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Red Internacional
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Inundaciones. La Emilia bajo agua

El desborde del terraplén que contiene el Arroyo del Medio inundó toda la localidad del norte bonaerense. Villa Hermosa es el barrio más afectado con casi dos metros de agua y un hombre fallecido. Luego de dos inundaciones en 15 días, la respuesta gubernamental ha sido sólo el envío de fuerzas policiales para impedir los piquetes que reclaman obras públicas.

Martes 17 de enero de 2017

El partido de San Nicolás quedó bajo agua. La Emilia es la más afectada, con una situación desesperante. Una vez desbordado el terraplén que la bordea, la ciudad se transformó en una olla. En las últimas horas apareció ahogado un vecino de la zona que era buscado desde el domingo. Miles de hogares quedaron bajo agua, con los muebles flotando. La mayoría debió subir a los techos sus pertenencias e iniciar una autoevacuación, ayudados por vecinos. La empresa Motomel presionó el lunes a sus operarios para que ingresen a trabajar, amenazando con descontar el día. Pero a media mañana debió iniciar la evacuación cuando empezó a ingresar el agua a la planta. Ya en la inundación del 26 y 27 de diciembre los que llegaron debieron volver caminado kilómetros por el agua porque los colectivos no ingresaban.

Fue la segunda inundación en dos semanas. La respuesta oficial fue el envío de fuerzas policiales a las zonas inundadas para evitar los piquetes. En barrio Colombini los vecinos se instalaron en la ruta con sus pertenencias y una olla popular y fueron desalojados. El reclamo es la falta de obras públicas. Sin embargo, la editorial del diario El Norte del martes 17 no hace otra cosa que echarle la culpa a los vecinos inundados por obstruir desagües con basura. Así, gran favor le hace a la intendencia de Passaglia, que no solo no mantiene los desagües a cielo abierto sino que no realizó las obras necesarias para evitar el colapso de zanjones y desagües. Sobre el fuerte rumor de que las máquinas de la municipalidad están haciendo obras para que el predio de la ExpoAgro no se inunde, ni mención. La última obra hídrica importante en la región fue hace 20 años, y de las cuatro bombas de aliviado sólo funcionan dos.

Las pérdidas recurrentes no se deben a las lluvias. Son zonas inundables, vendidas a bajo precio para hacer barrios populares. La falta de entubamientos y obras públicas sostenida por el macrismo y el kirchnerismo sólo empeora las inundaciones, dejando librados a su suerte a los vecinos que dependen de la ayuda mutua para paliar la situación. El modelo sojero que rodea a las ciudades y pueblos del norte bonaerense y sur de Santa Fe es otro de los responsables: la investigación del científico del INTA Marcos Juárez Nicolás Bertram plantea que la deforestación y el monocultivo de soja son una causa fundamental de las inundaciones, ya que los montes naturales absorben alrededor de 300 milímetros de agua por hora y los de soja, solo 30.

A esto hay que sumarle además los canales de riego y de desagote clandestinos, que con las lluvias envían el agua a los pueblos y colapsan los arroyos. Frente al discurso gubernamental de que son catástrofes naturales y que la responsabilidad es de los vecinos por obstruir los desagües, los verdaderos responsables son los empresarios y los gobiernos que los protegen.