A fines de octubre vencerá el plazo, en donde por tercera vez, la “Comisión Nacional de Distorsión de Precios” tendrá que pronunciarse sobre la práctica del dumping a las importaciones de barras de acero Chino, situación denunciada por los sindicatos de la histórica fundición Huachipato.
Viernes 18 de agosto de 2017
Crisis en la principal industria del acero en Chile
Los trabajadores de la principal acería de Chile, la histórica fundición Huachipato de 1950, que hoy forma parte del grupo Compañía de Aceros del Pacifico (CAP) vienen denunciando la crítica situación que atraviesa la fundición frente a las importaciones de barra de acero desde empresas Chinas.
Los dirigentes de los sindicatos N°1 y N°2 vienen exigiéndole al gobierno y a la Comisión Nacional de Distorsión de Precios que realicen una política anti-dumping a las tres empresas chinas que importan barras de acero que sirven para los bolones destinados a la molienda. En esta ocasión, sería la tercera vez que los sindicatos exigen un pronunciamiento sobre esta práctica comercial.
Y es que solo las barras para molienda representan el 50% de la producción de Huachipato, haciéndose imposible enfrentar los precios de competencia que imponen las empresas del gigante asiático. Los trabajadores denuncian que la situación pone entre dicho la permanencia de la empresa y denuncian la posibilidad de un “cierre del alto horno y el fin de la emblemática siderúrgica”.
El Sindicato N°1, dirigido por Héctor Medina ira a la comisión de economía este 22 de agosto buscando apoyo en los parlamentarios. Lo cierto es que ya es el tercer intento y estos parlamentarios parecen solo escuchar los intereses de las grandes empresas. También han hecho un llamado a la CUT y a Bachelet para “ser escuchados y que tomen conciencia de lo que está en juego”.
¿Qué es el dumping y a que está apostando China?
El dumping es una práctica comercial que consiste en vender productos por debajo de su precio normal, inclusive bajo el costo de producción con el objetivo de eliminar la competencia en el mercado.
Y es así, que el interés Chino de transformarse en uno de los principales socios comerciales del país, basa sus intereses no solo en el Cobre, si no en una línea general que tiene el país asiático de buscar penetrar con sus mercancías en Latinoamérica (y en el mundo) para lograr un rol más protagónico dentro de los mercados imponiendo sus propios términos comerciales.
Es el caso reciente, de las primeras ensambladoras Chinas, de las marcas automotrices BAIC y JAC, establecidas en México, con el objetivo de introducir sus modelos desde allí a todo el Conosur.
En otro nivel la “China Week”, el evento comercial que iniciara a fines de agosto, tendrá por objetivo concentrar más relaciones y buscar la llamada “inversión” extranjera con el gigante asiático. Solo el presidente Xi-Jinping se ha propuesto, que no sólo un intercambio (desigual) aumente, si no también la inversión en Chile de 260 millones a 250.000 millones de dólares, según recalca la directora ejecutiva de la Fundación Chilena del Pacífico y organizadora del Apec CEO Summit 2019 en Chile.
Hasta un banco chino está por abrir sus puertas durante estos meses, el llamado “Banco Asiático de la Inversión y la Infraestructura”. Lo cierto es que en los marcos de la crisis económica y la progresiva estrechez de mercado, las principales economías del mundo junto a las potencias regionales, inician una guerra comercial más abierta con el objetivo de ir copando los mercados.
Para China, la minería, el litio y la actividad energética son objetivos de privatización. Y es así como la principal acería de Chile se encuentra en una situación crítica debido a la voracidad de los capitales extranjeros, que no dudaran en hacer quebrar empresas privadas y nacionales, en su afán de competencia. Un complicado escenario enfrentan los trabajadores y sus familias por el tan anhelado “crecimiento empresarial”.
La necesidad de nacionalizar todas las ramas de la industria y ponerla bajo gestión de los propios trabajadores, de la mano de avanzar al monopolio estatal del comercio exterior, son tareas que los trabajadores debemos empezar a plantearnos en el camino de terminar con la expoliación imperialista y con este sistema que solo funciona a la medida de los empresarios, viviendo una eterna inestabilidad según los vaivenes del mercado.