Tras la denuncia del PSOE, la Junta Electoral ha ordenado a Vox retirar su lona del odio de la calle Alcalá de Madrid, con el argumento de ser propaganda fuera del periodo electoral. El organismo evitar señalar el carácter discriminatorio y reaccionario de dicha propaganda.
Martes 27 de junio de 2023
La Junta Electoral Central ha ordenado a Vox que retire la propaganda reaccionaria en forma de lona que colocó en la calle Alcalá de Madrid. Tras la denuncia del PSOE, este organismo ha dado veinticuatro horas a la formación de ultraderecha para retirar la propaganda aludiendo a que se trata de publicidad fuera del tiempo electoral. La Junta Electoral, como era de esperarse, descarta así posicionarse políticamente en contra del mensaje de ultraderecha escudándose en la neutralidad del órgano y dejando la decisión al Poder Judicial.
La lona ha dado de que hablar porque ha visualizado nuevamente quienes son los enemigos de Vox: colectivo LGTB, comunistas, el movimiento democrático catalán, migrantes, okupas, el movimiento de mujeres. Al mismo tiempo que dejaba claro que la ultraderecha viene a defender la institución familiar, el Estado burgués, la unidad de España y la propiedad privada. Instituciones que el neorreformismo en alianza con el PSOE ya ha venido defendiendo en la anterior legislatura pero que la ultraderecha considera que se puede seguir profundizando en estas políticas.
Una ofensiva conservadora y antiderechos que pretenden llevar a cabo junto al PP, como hemos visto en los acuerdos a los que ya han llegado para gobernar en decenas de municipios. Se eliminan concejalías de Igualdad y se sustituyen por las de Familia, niegan la violencia de género, retiran banderas LGTBI de edificios oficiales y se toman medidas contra el catalán. Son cuestiones que nos indignan pero que no sorprenden de quienes se niegan a condenar la dictadura franquista. Ahora, aliados con el PP, partido fundado por Fraga.
Una ultraderecha que amplia su peso en las instituciones de la mano del PP de Feijoo y que busca imponer su programa reaccionario a todos los niveles.
Frente a esta amenaza a la clase trabajadora y los sectores oprimidos, el neorreformismo nos pide que les votemos nuevamente o incluso que votemos al PSOE. Como si durante cuatro años no hubiesen allanado el camino a la derecha con su progresismo neoliberal, su política reaccionaria contra los inmigrantes, su revalidación de las reformas laborales conservadoras, su militarismo, su reivindicación de la lucha contra el derecho de autodeterminación de Catalunya, su política de vivienda que sigue favoreciendo a los especuladores, y un largo etcétera de políticas que han alimentado el descontento popular y le han abierto el camino a la demagogia de Vox.
En lugar de caer en este malmenorismo que cada nos exige mayores sacrificios a cambio de seguir alimentando la maquinaria del Estado burgués, es necesario construir una alternativa obrera y socialista que levante un programa de independencia de clase. Porque no se puede enfrentar a la derecha de verdad con una izquierda de mentira, este 23J votamos nulo. A la derecha no la paramos con el mal menor.