Según el primer ministro irlandés podría afectar a cientos de miles de personas. La Iglesia católica está involucrada en este escándalo que se suma a abusos contra menores y mujeres.
Miércoles 30 de mayo de 2018 15:42
Primer ministro irlandés, Leo Varadkar
Un escándalo de adopciones ilegales que puede afectar a cientos de miles de personas ha abierto un nuevo capítulo en las acusaciones que acumula la Iglesia Católica en Irlanda. Las agencias de adopciones dependientes de órdenes religiosas están involucradas, y se trata de un nuevo escándalo tras las denuncias de abusos cometidos contra menores y mujeres.
A pocos días del referéndum sobre el aborto legal en el que triunfó el Sí, y para el que la Iglesia católica había hecho una furiosa campaña por el No, se conoció este nuevo escándalo sobre el robo de bebés, que se suma a los abusos, violaciones y situaciones de esclavitud por los que ya fue acusada..
El primer ministro irlandés, el democristiano Leo Varadkar, confirmó este miércoles en el Parlamento la existencia de graves irregularidades cometidas en los procesos de adopción por las agencias, algunas de ellas gestionadas por órdenes religiosas.
Varadkar indicó que el escándalo podría afectar a "cientos de miles" de personas, si bien la agencia estatal de asuntos familiares y del menor, Tusla, solo ha detectado, de momento, 126 casos en los que los padres adoptivos fueron inscritos como "biológicos" entre 1946 y 1969.
Tusla descubrió estos errores al estudiar los archivos de la agencia de adopción St Patrick’s Guild, gestionada por las Hermanas de la Caridad hasta que cesó su actividad en esta área en 2004.
La organización de protección de menores Barnardos aseguró que el Gobierno debe llevar a cabo una investigación especial para determinar las circunstancias de, al menos, 150.000 adopciones.
"Me sorprendería si, al menos, el diez por ciento de ese total no es ilegal", afirmó el director ejecutivo de Barnados, Fergus Finlay, a la cadena pública RTE.
"A muchas mujeres les dijeron que sus bebés habían muerto después de quitárselos y les pidieron que no preguntasen más. Algunas mujeres han sufrido un gran trauma durante años", denunció el activista.
La trama del robo de bebés puede estar conectada con los internados de mujeres que eran gestionadas por la Iglesia, y por otro lado con los de las agencias de adopciones de las mismas órdenes religiosas.
Es el caso, por ejemplo, de las infames Lavanderías de la Magdalena, donde se internó entre 1922 y 1996 a miles de mujeres en un régimen de semiesclavitud por diferentes motivos, entre ellos el "embarazo fuera del matrimonio" o que eran consideradas "moralmente rebeldes". Estas mujeres fueron encarceladas y utilizadas como mano de obra gratuita y, en muchas ocasiones, sus bebés les eran quitados a la fuerza y acababan siendo entregados ilegalmente en adopción.
Ante la gravedad de la situación, Varadkar, de 39 años y abiertamente gay, pidió perdón en nombre del Gobierno y lamentó que se haya abierto "otro capítulo" de la "historia más oscura de Irlanda". Se refería a los sistemáticos escándalos que acumula la Iglesia que, a pesar de seguir teniendo un fuerte peso en la vida social y política irlandesa, ha venido declinando en su influencia, castigada por las acusaciones de abusos cometidos contra menores y mujeres en centros de acogida.
Esa pérdida de influencia se notó en el contundente triunfo del Sí el último fin de semana en el referéndum sobre el aborto legal.
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"Este nuevo caso podría ser muy traumático para mucha gente y pido perdón por ello", afirmó Varadkar, quien recalcó que tienen derecho a "conocer su identidad e historial de nacimiento", al tiempo que reconoció que las irregularidades podrían afectar a varias agencias de adopción y a "cientos de miles" de personas.
El primer ministro explicó en la cámara baja irlandesa que la prioridad de su Gobierno es ahora determinar el alcance de este escándalo y contactar con los implicados, aunque admitió que es una "tarea gigantesca".
"Hay gente que va a descubrir que fue adoptada de esta manera, después de creer durante 50 o 60 años que eran hijos biológicos de las personas que les criaron", sostuvo Varadkar.
Según Adoption Rights Alliance, la agencia de adopción St Patrick’s Guild ya había estado involucrada en una red de trata que llevó en forma secreta a 572 niños a los Estados Unidos para su adopción desde la década de 1940 hasta la década de 1970.