Ambos países europeos han registrados niveles más altos de los previstos en el nivel de precios. Para los analistas es preciso que el Banco Central Europeo reflexione sobre posibles cambios en la política de “tasas cero”.
Viernes 30 de junio de 2017
Este jueves se dieron a conocer los datos sobre precios al consumidor de Alemania y España registrados durante el mes de junio. En ambos países las alzas fueron mayores a las esperadas.
El mismo día Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, declaró que “el programa de compra de activos de la entidad se volvería menos expansivo de cara a 2018, ya que el crecimiento regional ha ganado ritmo y las tendencias inflacionarias regresaron tras un periodo de caída de precios.”
La Oficina Federal de Estadísticas confirmó que los precios al consumidor en Alemania, (armonizados para comparase con otros países europeos), se situaron en un 1,5 % interanual.
Mientras en España, el Instituto Nacional de Estadísticas sostuvo que los precios al consumidor armonizados con la UE avanzaron hasta el 1,6 % interanual en junio. Ambos resultados superaron los sondeos previos ubicados en un 1,4 % y un 1,5 % respectivamente.
Esta leve aceleración en la inflación suma más presión sobre el BCE y la posibilidad de un cambio de rumbo en sus medidas monetarias que sigan el camino alcista de la Fed. Esta demanda es reclamada desde hace tiempo por el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, quien mantiene una disputa abierta con Draghi por sus políticas de tasas cero, entre otros.
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Actualmente el BCE mantiene un programa de compra de activos (QE) por valor de 2,3 billones de dólares hasta fin de año; pero para el tercer trimestre deberá confirmar si extiende o reduce las compras, que a pesar del mínimo crecimiento registrado en la UE podría comenzar a impulsar la inflación en algunos países como España o Alemania, gestando una contradicción inherente a sus políticas.
Este viernes la UE dará a conocer los datos globales de inflación, que lleva más de cuatro años por debajo del objetivo del BCE situado en un 2 %. Restará comparar los niveles de precios y crecimiento que podrían hacer cambiar de rumbo (o no) la política monetaria del BCE. La Fed inicio el cambio de rumbo a finales de 2015 pero los datos indicarían que se ha llegado a un tope en el periodo de subas de tasas, al menos hasta que las medidas económicas de Trump den señales más claras.