La Policía disparó gases lacrimógenos para reprimir a miles de estudiantes que intentaban asaltar la casa del presidente de Sri Lanka el domingo exigiendo su renuncia en medio de una crisis de alimentos y combustible.
Domingo 29 de mayo de 2022 13:32
Los "escuadrones antidisturbios" utilizaron cañones de agua seguidos de gases lacrimógenos, mientras los manifestantes derribaban rejas de hierro amarillo en una carretera que conducía a la residencia oficial del presidente Gotabaya Rajapaksa en Colombo.
Cerca de allí, miles se manifestaron el domingo por 51° día consecutivo frente a la oficina frente al mar de Rajapaksa, exigiendo que renuncie debido a la peor crisis económica del país desde la independencia.
El primer ministro Ranil Wickremesinghe apareció en la televisión nacional el domingo por la noche ofreciendo a los jóvenes manifestantes una mayor participación en la forma en que se administra el país.
Wickremesinghe no es del partido de Rajapaksa, pero se le asignó el cargo después de que el hermano mayor del presidente, Mahinda, renunciara como primer ministro el 9 de mayo después de semanas de protestas, cuando ningún otro legislador accedió a intervenir.
Wickremesinghe es el único representante parlamentario del Partido Nacional Unido, una fuerza política alguna vez poderosa que casi fue eliminada en las últimas elecciones de Sri Lanka.
El partido de Rajapaksa, que tiene mayoría en la legislatura, se ha ofrecido a brindarle el apoyo necesario para dirigir un gobierno.
La acción estudiantil del domingo se produjo un día después de un enfrentamiento similar cuando los manifestantes intentaron asaltar la residencia oficial de la era colonial fuertemente custodiada de Rajapaksa, donde se ha refugiado desde que miles de personas rodearon su casa privada el 31 de marzo.
Una escasez sin precedentes de divisas para importar incluso los suministros más esenciales, incluidos alimentos, combustible y medicamentos, ha provocado graves dificultades para los 22 millones de habitantes del país.
El gobierno solicitó el mes pasado al FMI asistencia financiera urgente y las conversaciones aún están en curso.
El país también ha dejado de pagar su deuda externa de $ 51 mil millones de dólares.
Su moneda se ha depreciado un 44,2 por ciento frente al dólar estadounidense este año, mientras que la inflación alcanzó un récord del 33,8 por ciento el mes pasado.