En un nuevo aniversario del golpe genocida, el diario de los Mitre lanzó una editorial contra el “terrorismo”. Un mensaje para el Gobierno y otro intento de reescribir la historia.
Sábado 25 de marzo de 2017
Rodolfo Walsh, periodista y militante asesinado por última dictadura, escribía: “Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. (…) La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas”.
La memoria es efectivamente un terreno de disputa. Por eso La Nación, explícito hasta el cansancio respecto a sus posiciones de clase, aprovechó este nuevo aniversario del golpe genocida para atacar la lucha por los derechos humanos.
En una editorial titulada “Víctimas invisibles” –como es costumbre, sin firma-, el diario de Mitre reflotó la teoría de los “dos demonios”, mezclada con tintes de un relato llanamente “antisubversivo”.
No es la primera vez. Pocas horas después de que Mauricio Macri asumiera como presidente, aquel medio había publicado una nota titulada “No más venganza”. Allí, llamaban a acabar con los juicios en los que se investigan los crímenes de lesa humanidad. Comenzaban así su pelea para imponer una nueva ideología predominante y en defensa de los empresarios involucrados en la dictadura.
El repudio fue enorme y los propios trabajadores del medio –que realizaron una concurrida asamblea- publicaron un comunicado donde rechazaban esta postura. Sin embargo, a los pocos meses, podían leerse editoriales similares. En julio del 2016, apareció “Defensa: por ahora sólo desfiles”, donde se criticaba el desarme y la falta de financiamiento de las Fuerzas Armadas.
Este año, bajo el título “Un reconocimiento pendiente desde hace 28 años”, el diario criticaba que “aún no se ha honrado a los militares, policías y soldados asesinados allí por la guerrilla”.
Ayer, 24 de Marzo, el diario insistió sobre esta idea. Bajo la vieja idea de “guerra sucia”, los autores afirmaron que es necesario incluir a las “víctimas del terrorismo” en los planes escolares; y que en las “grillas de contenidos” deberían “darles el lugar que, en justicia, les corresponde en nuestra historia”. En este sentido, destacaban el "trabajo" del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), que defiende ideológica y legalmente a empresarios y familiares de militares, realizando una intensa propaganda contra la izquierda y la militancia de izquierda.
Mientras Macri y su Gobierno buscan instaurar un relato que oscila entre “teoría de los dos demonios” y el negacionismo, La Nación lo presiona para que sus palabras y actos sean más contundentes.
Uno y otro buscan privar a los trabajadores de su pasado de lucha y ambos persiguen la impunidad de los perpetradores del genocidio, con quienes tejen lazos estrechos. Sin embargo, sus propósitos tienen un límite, expresado en las miles de personas marcharon por los derechos humanos, la memoria, la verdad y la justicia. Porque a los avances de la derecha se los enfrenta en las calles.