Siguen las malas noticias para los liberfachos de Javier Milei. Muy pobres resultados en un nuevo domingo electoral en las elecciones en Salta, La Pampa y Tierra del Fuego. “Libertarios” con poco vuelo. El peronismo, sin embargo, sigue polarizando contra el economista por puro cálculo electoral, con la esperanza de alcanzar el ballotage y contar con alguna chance de mantenerse competitivo.
Diego Iung @IungDiego
Lunes 15 de mayo de 2023 22:30
Este domingo trajo nuevamente malas noticias para el economista de ultraderecha al que en su momento levantaron con fuerza la gran mayoría de los medios de comunicación. Aunque las encuestas y el debate político lo ponen en el centro de la escena, las elecciones provinciales que se vienen sucediendo por el momento no reflejan ninguna “rebeldía de derecha”. Repasemos un poco.
En Salta, aquellos que buscan referenciarse Milei fueron divididos en varias listas. Una de ellas fue la de Marcos Urtubey, hijo del ex gobernador, que consiguió apenas el 2,24 % de los votos. La lista de Oscar Vazquez, del mismo perfil, no logró siquiera presentarse a nivel provincial y apenas alcanzó el 1,4 % de los votos de la capital provincial. Por su parte, el agrupamiento del terrateniente de ultraderecha, Alfredo Olmedo, que viene apoyando publicamente a Milei, compartió en esta provincia del noroeste argentino lista con el diputado nacional kirchnerista Emiliano estrada, en un frente que se postulaba para intentar disputar la gobernación. Quedaron en un lejano tercer puesto más allá del alevoso oportunismo de esta alianza.
En Tierra del Fuego, donde la candidata de Milei fue la pastora evangélica Laura Almirón de Pauli, quedaron incluso por debajo del voto en blanco. El economista había estado hace pocas semanas en el extremo sur del país para darle su respaldo, pero no parece haber movido el amperímetro de los votantes fueguinos.
La Pampa trajo resultados todavía más grises: sin llegar a presentar candidato a gobernador, presentaron únicamente candidaturas a legisladores provinciales, quedando séptimos, con 1,28 % de los votos.
Estos resultados se suman a los números que quedaron lejos de lo esperado en Neuquén, Rio Negro o La Rioja, donde fueron con un candidato de la principal casta política de la provincia, la familia Menem.
Aunque los resultados pobres se repiten por el momento a lo largo del país, desde el conjunto del peronismo siguen insistiendo en polarizar con la figura del libertario. Alberto Fernández buscó dar la nota esta tarde desde La Pampa al tratarlo de “energúmeno” en un acto que encabezó junto al reelecto gobernador Ziliotto. “Ha aparecido un personaje que dice barravasadas, quiere privatizar las calles de las ciudades, le quiere dar libertad a cada uno para que venda sus órganos y vivir de ese dinero”, siguió Fernández.
En un tono parecido se había dirigido Cristina Fernández al hablar del “señor de ojitos claros” en un acto en La Plata y colocarlo como su principal adversario. No es casualidad. La polarización con Milei es funcional a dos objetivos para el peronismo: reflotar la repetida campaña del “mal menor”, funcional a justificar la probable candidatura de Sergio Massa, con ajuste a las órdenes del Fondo incluido. Pero también al objetivo inconfesado de polarizar con el liberal para intentar diluir a Juntos y de esta manera intentar alcanzar la posibilidad de entrar a un ballotage, donde aspiran a que, ante el temor al libertario puedan conseguir el respaldo necesario para seguir en el Gobierno.
Aun falta correr mucha agua en este largo año electoral, pero lo que es seguro es que la política del peronismo de poner en el centro a Milei no hace más que colaborar con volverse profecía autocumplida. Si durante el propio Gobierno de Alberto Fernández se fortaleció cierta derecha, producto de la negativa del peronismo a enfrentarla (entre otros factores), esta política puede terminar fortaleciendo a una fuerza que por ahora viene demostrando poco y nada en las urnas.
