Luego de la media sanción en la Cámara de Diputados de la Nación a favor de la legalización del aborto de la semana pasada, algunos sectores de trabajadores de la salud se expresaron públicamente, no solo estar en contra sino más allá: alto grado de violencia, maltrato y tortura para quienes tomen la decisión a interrumpir su embarazo.
Viernes 22 de junio de 2018 19:43
La salud pública
En el HIGA San Martín de La Plata, trascendieron los dichos por redes sociales de la Dra Adelaida Soria, Jefa del servicio de Obstetricia de dicho hospital, donde hizo público su categórica negación al Aborto seguro. En distintas prácticas, las personas gestantes que han concurrido al servicio, ha incurrido muchas veces de formas violentas, como la escucha de los latidos persistentes. Dejando al descubierto su posición personal por encima de la decisión de la paciente.
Así como en la sociedad en general en los hospitales el tema del aborto es un debate en curso, que divide posiciones, a favor y en contra, ya que el aborto es una realidad a la que los trabajadores de la salud nos enfrentamos cotidianamente y debemos, como problema de salud pública impedir la muerte y consecuencias físicas que provoca su clandestinidad. Las estadísticas muestran que el aborto aún ilegal se practica y las que mueren son las mujeres de los sectores empobrecidos de la sociedad que no pueden pagar un aborto en las clínicas privadas, lo que convierte este problema de salud en una cuestión de clase.
Trabajadores de la Salud por el aborto legal, seguro y gratuito
Previa a la media sanción, se realizó una acción y pañuelazo en las puertas del hospital, impulsado por los servicios de Trabajo Social y la Unidad de Terapia Intensiva.
Las voces se alzaron desde una posición diferente a la manifestada por la Doctora Soria. Las los participantes se pronunciaron en defensa de la vida de las mujeres que deciden abortar, denunciando las condiciones en las que llegan a nuestro hospital, las secuelas de la práctica del aborto mal realizado en las condiciones más inhumanas, muchas veces consecuencias irreparables como la histerectomía, en el mejor de los casos cuando no llegan con infecciones que les provocan la muerte.
Las voces se alzaron para expresar públicamente el derecho al aborto legal, seguro y gratuito por considerarlo una cuestión de salud pública para evitar la muerte de las mujeres que deciden abortar y exijiendo al Estado la realización de la práctica en los hospitales públicos con profesionales capacitados que garanticen este derecho.
Otra vida es posible
Cuando se toma la decisión de no continuar con un embarazo, como muestras los datos a pesar de la clandestinidad, que ni la Constitución ni los prejuicios de una sociedad las detiene.
Un triunfo de la lucha para aquellas que ya no están, por las que perdieron su vida en la clandestinidad del aborto, por las que abortarán cuando así lo decidan, a pesar de ese sector de la sociedad con posiciones conservadoras y misóginas y de aquellos que se oponen a este derecho desde la salud que hipócritamente se pronuncian bajo el manto de objeción de conciencia.
Porque nuestra decisión vale, porque no queremos más muertas po abortos clandestino, porque decimos que la maternidad será deseada o no será.
Exigimos educación sexual, anticonceptivos para no abortar y Aborto legal seguro gratuito en el hospital para no morir.