Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, anunció la semana pasada que habrá restricciones generalizadas en las ciudades de Málaga, Sevilla y Córdoba si antes no hay “30 días de lluvia continuada como mínimo”, algo que no se da desde 2010.
Roberto Bordón @RobertoBordon13
Martes 13 de febrero de 2024
Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía por el PP
Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía por el PP, ha anunciado cortes generalizados en el consumo de agua para este verano en tres de las ocho capitales de la región: Sevilla, Córdoba y Málaga. Esto se dará salvo que haya habido antes 30 días de lluvia continuada como mínimo según el Ejecutivo andaluz. Moreno busca cualquier solución salvo desmontar la turistificación y el modelo económico que ha propiciado la catástrofe ecológica a la que se aboca Andalucía de la mano del PP y antes con el PSOE.
Moreno ha anunciado la medida al ser la sequía un lastre para la economía andaluza, dependiente del sector agroalimentario y del turismo. La sequía es un problema estructural en la región con cinco millones de habitantes afectados por restricciones, aunque no se da de forma regular por el territorio. Por ejemplo, Málaga destaca al ser la capital turística de Andalucía y su déficit hídrico es superior al del resto de ciudades. Por otro lado, Córdoba jamás había sufrido restricciones como las anunciadas. En el caso sevillano, será el primer corte de suministros desde la sequía de 1995.
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Además, Moreno ha anunciado un cuarto decreto de sequía con una dotación de 200 millones de euros, con 50 millones que irán destinados a ayudas al campo andaluz. Por su lado, el gobierno central a través de Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Medio Ambiente también ha expresado preocupación por la sequía y ha recordado que se ha invertido 1.200 millones para garantizar el acceso a agua potable en la sierra del norte de Córdoba y en el litoral andaluz entre otros lugares.
La Junta de Andalucía tiene previstas obras para instalar desaladoras portátiles, sondeos, reaperturas de pozos, captación de ríos subterráneos e incluso el abastecimiento de las grandes ciudades a través de barcos que transporten agua desde Portugal con un trasvase desde un embalse de Alqueva en la región del Alentejo. El gobierno central ha apoyado la medida que costaría 10 millones de euros mensuales más 5 millones extra por la desalación. Por hacer números, Málaga destina a consumo urbano 63 millones de metros cúbicos al año, con una merma de entre el 20 y 30% según EMASA. Para cubrirlo se necesitarían 1.575 barcos de 40.000 metros cúbicos.
Tanto el gobierno de PSOE y SUMAR, como la Junta de Andalucía del PP, han apelado a la crisis climática para explicar la grave situación que vive Andalucía. Sin embargo, nadie ha planteado la reconversión del modelo productivo y terminar con la turistificación de la región. Antes traer agua en barcos que dejar de construir macrourbanizaciones, campos de golf o pisos turísticos. Antes el beneficio capitalista que el bien común de los trabajadores y las clases populares. La situación andaluza refleja una vez más que los capitalistas prefieren arrasar una región antes que perder sus beneficios.
La salida a la crisis climática no va de la mano de gobiernos "progres" que se pintan de "verdes" mientras no dudan en colaborar con el destructivo modelo turístico, sino que la alternativa pasa por un programa de las trabajadoras y trabajadores que tome el control de la producción y cambie el modelo a uno realmente sostenible con el planeta.
Roberto Bordón
Andalucía