Con inversión nacional, la UNL construirá una escuela que destruirá su reserva ecológica, dejando sin ese “laboratorio a cielo abierto” a los estudiantes de carreras como biodiversidad, y devastando ese humedal en un contexto de incendios y depredación ambiental en todo el país.
Martes 3 de noviembre de 2020 20:08
A mediados de octubre, la Universidad Nacional del Litoral anunció que, a través del Programa de Inversión en Infraestructura Universitaria, se construirá una nueva sede en el predio donde se sitúa su reserva ecológica.
La misma es un territorio de doce hectáreas que se encuentra frente a la laguna Setúbal. Fue creada en el año 1998 y cuenta con fauna y flora autóctonas. Es un lugar de fácil acceso para la gente de la ciudad, y se lo usa para el estudio por parte de los propios estudiantes de la universidad, siendo prácticamente llamada por algunos un "laboratorio a cielo abierto" o un "aula verde".
El edificio, que será financiado por el gobierno nacional, constará de una inversión de $276.125.160 y será utilizado para “tareas múltiples”. Varias ONG ya criticaron el proyecto argumentando que no se ha realizado un estudio sobre el daño que generará en el hábitat. El aumento de circulación de humanos, de vehículos, de contaminación lumínica y sonora, la tala de flora autóctona, todo esto combinado y nocivo ya por su cuenta, generará la migración de la fauna. Todo esto en el marco de enormes incendios de humedales en todo el país, provocados bajo el mandato de capitalistas ganaderos y empresas inmobiliarias.
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El gobierno nacional de Alberto Fernández sigue permitiendo que el empresariado avance sobre la naturaleza. En este contexto de crisis ecológica, al que se suma también la posible creación de megafactorías porcinas en el país y en la provincia, se vuelve todavía más irracional la construcción de este edificio que alterará negativamente al ecosistema del humedal. Como bien dicen las distintas ONG, el problema no es el edificio en sí, sino el lugar.