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Red Internacional
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La FP pública sociosanitaria sin prácticas y en huelga. ¡El 6 y el 8 todos a las calles!

La Formación Profesional del sector sociosanitaria en Madrid está en huelga desde hace dos semanas por sus prácticas. La Comunidad de Madrid asigna las plazas existentes a los estudiantes de la privada y ha privado a los estudiantes de la posibilidad de titular. Cientos de estudiantes votaron en asambleas continuar la huelga durante una semana más y tienen previstas concentraciones el martes 6 y el jueves 8. ¡Es necesario vaciar las aulas y marchar en solidaridad!

Lunes 5 de febrero de 2024

Cientos de estudiantes de las ramas sociosanitarias de Formación Profesional de la comunidad de Madrid llevan 2 semanas de huelga debido a que no les ofrecen plazas para realizar sus prácticas obligatorias porque la Comunidad de Madrid gobernada por el PP y Ayuso está priorizando estas plazas para los centros de FP privados. Muchos centros sanitarios públicos de gestión privada están cobrando 500€ por plaza para que los estudiantes puedan graduarse.

Ante esta situación, más de 900 alumnos se han declarado en huelga y están autoorganizados en asambleas de 15 centros de enseñanza de Formación Profesional. Los estudiantes se concentrarán nuevamente el martes 6 y el jueves 8 frente a la Consejería de Sanidad y la Asamblea de Madrid respectivamente para exigir plazas para poder realizar sus prácticas necesarias para obtener el título.



Esta situación está aumentando aún más la brecha existente entre los centros públicos respecto a los privados. Como dicen los estudiantes movilizados “no se trata de errores, son recortes”. Y es que la degradación de lo público tiene un claro objetivo: favorecer a la privada. El gobierno de Ayuso ha hecho de Madrid el paraíso de la educación privada y concertada. Esto es muy evidente en uno de los niveles educativos más maltratados, la Formación Profesional, donde cada año el número de plazas desciende llamativamente. Los lobbies educativos se frotan las manos al ver las listas de alumnos que se quedan sin su plaza. Solo el curso pasado (2022-2023) 33.000 alumnos de la Comunidad de Madrid se quedaron sin la suya en centros públicos. En esta comunidad la Formación Profesional privada se ha disparado en la última década. El alumnado matriculado en centros privados o concertados ha aumentado un 1.523% en los grados medios y un 844% en los superiores.

El modus operandi para que la balanza se decante hacia la FP privada ha sido el mismo que el que ha operado en la sanidad. Por un lado, degradar lo público (no ofertando plazas y bajando la calidad de los grados como ocurre con estos alumnos que no tienen prácticas) y, por otro lado, financiando directamente a la privada. No olvidemos que Madrid vienen ampliando la cuantía dedicada a las becas exclusivamente dedicadas a los centros privados.

Pero esta deriva no es exclusiva de la Comunidad de Madrid. Según CCOO, en el curso 2022-2023 nada menos que 300.000 alumnos cursaron su FP en centros privados, esto quiere decir que se quedaron fuera del sistema público. Y según la información aportada por el Ministerio de Educación en los últimos 10 años la FP privada ha aumentado un 105%, mientras la pública solo un 43% en el Estado español.

En muchas comunidades, además, la FP sociosanitaria se lleva la peor parte pese a ser profesiones cada vez más demandadas. Precisamente por ello, la privada amplia estos estudios en su oferta, algo que no podría darse si las administraciones no recortaran en estos grados. La relación es muy directa: menos plazas en la pública de los grados más demandados por los alumnos y más negocio para la privada.

El problema tiene un vínculo directo con el ataque a otros servicios públicos, en este caso la sanidad. El negocio de la privada en el ámbito sanitario también se ha multiplicado exponencialmente en estos años, evidentemente a costa de lo público. Si a esto sumamos que los presupuestos dedicados a Sanidad (que dependen del gobierno central) años tras año vienen menguando y obligan a mantener las plantillas bajo mínimos en la sanidad pública hace que la sanidad privada siga ganando terreno.

Por su parte, la ministra de sanidad Mónica García, de Más Madrid, dice públicamente que no tiene nada en contra de la sanidad privada y el gobierno “progresista” no tiene la intención de trabajar contra el desmantelamiento de lo público, sino todo lo contrario, coexistiendo y favoreciendo a la educación y sanidad privadas. Lo pudimos ver en que a pesar de la inflación los presupuestos no reflejaron un aumento de la dotación a la sanidad y educación, mientras que aumentaron los presupuestos militares como nunca antes.



Por unas prácticas para todos, remuneradas y formativas

Tanto en la Formación Profesional como en la mayoría de los grados universitarios existe un módulo obligatorio de prácticas en empresa. A menudo estas prácticas no son remuneradas y existe una gran cantidad de empresas cuyos beneficios se basan en la explotación a los estudiantes. Se trata de un modelo de precarización muy extendido que mantiene en la precariedad a los jóvenes trabajadores.

Frente a este modelo, debemos luchar, no solo por unas prácticas de calidad y a tiempo, que permitan a los estudiantes titularse, sino también por unas que sean remuneradas y realmente formativas, que el tiempo que se trabaja en las mismas se cotice y donde no se cubran puestos estructurales de trabajo, sino que sirvan para la educación de los estudiantes. Los trabajadores sociosanitarios, tanto los que han estudiado en FP como los que vienen de la universidad como médicos y enfermeros, pasan meses o años con prácticas no remuneradas en las que, en realidad, cubren puestos de trabajo clave en hospitales y otros centros sanitarios. Por eso, es necesario pelear por unas prácticas donde se reconozca la totalidad de los derechos laborales y sindicales de los estudiantes que las realizan. Este modelo de trabajo gratuito lleno de abusos y precariedad se ha sostenido con la connivencia de las burocracias sindicales que durante décadas han dejado correr esta situación. Y ahora, el año pasado, hemos visto como firman con desvergüenza el nuevo estatuto del Becario del Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz que lejos de cambiar algo avala un modelo esclavo, en este caso para los becarios, asentado durante décadas con el “sello” progresista.



La solidaridad: pieza clave de la lucha por una sanidad y educación 100% públicas

Como señalamos, el enorme problema al que se están enfrentando las estudiantes de Formación Profesional es parte de un abandono y ataque a los servicios públicos de conjunto. Por eso, es necesario que el resto de los sectores de la comunidad educativa y de la sanitaria se solidaricen con el conflicto.

En el mismo momento en que los estudiantes de Formación Profesional organizan grandes asambleas, los docentes de la educación pública plantean una huelga del 27 al 29 de febrero para reivindicar mejores condiciones para los trabajadores para mejorar la calidad de la educación pública frente a la privada. Además, la sanidad pública madrileña, protagonista de las enormes marchas que inundaron las calles madrileñas en 2023 exigiendo la defensa de la Atención Primaria, continúa convocando movilizaciones, esta vez en los hospitales colapsados por falta de personal, el 14 de febrero.

Es a través de la unión de los diferentes sectores en lucha que se puede alcanzar una victoria que blinde los servicios públicos y pelee por mejores condiciones en ellos. Unos servicios públicos que son una conquista histórica de la clase trabajadora.

Las agrupaciones estudiantiles Contracorriente y Pan y Rosas llevaremos a las universidades, centros de trabajo, institutos y centros de FP en los que estamos la pelea de las compañeras de FP sociosanitaria, que se autoorganizan por sus prácticas. También marcharemos el 6 y el 8 y animamos a toda la comunidad educativa y sanitaria a acudir a las concentraciones. Porque juntas somos más fuertes y porque no dejaremos sin respuesta ningún ataque a la educación y la sanidad pública.



Por un gran movimiento estudiantil que dé la pelea en las FP

El problema de las compañeras de la FP sociosanitaria es solo uno de los muchos que sufren a diario todos los estudiantes de Formación Profesional. La FP dual, por ejemplo, se concibió para que un curso entero fuera de trabajo gratuito para los estudiantes. Además, la bajada de plazas obliga a buena parte de los estudiantes a recorrer grandes distancias, pagar enormes sumas de dinero por un centro privado o no poder estudiar.

Frente a esta situación, es necesario poner en pie un gran movimiento estudiantil en las FP que pelee, no solo por el acceso a prácticas, sino contra todos los problemas del estudiantado y el profesorado de Formación Profesional. Un movimiento que confluya con el movimiento estudiantil en los institutos y en las universidades, que golpee como un solo puño contra los ataques a la pública y que luche porque se constituyan comités de estudiantes, profesores y trabajadores en cada centro que puedan decidirlo todo.

En este sentido la pelea por desarrollar un gran movimiento estudiantil de base que se autoorganice y coordine desde asambleas en los centros de estudio en las que democráticamente se discuta cómo continuar esta lucha es clave. Asambleas en las que se integren todos los estudiantes, pero también los profesores y el personal de los centros, así como en las que puedan participar todas las tendencias presentes en el movimiento estudiantil junto a todos aquellos estudiantes independientes.

Desplegar esto es central, ya que es la manera de enfrentar por un lado a aquellos que tratan de apropiarse de un movimiento que no les pertenece, como el SE (Sindicato de Estudiantes) al que vimos esta semana como actuaba de manera lamentable intentando usurpar una lucha que no le pertenece y tratando de reducir una huelga de una semana a un solo día para poder hacerse la foto y aparecer ante los medios de comunicación como “los representantes” de este gran movimiento al que no representan en absoluto. Actuando además en contra de las decisiones de los estudiantes que democráticamente se organizan en sus centros. Y, por otro lado, es una pelea por la independencia del mismo movimiento frente a aquellos que quieren dar una respuesta rápida a esta problemática estructural, que dicen que hoy están con los estudiantes pero que llevan años sosteniendo un modelo de privatización de la sanidad y la educación. Algunos como Más Madrid o CCOO hoy prometen cantos de sirena, pero los estudiantes más precarios, los de las FPs, llevan años abandonados sufriendo un modelo educativo y laboral excluyente y precario y tienen claro que sus problemas son muchos más. Las burocracias sindicales, así como aquellos que se dicen “progresistas”, hoy dicen estar del lado de los alumnos, pero nunca dijeron nada contra el modelo de prácticas. A ellos habría que preguntarles qué pasa con los 300.000 alumnos que se quedan cada año fuera del sistema de formación profesional público.

Hoy los alumnos de las FPs sociosanitarias de la Comunidad de Madrid han demostrado la potencialidad que tiene el movimiento estudiantil retomando lo mejor de esa tradición. La autoorganización, la independencia, la solidaridad y la huelga como método de lucha para enfrentar los ataques que nos vienen. Como no podía ser de otra manera, esta enorme lucha resurge en un contexto en el que los más precarios, los hijos de la clase trabajadora, sufren las peores consecuencias de un sistema capitalista que solo nos ofrece más pobreza, destrucción, guerras y precariedad. Avancemos en desarrollar todo este movimiento y que sirva como punta de lanza para desplegar un gran movimiento estudiantil en toda la Comunidad de Madrid y todo el Estado que enfrente los ataques que sufrimos y los que nos vienen.