Anya Taylor-Joy protagoniza la serie de Netflix que es suceso mundial. Vivió su infancia en Argentina y reivindica al movimiento feminista actual. “Hay que continuar la lucha, que va a tomar tiempo, pero vamos a llegar", señala con firmeza.
Jueves 12 de noviembre de 2020 22:02
Son sólo 7 episodios y el ajedrez es el eje de la miniserie que estrenó el último 23 de octubre la plataforma Netflix. Basada en la novela The Queen’s Gambit de Walter Tevis, habla mucho más que de las jugadas estratégicas del tablero blanco y negro. Se trata de Gambito de Dama (nombre de una jugada de partida del juego), donde la actriz Anya Taylor-Jov encarna a una joven huérfana que pasa su infancia, pubertad y parte de la adolescencia en un orfanato. Es allí donde descubre el juego a través del conserje de la institución robando tiempos de clases (con la resolución de problemas matemáticos ). La niña Beth Harmon se sienta en un oscuro sótano para ser iniciada por el Mr. Shaibel (Bill Camp) que hasta ese momento era un solitario jugador. Enseñando el ABC del deporte, le abre camino al mundo de los “clubs de amigos del ajedrez”. A partir de ahí, la vida de Beth cobrará (otro) sentido y con el devenir de la historia tendrá una vida signada por su apasionado profesionalismo con el juego en cuestión.
La actriz, que brilla por su interpretación y no había jugado nunca al ajedrez, es Anya Taylor-Jov y nació en abril de 1996 en Miami. Sin embargo, siendo aún una beba, su madre (española e inglesa) y su padre (escocés y argentino) vinieron a la Argentina donde pasó sus primeros años e inició su ciclo escolar en nuestro país en el exclusivo Northlands School de Olivos. Luego se trasladaron a Inglaterra. Ahí, ya adolescente trabajó como modelo hasta que le ofrecieron un pequeño papel como actriz. Fue con la película La bruja (2015) y Fragmentado (2016) donde saltó a la fama mundial. El año que viene será Furiosa en la precuela de Mad Max: Fury Road.
Mucho se habla del enfoque feminista de la serie, ya que el mundillo del ajedrez (como tantos otros) son dominio del género masculino y más teniendo en cuenta que la serie está ambientada en los años 60. Sin embargo, al ser consultada sobre la discriminación de las mujeres en ese deporte define: “lo que es hermoso de Beth es que está tan alejada de la sociedad que verdaderamente no entiende por qué la gente habla de su género en lugar de sus habilidades como jugadora. Tener la oportunidad de interpretar a esta persona en esa época específica lo sentí como algo muy liberador y lo disfruté mucho” y añade: “en el caso de Beth, ella no se ve como una mujer que juega al ajedrez, se ve como una jugadora de ajedrez que es mujer”.
La actriz, a diferencia de su personaje que no lo hace consciente, es una férrea defensora de las luchas feministas y ha reivindicado en varias oportunidades al movimiento feminista argentino y Latinoamericano, apoyando los reclamos de sus derechos: “creo que hoy las mujeres tenemos una voz más fuerte y ahora la sociedad entiende la desigualdad", sostuvo. "Va a llevar tiempo deconstruir una sociedad sexista por gran parte de su historia, hay que continuar la lucha que va a tomar tiempo pero vamos a llegar".