En esta primera entrega, las claves de un espacio territorial de importancia política: extensión geográfica, elevado índice demográfico, una red de comunicación metropolitana y peso electoral decisivo.
Virginia Gómez @mavirginiagomez
Miércoles 27 de julio de 2016
Esta entrega es la primera de una serie de tres artículos sobre La Matanza. En esta, señalaremos brevemente, las características espacio-territoriales de la que se conoce como la “quinta provincia”. Sus características la convierten en un posible escenario de agudos conflictos sociales y políticos.
GPS de la provincia
La Matanza es parte del Gran Buenos Aires (GBA), la mega-ciudad argentina que comprende la Ciudad Autónoma y su conurbación sobre la provincia de Buenos Aires, sin constituir una unidad administrativa.
El GBA es uno de los polos industriales y económicos más dinámicos y competitivos de Argentina y Sudamérica. El PIB - PPA (Paridad del Poder Adquisitivo) es el segundo en importancia después de San Pablo. Es la segunda aglomeración más poblada de Sudamérica, la tercera de América Latina y una de las 20 mayores del mundo.
A su vez, integra el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) con los partidos del GBA que rodean a la Ciudad, en la margen occidental del Rio de la Plata. Es también parte de la Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA), que abarca 18.380 km² y comprende la Ciudad Autónoma y la totalidad de los 43 partidos bonaerenses.
Vías de comunicación
Dentro de los partidos que rodean la Ciudad Autónoma, La Matanza se localiza en la zona geográfica del Oeste y sus principales vías de vinculación son: en los laterales la autopista Acceso Oeste con el ferrocarril Sarmiento a un lado, y la autopista Richieri y el ferrocarril Belgrano Sur del otro. En la base, la General Paz, y la columna vertebral de La Matanza, la Ruta 3 que la atraviesa.
El sistema de transporte es un eje vertebral de movilidad metropolitana en la zona Oeste. La estadística oficial de la Comisión Nacional de Regulación del transporte sostiene que el FF.CC. Sarmiento transportó en 2013 más de 11 millones de pasajeros pagos. Y el FF.CC. Belgrano Sur en el mismo año más de 10 millones.
Esta relación del transporte de La Matanza con la Ciudad de Buenos Aires, por autopistas y ferrocarriles, plantea el rol estratégico que puede jugar este distrito en una futura huelga metropolitana, en su vinculación con el subterráneo de la capital.
La quinta provincia
La Matanza es el distrito más poblado y el más extenso de todo el país con 325,71 km² (Censo 2010). El segundo que le sigue en población es Lomas de Zamora con 619.279 habitantes, casi un tercio de La Matanza. Estos datos hablan por sí solos de su relevancia territorial.
Según Infobae “La Matanza no para de crecer. Actualmente viven en ese populoso distrito bonaerense 1.800.000 personas. Y si fuese una provincia, ya sería la quinta, superando, por ejemplo, a Tucumán y a Mendoza. Por su población, podría tener 11 bancas en Diputados".
El territorio por dentro
Está dividida en 15 localidades con cabecera en San Justo. Las otras son: 20 de Junio, Aldo Bonzi, Ciudad Evita, González Catán, Gregorio de Laferrere, Isidro Casanova, La Tablada, Lomas del Mirador, Rafael Castillo, Ramos Mejía, Tapiales, Villa Luzuriaga, Villa Madero y Virrey del Pino. Entre ellas hay grandes desigualdades económicas y sociales.
Dice el informe de Techo.org: “La Matanza, a pesar de ser el partido con mayor número de asentamientos del conurbano, no es el partido en donde vive la mayor cantidad de familias en asentamientos informales: mientras que en los 89 asentamientos informales de La Matanza se concentran aproximadamente 26.670 familias, en los 57 asentamientos informales de Quilmes habitan unas 35.160”. Esta realidad contrasta con la de los barrios privados y country. En La Matanza existen dos barrios privados y un country o club de campo.
Esto se expresa en la desigualdad social por localidades: una pequeña clase acomodada se localiza en los chalets de Ramos Mejía, otro sector de clase media se distribuye entre Lomas del Mirador, San Justo y Villa Luzuriaga, y cientos de miles de menores recursos se localizan entre Virrey del Pino, Laferrere y González Catán.
Club de campo Las Perdices, Virrey del Pino
Tres Matanzas
La Matanza puede subdividirse en tres cordones socio-económicos:
En el primer cordón, limítrofe con la Ciudad de Buenos Aires, hay servicios de agua potable y cloacas, hay mayor facilidad para acceder a las escuelas y centros de salud. Es la zona de mayor recaudación fiscal y de menores índices de pobreza e indigencia.
En el segundo cordón, la densidad poblacional es intermedia, la totalidad de las viviendas cuenta con servicios de agua potable y cloacas. Los niveles de ingreso de la población son regulares y la recaudación impositiva es regular y/o mala.
En el tercer cordón, es donde se encuentra el mayor déficit de infraestructura, con falta de agua potable y cloacas, y cuanto más se aleja de la Ruta 3 se llega hasta la nulidad de servicios de asistencia a la salud o educativos. El territorio ahí es urbano-rural con una densidad poblacional media.
2001 y después…
La crisis del 2001 y la emergencia de movimientos sociales territoriales, como fue en La Matanza el poderoso y extendido movimiento piquetero, crearon la idea del “poder territorial de los pobres”, construido desde abajo. El “mundo del trabajo” que había sido hasta los años ´70 el escenario predominante, parecía abrirle paso al territorio, al decir de la CTA: “la fábrica es el barrio”. La fábrica devino en el territorio y los pobres suplantaban a los obreros.
La tasa de desempleo (PEA) de La Matanza llegaba al 69%. El distrito alcanzó elevados índices de pobreza, lo que favoreció una nueva “teoría” sobre cuál era el sujeto transformador, que se iba enraizando en los movimientos sociales y políticos populistas que en su mayoría los orientaban. En esta etapa se desarrolla la política asistencialista del Estado, combinada con una mayor coerción y mecanismos de contención y control social. Es el momento de las dos “B”: la de los Barones del conurbano (en La Matanza el peronismo y sus barras amigas) y la Bonaerense.
Esta experiencia traumática de los años ´90 sumado a la profunda desindustrialización iniciada en las décadas previas en un territorio muy poblado, le dio a La Matanza ese sello identitario profundo, vinculado a la pobreza y lo popular.
Desde el 2003 con el viento de cola de la economía latinoamericana, el gobierno kirchnerista inicia una relativa recuperación económica y social de la clase obrera, que fue modificando también la relación entre territorio y estructura, entre trabajadores y pobres urbanos. En La Matanza, a la vez que se iban desmembrando los movimientos piqueteros, los pobres se integraban a los planes de trabajo precario de los gobiernos provinciales y municipales. Con la reapertura de fábricas y nuevas industrias que se iban localizando en la zona, se incorporaban con más peso los sindicatos y la tercera “B”: la burocracia sindical. Pero también se fue recomponiendo la clase obrera, con la incorporación a fábricas y talleres de una nueva generación de trabajadores.
Aunque La Matanza ya no presenta el escenario de la Ruta 3 bloqueada por las carpas de los desocupados y sus organizaciones piqueteras, que ubicaban al territorio como el escenario político por excelencia, sigue siendo un distrito con importantes niveles de pobreza urbana. Sin embargo, hoy lo que gravita ya no es “el territorio de los pobres”, sino la “quinta provincia” que ha recuperado la actividad industrial con características peculiares, como desarrollaremos en la próxima entrega.
La Matanza urbana
La definición de la cuestión urbana se toma en contraposición a lo rural. Los principales rasgos que caracterizan lo urbano son el tamaño, la densidad, el desarrollo de la actividad económica comercial e industrial no agrícola y ciertas características sociales que hacen a la “cultura urbana”. Es el espacio donde se concentran las funciones políticas y administrativas, la actividad industrial, comercial, financiera e instituciones educativas, de salud, transporte, ocio, cultura, etc.
Aunque no es residencia del gobierno provincial, La Matanza tiene gran relevancia política y es uno de los aspectos que permite comprender la lógica con la cual el oficialismo se propone dividir esta ciudad en cuatro distritos, para lograr su fragmentación pensando en las elecciones del 2017, asegurar el triunfo del oficialismo en una de las llaves que facilitarían el control político de la provincia de Buenos Aires. Para el 2017 la provincia es la madre de todas las batallas y La Matanza el municipio más importante –hay que arrebatarle el poder al peronismo– de este territorio con 1.000.000 de electores donde en el 2015 Daniel Scioli obtuvo más de 60% de los votos y mantuvo el control de la intendencia más importante.
Pero ya no es el territorio difuso de los ´90, hoy priman los contornos de las ciudades donde se concentra la burguesía y el proletariado y funcionan los principales resortes de la economía: la industria y los servicios, aunque la alta densidad poblacional y las secuelas de la pobreza que caracterizó al distrito no han desaparecido. Es en estos escenarios urbanos reindustrializados (cuestión que será debate de análisis), con altos índices de precarización, donde se producirán los grandes cambios sociales para lo que nos preparamos desde el PTS en el Frente de Izquierda. De ahí la importancia de analizar los contornos y contenidos de esta quinta provincia, en la que nos estamos enraizando. La estructura productiva de La Matanza, es el contenido de nuestra próxima entrega.
Virginia Gómez
Nació en Buenos Aires en 1982. Es Licenciada y Profesora en Enseñanza Media y Superior en Ciencia Política (UBA). Milita en el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) en la zona Oeste del Gran Buenos Aires.