La Alianza prepara el mayor ejercicio militar en décadas que simulará un conflicto bélico en Europa. Todo ello en el contexto de la guerra en Ucrania en un punto muerto y la extensión del conflicto en Oriente Próximo hacia Yemen.
Lunes 22 de enero de 2024 14:28
La OTAN anuncia el lanzamiento a partir de la próxima semana del que va a ser el mayor ejercicio militar en décadas, con la intervención de 90.000 soldados aproximadamente desplegados durante meses.
El Comandante Aliado Supremo, Christopher G. Cavoli, declaró que "estos ejercicios demostrarán la habilidad de la Alianza de reforzar el frente europeo desde Norteamérica" y que son muestra de la "unidad", "fuerza" y "determinación" de la alianza comandada por los Estados Unidos.
El ejercicio militar buscaría mostrar la capacidad de movilización de los efectivos de la OTAN, en plena escalada de las tensiones militares en varios frentes, siendo capaces de simular un posible escenario de conflicto a lo largo de toda la frontera norte y este de la OTAN.
Estas operaciones son anunciadas apenas unos días después de la apertura de la intervención militar en Yemen, con la integración de miembros importantes de la OTAN y el bombardeo sistemático contra las milicias hutíes. La entrada de EE.UU., Reino Unido y otros socios europeos en ataques abiertos contra el país arábigo, a raíz de la invasión israelí sobre Gaza, expande la posibilidad de un conflicto con nuevos estados, como Irán, país aliado de los hutíes que hace apenas unos días lanzó varios misiles sobre bases estadounidenses y de la inteligencia israelí en el Kurdistán iraquí.
La escalada con la invasión israelí en Gaza y su expansión en Oriente Próximo, desvía el foco sobre la guerra de Ucrania en curso, en la cual los miembros de la OTAN, que otorgaban apoyo logístico, armamento y entrenamiento militar han dirimido sus esfuerzos para poder fortalecer el apoyo a Netanyahu y los intereses estratégicos de Israel. Al abrirse nuevos flancos, la posibilidad de quedar debilitada la frontera este con Rusia lleva a que la Alianza Atlántica busque hacer una demostración de fuerzas, que inevitablemente siga llevando a una escalada de tensiones a nivel mundial entre potencias.
Hasta ahora, la OTAN ha intervenido en Ucrania indirectamente, evitando abrir un conflicto abierto con Rusia. Sin embargo, esta posibilidad podría estar siendo valorada y los miembros europeos ya están pensando en planes bélicos que contemplen ese escenario. Según el periódico alemán Bild, el gobierno alemán estaría preparándose para una agresión rusa contra los miembros de la Alianza, con un despliegue militar posible en Kaliningrado y Bielorrusia en vistas de presionar la frontera con los países bálticos y Polonia. Según este plan, Rusia podría movilizar a 200.000 reclutas para febrero, que podrían llevar a cabo una ofensiva sobre Ucrania y lograr remontar los avances en el frente. Al mismo tiempo, trataría de comenzar agresiones indirectas sobre las repúblicas bálticas y de lograr interferencias, que le permitieran en última instancia justificar una intervención militar abierta. Ante esto, las maniobras de la OTAN en el este, servirían como aviso, llevando a una mayor escalada de tensiones en Europa. Este escenario también es contemplado por otros países. En Suecia, oficiales militares hicieron un llamamiento público a la población a prepararse para la guerra, mientras el país anuncia que acogerá arsenal militar de la OTAN en su territorio y ultima sus preparativos para la integración en la Alianza.
La escalada belicista llevada a cabo por los estados imperialistas en Europa continúa aumentando las tensiones sin frenos en Europa y en Oriente Próximo, con guerras en terceros países, nuevas maniobras militares, compra de armamento y equipamiento y aumentando sus presupuestos militares. Mientras los países miembros de la OTAN, entre los que se encuentra el Estado español, continúan permitiendo que Israel cometa un genocidio sin precedentes en este siglo contra el pueblo palestino. La clase trabajadora y los pueblos del mundo siguen sufriendo la consecuencia de la crisis y las guerras que llevan a cabo estas potencias. El aumento bélico desde antes de la pandemia por parte de la gran mayoría de estados europeos, lejos de las falsas promesas de paz y seguridad, tan solo deja tras de sí la apertura de un horizonte de mayor conflicto.