigilantes montados” o Monted Watchmen, se ofrecían voluntariamente a vigilar la frontera entre Ciudad Juárez y El paso Texas. En ese entonces, estos hombres armados, buscaban evitar el ingreso de chinos y de ciudadanos europeos que eran rechazados en el famoso puerto de Ellis Island en Nueva York.

Entre esos repudiables "vigilantes montados", qué se dice llegaron a ser 75 hombres, se encontraban los temidos " Rangers de Texas", que ejecutaban su máxima de “disparar y luego preguntar”. Uno de sus objetivos era apoyar al servicio de inmigración que estaba en alerta ante la entrada de una inmigración “no deseada” coma la libanesa de principios del siglo XX. Y es por ello que hay que ir mas allá, en un proceso de larga duración que se remonta al surgimiento de la republica independiente de Texas en 1836, ya separada de México y aun sin anexarse a los Estados Unidos, donde con claridad refrendar basarse en la esclavitud en su Constitución y reiteran las medidas de persecución a la población negra que entrara en su territorio o huyera hacia México.

“La migra” no debería existir

El discurso humanitario que tienen los voceros de la política exterior estadounidense esconde la realidad de una política exterior e interior que reserva hacia los migrantes un trato inhumano y racista. A pesar de que hoy en día la difusión masiva en distintos medios de comunicación, sobre los crímenes de la “Border Patrol” impiden ocultarlos, se corre el riesgo de que queden sepultados en el bombardeo masivo de un discurso humanitario hipócrita que disimula el verdadero papel de la política antiinmigrante del régimen político estadounidense y de su principal cuerpo represivo en esa tarea.

Así, para ilustrar este racismo, se puede recordar el caso de septiembre de 2021, cuando un oficial de la patrulla fronteriza montado a caballo, le daba latigazos a un hombre haitiano, quién apenas alcanzaba a mantener el equilibrio mientras sostenía en sus manos su sustento del día, el cual era una bolsa de plástico con cajas de comida. Esa escena ocurrió en la frontera entre Ciudad Acuña y del Río, y a pesar de ser calificada por la propia portavoz de la Casa Blanca como horrífica, hoy en día es reiterada la indignante conducta de la patrulla fronteriza hacia lxs migrantes.

Lo que rescata el historiador Iván, es relevante en la actual crisis migratoria, ya que el papel de la Border Patrol y su ferocidad contra los migrantes y continuos atentados contra la dignidad humana llevan a preguntarse porqué hoy por hoy estas acciones entre la frontera de México y Estados Unidos continúan impunes. Las acciones miserables de la Border Patrol -que del lado mexicano cuentan con el correlato del trato deplorable de las autoridades migratorias- llevan a evidenciar el carácter racista de la “Border Patrol”.

Como se desarrolla en la declaración y otros textos publicados en LID México, el papel central de Estados Unidos en el saqueo económico y la degradación de la vida política y social de los países centroamericanos y sudamericanos, así como en México, es clave en su origen y proceso para la violencia y marginación popular que se vive en estos países. Posteriormente son jueces y parte de una teatralidad donde el drama de la crisis migratoria, deja en la indefensión y como carne de cañón a cientos de miles de personas que no encuentran otra salida para sobrevivir que buscar asilo en Estados Unidos, que los ve como un mal necesario y peones de un discurso que busca afianzar su dominio en lo que consideran su patio trasero.

El repudio total a la acción de la “Border Patrol”, así como la exigencia de plenos derechos para lxs migrantes, deben ser parte de las demandas de un gran movimiento internacional de solidaridad a ambos lados del río Bravo.