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Red Internacional
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PREMIOS OSCAR. ’La Trinchera Infinita’, ’O que Arde’ y ’El Hoyo’, las películas españolas preseleccionadas para los Oscar

Tres películas bien diferentes entre sí, aunque caracterizadas todas por una mezcla de dolor y esperanza, compiten para ser la representante española en la gala de los Oscar del 2021.

Eduardo Nabal

Eduardo Nabal @eduardonabal

Miércoles 7 de octubre de 2020

Como siempre, nos acompaña el problema del entendimiento cultural, de aquello que en EEUU se desconoce o malconoce de la cultura y la historia española lo que deja en entredicho a la que es, sin duda, la mejor de las tres: “La trinchera infinita” de Aitor Arregi, Jon Garaño y Jose Marí Goneaga, tres realizadores y guionistas de trayectoria más que encomiable y que ya cruzaron fronteras con el éxito de “Handia”, rodada en castellano y en euskera.

Con sensibilidad y dureza, apoyándose en un excelente trabajo interpretativo de Antonio de la Torre, la película nos acerca a la vivencia de uno de los muchos militantes republicanos que tuvieron que esconderse (los llamados “topos”) mientras duró la dictadura franquista y sus represalias. Un filme a la vez bello y terrible que ya le valió el Goya a la mejor actriz a una esforzada Belén Cuesta, en su primer gran papel dramático, como la mujer sojuzgada de ese hombre que ha encontrado un refugio, a la vez asfixiante y seguro, en el interior de las paredes de su casa.

Nada desdeñable, con sus hermosos paisajes naturales, aunque más fría y pausada, es “O que arde” de Oliver Laxe, ya conocido por la crítica gracias a su prestigiosa “Mimosas”, que nos acerca, en tono intimista, a la Galicia rural en la que nacieron sus padres a través de dos personajes, un presunto pirómano y su madre, una de esas tantas mujeres que trabajan en el campo condenadas al olvido, pero, a la vez llenas de amor, arrojo y valentía. Naturalismo, refinada poesía y sensible descripción humana van llenando el universo del filme de Laxe, que, con su ritmo lento y su aproximación veraz a los personajes, no se amolda a los parámetros narrativos más convencionales. El filme reflexiona, en tono a la vez suave y certero, acerca del peligro de los bosques a causa de los incendios forestales -detrás de los cuales se esconden grandes intereses- y el olvido generalizado.

En otra línea fílmica bien distinta se sitúa “El hoyo”, el segundo largometraje de Galder Gaztelu Urrutia, cuyo aplicado engranaje fílmico, empaque visual y feroz montaje, no logran ocultar que nos encontramos ante una película de cine fantástico y de terror en el que la alegoría social, al contrario de lo que sucedía, por ejemplo, en la coreana “Parásitos”, se cae de puro obvia y, más aún, al ponerla en boca de los protagonistas de la opresiva y terrorífica cinta, una distopía gore y llena de humor negro sobre los niveles sociales, a través de un experimento imaginario que desata el lado más oscuro de la naturaleza humana y las injusticias sociales.

La brecha cultural puede impedir que un filme de la altura de “La trinchera infinita”, sin desdeñar el valor, cada una a su manera, de sus competidoras, sea comprendida por los académicos de Hollywood, a pesar de su sólido empaque dramático, sus imágenes hipnóticas, sus grandes interpretaciones y su revisión sensible, honda y acertada de las secuelas de una larga dictadura.


Eduardo Nabal

Nació en Burgos en 1970. Estudió Biblioteconomía y Documentación en la Universidad de Salamanca. Cinéfilo, periodista y escritor freelance. Es autor de un capítulo sobre el new queer cinema incluido en la recopilación de ensayos “Teoría queer” (Editorial Egales, 2005). Es colaborador de Izquierda Diario.

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