Derrota política del oficialismo y pase de facturas. Pichetto, criticado y ratificado al frente del FpV. El “cogobierno” va llegando a su fin.
Viernes 25 de noviembre de 2016
A esta altura del siglo XXI resulta difícil (imposible podríamos decir) escapar de la mirada de las redes sociales. Allí están para confirmar que algo es un éxito, un fracaso o resulta completamente intrascendente. Ayer por la tarde, fueron esas mismas redes las que pusieron en evidencia el golpe político que sufrió el oficialismo de Cambiemos, con su proyecto de reforma política.
Señalemos entonces que el título de esta nota no pretende destilar originalidad. Se trata, de hecho, de uno de los tantos chistes que se pudieron leer en Twitter, cuando el hashtag #MurioElVotoElectronico se transformó en tendencia.
La reforma política electoral, impulsada desde hace meses por el oficialismo, recibió una suerte de certificado de defunción. Quien lo otorgó fue el bloque de senadores del FpV-PJ que, reunido con varios gobernadores, definió rechazar el proyecto que había sido votado en la Cámara de Diputados.
El dato viene a ilustrar la derrota oficialista. En las últimas semanas, parte de los esfuerzos del Ejecutivo nacional estuvieron orientados a lograr el consenso de los “gobernas” para la reforma. Hace menos de una semana había sido el ministro Frigerio quien había lanzado munición gruesa, afirmando que “hay gobernadores que no quieren perder las ventajitas”.
Luego de este traspié, la reforma política tiene prácticamente cero chances de ser tratada en la Cámara Alta. Esto ocurre a pesar de que figura en el listado de leyes que deberían debatirse en las sesiones Extraordinarias convocadas por el Gobierno.
La derrota política volvió a dejar expuestas las internas dentro del oficialismo. Según trascendió en la noche de este jueves, desde la Casa Rosada bajaron las críticas hacia la misma vicepresidenta y Federico Pinedo. Éste no tuvo más remedio que trasladar las culpas.
Poderoso don dinero…
Más valen en cualquier tierra
(Mirad si es harto sagaz)
Sus escudos en la paz
Que rodelas en la guerra.
Pues al natural destierra
Y hace propio al forastero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
(Francisco de Quevedo)
Para encontrar parte de las razones de este rechazo, posiblemente haya que surfear en el ámbito de la economía. La supuesta preocupación de un Insfrán o un Verna por las falibilidades del sistema de votación electrónico convencen poco y nada.
En el comunicado que se dio a conocer tras la reunión, tal vez el único punto que puede ser leído en clave realista, es el que relata que “se abordó de manera prioritaria y extensa la preocupación central de gobernadores y senadores respecto a la crítica situación económica y social que atraviesa las provincias”.
Ayer, durante la reunión, el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, se atrevió a preguntar “¿no es peligroso quedar como retrógrados?”.
Bordet tiene sus razones para jugar de oficialista. En la legislatura de Entre Ríos, la bancada de Cambiemos otorgó el martes pasado el apoyo necesario para aprobar el presupuesto provincial. Lo hizo, además, dejando en claro el toma y daca. “Debe reconocer al gobierno provincial que esta compleja situación económica sería mucho peor si el gobierno nacional le diera la espalda” dijeron, de manera textual.
“De ninguna manera. La gente tiene otros problemas como ver si llega a fin de mes” le contestó el pampeano Carlos Verna, un peronista que no tuvo empatía con el kirchnerismo en sus años de bonanza y que ahora reclama con la misma fiereza.
Poder feudalizado
La anterior afirmación de Frigerio no yerra el blanco por completo. A pesar de que pueda parecer absurdo, para los gobernadores provinciales, no todo se trata de dinero.
Una reforma política extendida a nivel nacional, incluso con las enormes restricciones que implicaba este proyecto -y que fueron denunciadas desde el Frente de Izquierda-, amenazaba con generar ruidos y tensiones en los distritos provinciales. Estudios realizados en Salta –según el sitio El Estadista- mostraron que el sistema de boleta electrónica había permitido una tendencia hacia un mayor corte de boleta, reduciendo el arrastre de las figuras fuertes que se postulaban al Poder Ejecutivo.
En un año donde el peronismo deberá avanzar en su reorganización hacia las elecciones de 2019, un mecanismo que puede generar inestabilidad no parece ser la mejor opción. Los gobernadores, para hacer sentir su peso en la interna partidaria, deberán revalidar sus credenciales. Para ello, como dice el refrán, más vale malo conocido…
La rosca infinita
Las tensiones internas del peronismo también tuvieron otra expresión en la reunión de este jueves. Todas las versiones indican que el liderazgo de Miguel Ángel Pichetto apareció cuestionado fuertemente, por haber defendido el proyecto original votado en Diputados.
En ese marco, el xenófobo y aún jefe de los senadores del Frente para la Victoria se mostró dispuesto a poner en discusión la jefatura de bloque. “Eso lo discutimos en febrero” le contestaron.
En medio de la rosca, lo que terminó primando fue el "espíritu unitario" para sostener al bloque. Por ahora, Pichetto sigue. Pero el tiempo corre.
El co-gobierno va llegando a su fin
“Más no le podemos pedir a Sergio. Nos ha votado casi todo. Si diera un paso sería parte de Cambiemos”. La frase pertenece a uno de los ministros del gabinete nacional, según el diario Clarín. En la reunión de senadores y gobernadores de ayer jueves, estos últimos hicieron propia la misma afirmación.
La semana que termina volvió a poner sobre el tapete la debilidad fundamental de Cambiemos, en este caso expresada en el terreno parlamentario. Su carácter de minoría permanente es lo que le impuso negociaciones constantes y lo llevó a derrotas en determinados momentos.
Evidenciado esa debilidad, el miércoles pasado, los mismos ministros Frigerio y Prat-Gay habían tenido que hacerse presentes en Diputados para negociar con Massa y el Frente Renovador las leyes de Emergencia Social y las modificaciones en ganancias.
Durante el año que termina, la gobernabilidad de Cambiemos fue habilitada por los consensos (y los votos) del Frente Renovador y el Bloque Justicialista en la Cámara Baja. La misma labor hizo el Frente para la Victoria en el Senado. Sin esos apoyos hubiera sido imposible para el Gobierno aprobar el pago a los fondos buitre y el blanqueo de capitales, por citar dos normas fundamentales para la política de “retorno al mundo” esbozó el oficialismo.
El camino abierto hacia las elecciones muestra que esa situación pertenece cada vez más al pasado. Es evidente, sin embargo, que el tenor de esas diferencias no alcanzará problemas sustanciales. Así lo mostró la votación unitaria de este miércoles, cuando en una nueva sesión maratónica, Cambiemos, el Frente Renovador y otras fuerzas votaron un endurecimiento de las medidas punitivas.
Las denuncias más constantes y consecuentes a ese pacto de gobernabilidad que hoy cruje han venido -y seguirán viniendo- desde el Frente de Izquierda.
Eduardo Castilla
Nació en Alta Gracia, Córdoba, en 1976. Veinte años después se sumó a las filas del Partido de Trabajadores Socialistas, donde sigue acumulando millas desde ese entonces. Es periodista y desde 2015 reside en la Ciudad de Buenos Aires, donde hace las veces de editor general de La Izquierda Diario.