Cristina Kirchner se refirió a la baja en las ventas y patentamientos. Miles de trabajadores sufren suspensiones en el sector y ya son más de 500 los despedidos.
Martes 2 de septiembre de 2014 14:28
La presidenta Cristina Kirchner salió ayer al cruce de las empresas automotrices. Las responsabilizó por no vender los autos y "encanutarlos".
La Jefa de Estado se preguntó "¿cómo es?, ¿suspenden gente porque no hay producción y no venden autos?". "Necesitamos que las empresas larguen los autos que tienen stockeados... aunque yo lo llamo encanutados", definió.
Las declaraciones presidenciales se dieron en el marco del Día de la Industria, luego de que sectores empresarios y sindicales de la rama automotriz aseguraran que hay una contracción en el sector. Ricardo Pignanelli, titular del gremio que nuclear a los mecánicos, SMATA, estimó en 12.000 los obreros que son suspendidos mensualmente debido al "estancamiento" que afecta al sector.
Además la mandataria les pidió que “dejen de quejarse de que no tienen importaciones, porque hemos detectado algunas sorpresas. Según el Banco Central hay importaciones que no se hicieron pero (las empresas) sí se hicieron de los dólares, 8.000 millones entre 2012 y 2014".
Consultado sobre las declaraciones de la Presidenta y la realidad del sector, Esteban Mercatante, editor de Economía de La Izquierda a Diario, señaló que “Con estas declaraciones la presidenta apuntó a maniobras de las firmas aprovechando el estímulo oficial con ProCreAuto.
Lo cierto es que las declaraciones de la presidenta llegan cuando está por concluir este plan, a través del cual el gobierno subsidió la compra de vehículos otorgando créditos con un plazo de repago de hasta 60 meses en cuotras fijas, a una tasa del 17% para clientes del Banco Nación y el 19,2% para no clientes, y la cuota podrá alcanzar hasta un 30% del ingreso mensual.
Este acuerdo había ido según el gobierno de bajas en los precios mayores al 10 por ciento. Pero en realidad en promedio fueron menores a cinco por ciento. Y durante todo este período el gobierno avaló, sobre la base de los números de caída en las ventas y en la producción del año (33,5% y 23,3% en el acumulado hasta julio de este año respecto de igual período del año previo) el gobierno, junto a SMATA, avaló las suspensiones que afectan a más de quince mil trabajadores y representan una merma en sus ingresos.
La Presidenta ’pega por izquierda’ con estas declaraciones pero ha favorecido a las multinacionales automotrices, y cuando han surgido sectores que resistieron los despidos y suspensiones, la Presidenta ha ordenado a Débora Giorgi (ministra de Industria) y Sergio Berni (secretario de Seguridad) a actuar a favor de las empresas que están especulando y despiden a quienes denuncian que se aprovecha la baja en las ventas para suspender y despedir activistas. Es el caso de Lear, donde hubo 200 despidos, delegados perseguidos y represión, justamente por enfrentar la actitud de estas multinacionales automotrices. En esto han contado con la complicidad del SMATA.
La actitud especulativa que ahora plantea la Presidenta ha sido denunciada por delegados combativos en el SMATA, y sólo han sufrido persecuciones de parte de las empresas y el propio gobierno. Después de estas declaraciones, ¿se viene un cambió de postura o seguirán actuando en favor de las patronales «buitre»?
Respecto de las importaciones, hay datos que muestran que, al menos cuando se trata de ayudar para torcerle la mano a algunos trabajadores díscolos, es cierto que el gobierno no frena importaciones. Es así en el caso de los cables que necesita Ford, que produce la autopartista Lear. Como parte del plan patronal para atacar a la interna, la automotriz, la autopartista y el gobierno acordaron que la producción local se reemplazara con importaciones durante el período en el que la planta se paralizó por el conflicto”