Llanos Masó, presidenta de Vox en Castellón, ultracatólica y antiabortista de Hazte Oír será la nueva presidenta del Parlamento valenciano tras el acuerdo con el Partido Popular de Carlos Mazón. El acuerdo le abre, además, las puertas del gobierno a Vox.
Lunes 26 de junio de 2023
GRAFCVA4265. VALENCIA, 26/06/2023.- Varios diputados de Compromís han desplegado una bandera LGTBI durante la intervención de la nueva presidenta de Las Cortes Valencianas, la diputada de Vox Llanos Massó .EFE/ Manuel Bruque
Llanos Masó contará este lunes con los 40 votos que necesita del PP para convertirse en la nueva presidenta de las Corts, además de con los 13 diputados de Vox, su partido. Una figura enormemente polémica que ha atacado el valencià, los derechos reproductivos de las mujeres y la educación sexual en los colegios.
Todo ello pese a que el PP sigue diciendo, en su última campaña que no gobernarán “a cualquier precio”, haciendo referencia a sus pactos con la formación ultraderechista. Sin embargo, reconocen también que "entienden las aritméticas regionales en las que es necesario pactar para alcanzar el poder".
Unas aritméticas que en Valencia están llevando a que en municipios como Náquera el gobierno de PP-Vox plantee prohibir banderas LGTBI y concentraciones contra la violencia machista, unas medidas completamente reaccionarias que serán desarrolladas en base al Acuerdo de 50 puntos aprobado a nivel autonómico por ambas fuerzas.
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Massó es teóloga, diplomada en Ciencias Religiosas por el Instituto de Ciencias Religiosas de la diócesis de Castellón y ha formado parte de la plataforma Hazte Oír, responsable de difundir una ideología contraria a los derechos de las personas trans, de las mujeres y las leyes que protegen a las personas LGTBI.
Ha sido, además, parlamentaria en las comisiones de Educación y Cultura, Economía, Presupuestos y Hacienda y Reglamento, en las cuales se ha centrado en denunciar el plurilingüismo y criticar el valencià, criticar el supuesto “adoctrinamiento en las aulas” con cuestiones como que en los libros disponibles en las bibliotecas escolares haya, supuestamente, dibujos de penes.
Pese a que el PP de Feijóo dice que no dará “ni un paso atrás en política sobre violencia machista o derechos fundamentales” lo cierto es que la contradicción no puede ser mayor. En primer lugar, porque el mismo PP ha sido el responsable en defender las políticas contra los derechos de las mujeres y de las personas LGTBI, como el ataque al aborto de Ruiz Gallardón en 2014 o la oposición al matrimonio igualitario en 2005. Por tanto, estos pactos como en Valencia no sorprenden tanto.
Y en segundo lugar, porque, en los hechos, el PP está dando pasos agigantados en sus pactos reaccionarios y antiderechos con Vox, pactos que anticipan lo que podría ser un posible gobierno conjunto del Estado entre ambas formaciones después del 23J. Un gobierno donde se ataque enormemente los derechos de las mujeres y se den pasos atrás en materia de violencia sexual o LGBI. En suma, un gobierno que pretenda hacer retroceder a golpe de ley lo que se ha conquistado con lucha en las calles.
Pero este avance de la derecha no es una casualidad. El PP y Vox aprovechan el descontento social que genera el “progresismo” del gobierno. Un gobierno que ha mantenido una agenda imperialista y neoliberal, abriéndole la puerta a la derecha. Por eso, a la derecha no la podemos parar votando al “mal menor”, porque eso nos conduce a un callejón sin salida. Ese mal menor que, además, cada vez es más relativo y se derechiza, como vemos en el reciente caso de Barcelona, donde Ada Colau le ha dado la alcaldía al PSC en acuerdo de investidura con… ¡el PP!
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Como sí paramos a la derecha es estando organizadas en cada centro de trabajo, de estudio y barrio. Con la fuerza de una clase trabajadora más feminizada, LGTBI, migrante y diversa que nunca, que sufre los ataques de la derecha y la desidia progresista. La juventud, los trabajadores, las mujeres y el resto de sectores debemos construir una alternativa socialista y revolucionaria ante quienes nos pretenden llevar a la barbarie.