Pandemia Y Precarización. La Pampa: Docentes autoconvocados responden al gobernador Ziliotto

Vivimos otra semana más de lucha. Pese al frío, los docentes salimos a pelear por la dignidad que se nos intenta arrebatar. Nuevamente, marchando desde la plaza San Martín hacia Casa de Gobierno: la gente escucha, se asoma, se pregunta, cuestiona. ¿Docentes en las calles? ¿Pidiendo trabajo y no un aumento de sueldo?

Cuando la lucha comenzó parecía efímera y lentamente comenzamos a dimensionarla. No por que sí. La situación lo requirió: muchas y muchos sin trabajo ni ingresos. Se abrió así una puerta a viejas y conocidas heridas: problemáticas y demandas docentes.

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Lo que parece nuevo, no lo es. Un virus nos sacó el velo de los ojos. El velo de una clara desigualdad instaurada de la naturalización de lo que intenta ser perpetuo, y que aumentará si se concretan más recortes económicos en las actividades que garantizan derechos de la población. No permitiremos que esa amenaza venga para quedarse.

Sr. Ziliotto, somos docentes y no meros “aspirantes sin entidad” como usted afirmó. No solo porque un papel lo titula así luego de estudiar una carrera profesional por al menos 4 (cuatro) años, sino también por las experiencias acumuladas en las aulas. Trabajamos como suplentes, sí, pero debido a un sistema de antaño que ya bien podría comenzar a revisarse para que el estatuto docente sea más conveniente que justo.

Entiéndase Señor Gobernador que nuestros reclamos no son utópicos ni ilegales. Esta pandemia cambió muchas cosas, comenzaron a ocurrir situaciones y darse soluciones antes impensadas. Y desde esa excepcionalidad, como Docentes, proponemos que se dé solución a tantos profesionales sin trabajo.

Muchos no tenemos ingresos en blanco desde fines de 2019 (7 meses señor Ziliotto). Conocemos políticas públicas tomadas en el marco de la urgencia sanitaria, como el IFE del cual no pudimos beneficiarnos porque estamos “agarrados” del sistema. ¿Qué quiere decir eso? Que aún luego de terminada una suplencia, seguimos cobrando pequeños montos de dinero correspondientes a diversos ítems. Entonces ¿aún somos empleados y empleadas del Estado Provincial? Si, lo somos; y como tales, debe de responder por nosotros y nosotras.

Debido a la suspensión de las clases presenciales, el presupuesto educativo está subejecutado, es decir, se ha gastado menos de lo presupuestado o establecido. Esto se debe a que se detuvo la creación de cargos, muchos quedaron “congelados” y fue notoria la reducción de licencias. Como consecuencia no debieron pagarse muchos sueldos a docentes suplentes. A todo esto se suma la reducción del gasto de funcionamiento en los edificios escolares que hoy se encuentran cerrados.

Cabe preguntarnos, Señor Gobernador ¿dónde ha ido a parar nuestro presupuesto? ¿Por qué desde el gobierno se nos quiere conformar con un subsidio que ni aparece en una resolución, que no tiene requisitos ni alcances claros? Teniendo en cuenta que el monto, que se devalúa mes a mes con la inflación, no alcanza a satisfacer necesidades básicas.

Siempre al docente se le exige más. A lo largo de la historia, las problemáticas sociales se han filtrado en las escuelas transformándose en nuevos saberes. Poco a poco se nos sumaron nuevas responsabilidades como líneas de acción para poder atender todas las necesidades. En ellas se habla y se “debe” hablar de todo. Pero las exigencias muchas veces nos superan debido al desamparo de las autoridades estatales y en ocasiones ha puesto de enemigo a las familias que cuestionan.

Hoy, con la educación virtual, la situación empeoró. La sobrecarga laboral es real. Y no se soluciona con un “bono extra”, ni mucho menos con un vergonzoso arreglo en las Paritarias de junio, (otorgando un “aumento” 12% en tres cuotas, no acumulativos). Somos miles de docentes en la provincia en situación de suplentes que podemos aportar a esta problemática.

Y no se crea que la virtualidad solucionó todo. ¿Qué sabe de la educación recibida por niños y niñas de los asentamientos de Santa Rosa como el Nuevo Salitral, de barrios abnegados o de las zonas rurales? ¿Pudo atenderse a la educación del más del 40% de menores de edad que las políticas sociales y económicas hundieron en la pobreza en La Pampa? Ningún niño ni niña puede quedar sin recibir educación, es un derecho básico presente en nuestra Constitución Nacional.

Ante lo expuesto, el falso silencio de las autoridades es lo que nos inquieta. A través de los medios de comunicación nos llega como una bomba las respuestas por parte de quienes intentan invisibilizar el reclamo: usted Sr. gobernador y Pablo Maccione. En Casa de Gobierno fuimos ignorados y humillados. El secretario de trabajo nos trató como números y afirmó verbalmente un acuerdo que aún no cumplió.

La conducción de UTELPa, gremio fundado en la lucha de los trabajadores, nos dio vuelta la cara y trató de “alocado” salir a las calles pero diciéndonos que el tema les preocupa y en ello están pensando. ¿Cuatro (4) meses pensando lo que ya se sabía desde el día 20 de marzo cuando el presidente Alberto Fernández decretó la cuarentena por el Covid-19?

Para cerrar, Sr. Ziliotto, repudiamos abiertamente sus dichos, su falta de consideración no solo por la crisis que se vive sino hacia nuestra persona. Somos muchos y muchas. Tenemos familias detrás. Y exigimos nos brinde su tiempo para conversar.