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Red Internacional
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REFERENDUM EN ITALIA. La Comisión Europea, Francia y Alemania evitan hablar de crisis de la Unión Europea

Tras el fracaso del referéndum impulsado por el primer ministro italiano Matteo Renzi y su posterior renuncia, los principales actores de la UE intentan bajarle el tono a la nueva crisis del bloque común luego del Brexit y el triunfo de Trump en Estados Unidos.

Lunes 5 de diciembre de 2016 10:48

Uno de los primeros en manifestarse fue el presidente francés, François Hollande, quien se refirió a la renuncia del primer ministro italiano, Matteo Renzi, tras el fracaso de su referéndum, e hizo hincapié en que comparte con él "su voluntad de orientar Europa hacia el crecimiento y el empleo".

En un comunicado publicado por el Elíseo, Hollande "toma nota con respeto" de la decisión de Renzi de dimitir como presidente del Consejo de Ministros italiano tras el revés en el referéndum para la reforma institucional celebrado ayer.

Alabó el "dinamismo" del que ha sido el jefe del Gobierno italiano desde febrero de 2014, y también "sus calidades puestas al servicio de reformas valientes para su país".

El jefe del Estado francés dijo compartir con Renzi "su voluntad de orientar Europa hacia el crecimiento y el empleo" y consideró que ha sido "un actor comprometido de una relación franco-italiana fuerte".

En este nuevo contexto de incertidumbre dentro de la Unión Europea tras el Brexit, Hollande manifestó su "simpatía" al primer ministro y señaló que Italia encuentre por sí misma la forma para "superar esta situación".

El portavoz del Gobierno francés, Stéphane Le Foll, reconoció que la negativa de los electores a la reforma propuesta por Renzi, y su consiguiente anuncio de dimitir "es posiblemente algo que puede tener consecuencias, en primer lugar en Italia".

Le Foll, en una entrevista a la emisora de radio "France Info", reconoció que esta nueva situación "debilita" y juzgó que como "a menudo" ocurre cuando se convoca un referéndum, los electores no responden a lo que se les pregunta directamente sino a otra cosa.

Por su parte, el ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schäuble, aseguró hoy que no hay ningún motivo para hablar de una crisis del euro después de la victoria del "no" en el referéndum. "No hay ninguna razón para hablar de una crisis del euro", afirmó Schäuble a su llegada a la reunión del Eurogrupo que se celebra hoy en Bruselas, y recalcó que la reacción de los mercados ha sido calmada.

Schäuble dijo haber hablado con su colega italiano, Pier Carlo Padoan, quien se ha ausentado del encuentro del Eurogrupo por la situación política en su país, y destacó que las autoridades transalpinas "saben que no es una situación fácil".

En opinión del ministro alemàn, “ Italia necesita urgentemente un gobierno capaz de actuar", tras lo que añadió que espera que el curso de las reformas continúe en el país. Y preguntado por si la banca italiana tendrá que recurrir a un rescate financiero de sus socios de la eurozona, Schäuble señaló que la "situación en Italia está en calma".

La Comisión Europea (CE) intentó bajarle el tomo a la crisis italiana tras el triunfo del NO en el referéndum y consideró que es un asunto interno del país transalpino. "El referéndum en Italia era sobre un cambio en la Constitución italiana, no sobre Europa", declaró el portavoz jefe de la CE, Margaritis Schinas.

El Ejecutivo comunitario indicó que, ante la incertidumbre sobre el sector financiero italiano, confía en que "las fuerzas políticas italianas y las instituciones de la República italianas ofrecerán respuestas políticas convincentes".

Tras la derrota en el referéndum constitucional, Renzi presenta su renuncia, y afirmaba ayer que "Esta reforma es la que hemos sometido al voto, no hemos resultado convincentes, lo siento, pero nos vamos. Como era claro desde el principio, mi experiencia de Gobierno finaliza aquí", dijo Renzi, "con un nudo en la garganta", tal y como subrayó.

Los italianos rechazaron de modo contundente los cambios en la Constitución con más del 59% de los votos, según los últimos sondeos.
La UE nuevamente sacudida, con consecuencias que aún están por verse.