La Reforma Educativa actual no recuperara la situación real de las etnias y poblaciones originarias.
Jueves 10 de agosto de 2017
El 9 de agosto es declarado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como “Día Internacional de los pueblos indígenas”, con un supuesto reconocimiento a las culturas autóctonas, lo cual resulta una lavada de cara para un sistema que durante siglos ha oprimido a estas poblaciones mediante la dominación colonial. Uno de los mecanismos mediante los cuales se ha concretado dicha opresión es la negación de los saberes, la cosmogonía y las lenguas indígenas, lo cual tiene su expresión en la educación.
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Uno de los casos más claros en la actualidad es el mexicano, donde la Reforma Educativa trata de arrasar con los derechos laborales de profesores de enseñanza básica, estableciendo la educación estandarizada donde el aprendizaje del inglés resulta una imposición. Negando de esa manera los idiomas de los pueblos originarios, cabe aclarar que aprender inglés no tiene nada de malo por sí mismo, pero ¿cómo puede la educación estandarizada adecuarse a las necesidades de las poblaciones autóctonas? La respuesta es simple, no lo hace.
Hipocresía institucional.
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Propuestas como el Programa para la Transformación de la Educación en Oaxaca (PTEO), donde connotados intelectuales (entre ellos el difunto epistemólogo chileno Hugo Zemelman) participaron para su elaboración, no han sido tomadas en cuenta para la implementación de los programas educativos. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha sido una de las grandes impulsoras de la Reforma Educativa, presionando al gobierno mexicano para que su implementación sea los más acelerada posible, de manera que aniquile la cultura de los pueblos con la enseñanza de los valores capitalistas.
Ante esta situación la ONU guarda silencio, mientras en el terreno mediático se declara el Día Internacional de los pueblos indígenas, en los hechos los niegan con este tipo de medidas las cuales responden a los intereses de las grandes empresas para educar a los niños como simples operadores de los medios de producción, que sepan seguir instrucciones y no cuestionen las condiciones sociales en las que realicen su trabajo. Esto como parte de la política imperialista de recomposición de los monopolios internacionales y de las burguesías locales de cada país, a medida que se acentúa la crisis del sistema mundo capitalista los grandes magnates tratan de descargarla sobre los trabajadores, las mujeres, los pueblo indígenas etc. con reformas de este tipo.
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La Reforma Educativa actual no recuperara la situación real de las etnias y poblaciones originarias, buscando la preservación de sus lenguas y su inclusión en otras áreas del bienestar, como se puede observar, la Reforma Educativa actual no tiene contempladas ninguna de estas cuestiones. La razón es que no es educativa, sino laboral, y está diseñada para profundizar la dominación colonial fortaleciendo la economía extractivista, el despojo de los recursos naturales, la precarización de los trabajadores y una mayor subordinación de los países periféricos a los grandes centro imperialistas.
Una de las tantas consecuencias, es la profundización de la otredad colonial, es decir seguir contrayendo a los indígenas como un “otro” atrasado, exótico, salvaje, que debe adoptar las costumbres occidentales si quiere progresar, ocultando las raíces de la opresión. Los Estados nacionales alineados al orden mundial no quieren que en sus territorios se hablen otras lenguas más que las oficiales, lo mismo con la enseñanza de la historia, de la geografía, de las costumbres y de la cultura, por ello se estandariza la educación, para reproducir la ideología dominante y negar cualquier otra que resulte disidente.
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Sólo la más amplia unidad de los pueblos oprimidos junto con los trabajadores, los jóvenes, las mujeres, la comunidad sexo-diversa pueden frenar esta situación, sólo torciéndole el brazo a los Estados será posible implementar programas como el PTEO, de los contrario las condiciones políticas que los gobiernos pro empresariales impongan harán imposible una educación más inclusiva y que respete la visión y la cultura de las poblaciones originarias. Mientras el imperialismo no encuentre un freno vía la más amplia unidad de los explotados, sus organismo internacionales seguirán presionando para la implementación de las reformas estructurales en cada país.