En medio del genocidio de Israel. La ONU aprobó una resolución a favor del Estado Palestino

Este viernes la Asamblea General de la ONU aprobó por una amplia mayoría que Palestina debe ser reconocida como un "Estado de pleno derecho" dentro de la organización. La resolución contó con 143 países que votaron a favor, mientras que otros 25 se abstuvieron y 9 votaron en contra.

Entre estos últimos, el Estado de Israel que viene cometiendo un verdadero genocidio en la Franja de Gaza y su aliado estratégico Estados Unidos que le proporciona armas, financiamiento y apoyo político en los momentos clave. En una muestra de cipayismo sin par y sionismo explícito, el gobierno de Javier Milei también votó contra los derechos del pueblo palestino.

La resolución tiene un carácter no-vinculante porque, según el estatuto de la organización, debe ser primero el Consejo de Seguridad (órgano ejecutivo de la ONU donde las principales potencias tienen poder de veto) el que decida la incorporación plena de un país, y luego la Asamblea.

Te puede interesar: Masacre en Palestina. ¿Qué sabemos sobre la invasión israelí a Rafah al sur de Gaza?

Sin embargo, esta votación amplía los derechos de Palestina como miembro observador, estatus al que accedió en 2012. A partir de septiembre de 2024 podrá hacer uso de la palabra en temas que no atañen a Palestina y Medio Oriente; hacer declaraciones en nombre de un grupo de países; presentar propuestas y enmiendas; que miembros de su delegación puedan ser elegidos para integrar la Mesa del Pleno de la Asamblea y las Comisiones Principales; y participar en las conferencias y reuniones internacionales auspiciadas por la Asamblea General u otros órganos de la ONU.

De esta forma, aunque seguirá sin tener el mínimo derecho democrático de votar, la delegación palestina del presidente Mahmud Abás, tendrá más peso diplomático.

La resolución de este viernes también pide al Consejo que “reconsidere el asunto favorablemente" en relación a la adhesión de Palestina como miembro pleno. El pasado 18 de abril una propuesta en ese sentido fue rechazada por el veto de Estados Unidos. Además, se insta al secretario general de la organización, António Guterres, a dar cumplimiento a lo votado.

El representante palestino en la ONU, Ryan Mansour, dijo que este es “un voto a favor de la existencia de Palestina (…) Por eso el Gobierno israelí se opone tanto. Porque se opone totalmente a nuestra independencia y a la solución de los dos Estados”. Esto último en referencia a la idea -cada vez más utópica debido a la anexión constante por parte de Israel de más y más territorios palestinos-, de un acuerdo para la coexistencia de un Estado Palestino y otro de Israel mutuamente reconocidos.

Te puede interesar: Desde los Campamentos por Gaza. Una juventud de izquierda e internacionalista que se levanta junto a Palestina

Por otro lado, en el marco del genocidio que lleva adelante Israel en la Franja de Gaza y la ofensiva sobre la ciudad de Rafah, la votación sirvió en los hechos como muestra del apoyo internacional con que cuentan Palestina e Israel.

Así, la delegación israelí puso el grito en el cielo señalando que se le estaba dando la bienvenida a un "Estado Terrorista", según dijo Gilad Erdan, embajador israelí ante la ONU. Erdan, quien además dijo que esta resolución no cambiará nada "sobre el terreno" (entiéndase que continuarán las masacres en la Franja de Gaza que ya ocasionaron al menos 34.000 muertos), tuvo un gesto provocador durante su discurso al triturar una copia de la Carta Orgánica de la ONU diciendo que con esta resolución la estaban destruyendo.

Por su parte, Estado Unidos que viene intentando "morigerar" a base de discursos el genocidio que comente Israel, justificó su voto en contra en que una solución solo puede venir de la negociación directa entre israelíes y palestinos. Al mismo tiempo, volvió a insistir en la supuesta salida de "dos Estados" con la que la administración Biden viene intentando cubrir su complicidad directa en el genocidio al pueblo palestino.

Te puede interesar: El genocidio en Gaza y los peligros de una guerra regional
Claudia Cinatti