Los jueces Lorenzetti, Maqueda y Rossati anularon el fallo, que había causado gran rechazo popular, dejándolo sin efecto.
Jueves 8 de marzo de 2018 11:03
Hace una año la Corte Suprema había habilitado a través del fallo como “2x1” a que se liberara al genocida condenado Luis Muiña. En su momento el masivo rechazo popular con miles en la calle hizo que retrocedieran, ahora los jueces resolvieron dejar el fallo sin efecto.
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Si bien el fallo había sido derrotado en las calles, la Corte Suprema no se había pronunciado definitivamente.
Durante el 2017, más allá del fallo del “2x1”, la Justicia avanzó en darle prisión preventiva a varios genocidas, como Luis Patti, llegando en diciembre a otorgarle el privilegio a Etchecolatz que no sólo participó de secuestros y torturas en el circuito Camps durante la dictadura, sino que toda la evidencia lo señala como una de los responsables de la segunda desaparición de Jorge Julio López.
De hecho, en diciembre pasado, se conoció la voluntad del Gobierno de otorgar domiciliaria a 110 genocidas entre quienes se encuentran el cura Von Wernich, el “Tigre” Acosta Y Héctor Vergez.
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Pero lo que cambió de hace un año a hoy, que terminó por condicionar a los jueces a dejar sin efecto el fallo del “2x1” a los genocidas fue el cambio de época que operó a partir de las jornadas del 14 y 18 de diciembre cuando se aprobó mediante una represión brutal, la reforma previsional. A partir de este punto, la imagen presidencial empezó a caer y durante todo el verano la tendencia siguió.
En este marco se entiende la política “a dos puntas” del Gobierno. Por un lado anular un fallo que despertó la indignación en amplias capas de la población que se movilizó en su contra, y por otro lado seguir avanzando en otorgar domiciliarias a genocidas condenados. De conjunto seguir avanzando en una política represiva y de legitimación de las fuerzas armadas para utilizarlas contra el pueblo trabajador cuando se enfrente a las políticas de ajuste y hambre, si estas siguen avanzando.