México, productor intermedio de crudo, fue crucial para alargar las negociaciones de las potencias petroleras, al negarse a recortar más allá de 100 mil barriles su producción de combustible.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Lunes 13 de abril de 2020
Tras cuatro días de negociación entre las potencias que forman parte de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP), por fin se llegó a un acuerdo para reducir en 9.3 millones la producción diaria de barriles de crudo. Sin embargo, la sorpresa fue México, que se opuso a Arabia Saudita y su propuesta de que los participantes, de conjunto, debían reducir la producción de crudo un 23%, lo que para México significa recortar 400 mil barriles diarios.
La secretaria de Energía, Rocío Nahle, fue categórica al plantear la negativa del gobierno mexicano de reducir más allá de 100 mil barriles su producción de crudo diaria. Claramente, detrás de esta negativa se encuentran los planes energéticos de AMLO y la 4T, como la refinería Dos Bocas y el plan de salvataje de Petróleos Mexicanos (Pemex) pero, también el riesgo de aumentar dramáticamente la deuda externa del Estado mexicano.
Tanto Rusia como EE.UU. destacaron el ejercicio de coordinación para mitigar los daños al negocio petrolero. Trump presumió de su logro, que significa mantener miles de empleos de trabajadores estadounidenses de la energía, mientras cientos de despidos se anunciaron recientemente en su país.
AMLO, ¿intercambiando la soberanía mexicana por un salvavidas?
México no hubiera logrado la concesión para no recortar tan drásticamente la producción de crudo sin el aval estadounidense. Arabia Saudita y Rusia deben haber tomado el gesto de Trump como otra señal de su disposición a mantener la cooperación necesaria con tal de sacar a flote medidas que recompongan el precio del crudo.
Que EE.UU. cubra el faltante de recorte en la producción correspondiente a México no vendrá sin ningún costo; tanto en la política como en la economía, AMLO demostró su disposición a mantener la subordinación al vecino del norte, sin importar los planes de Trump.
México se beneficiará del probable aumento del precio del crudo, manteniendo una producción muy similar a los niveles previos al acuerdo que, en retrospectiva, son los más altos desde 1992 pero, a cambio, condiciones más leoninas en el terreno comercial, financiero y diplomático pueden avecinarse.
En plena carrera electoral, Trump ha redoblado las deportaciones y persecución de migrantes, así como su ofensiva sobre Cuba y Venezuela, manteniendo los bloqueos y desplazando tropas militares a las fronteras de este último. En este marco, su gesto con México no puede ocultar que la intención del magnate es redoblar la expoliación de recursos sobre nuestro territorio tanto como la explotación de mano de obra mexicana.