El resultado del referéndum, 2897 (58,16 %) frente a 2008 (41, 84 %) deja una plantilla profundamente dividida y con una crítica muy fuerte al “miedo” promovido por la burocracia sindical de los sindicatos mayoritarios.
Jueves 1ro de febrero de 2018
Como se dice popularmente hay mucha gente, sobre todo del sector más joven, que ha votado SI al preacuerdo“tapándose la nariz”. Esta es la lectura que podemos sacar del resultado de la votación conocido hoy y de algunos testimonios de trabajadores y trabajadoras a la hora de emitir su voto y tras conocerse el resultado No les gusta el acuerdo pero creen que no había otra alternativa.
“Trabajar más por menos”
Con esta expresión se resume perfectamente el preacuerdo alcanzado el pasado lunes 29, entre la dirección y los 3 sindicatos mayoritarios del Comité de Empresa (UGT, CCOO y Acumagne). Tras 3 días de intensas negociaciones y ante la amenaza y el “fragrante” chantaje de la empresa, de que o se firmaba el nuevo convenio ya o se lleva la producción del Corsa a otra fabrica, se llegaba a este acuerdo “in extremis”, cuando apenas quedaban dos horas para que terminara el ultimátum dado por la dirección.
El nuevo convenio acordado tiene una vigencia para cinco años (2018-2029 y supone la congelación salarial durante el primer año y una subida del 50% del IPC en 2019 y 2020 y del 60% para el 2021 y 2022. Además reduce los pluses de festivos y nocturnidad y establece una recorte progresivo hasta su desaparición en 5 años del plus de calendarios especiales.
Todos estos recortes supondrán mas de 100 euros menos al mes. También incluye además la implantación de entre 15 y 18 turnos flexibles en la línea 1 (la del Mokka X, Crossland X y Citroën C3 Aircross) hasta septiembre del presente año. Por último aumenta el tiempo de trabajo que tendrían que trabajar, más sábados y reducción de la pausa del bocadillo.
Si la situación para todos los trabajadores y trabajadores de la planta es horrible con estos durísimos recortes, para los que están a punto de jubilarse o entren nuevos aún es peor. Como denuncia el sindicato CGT, los que se jubilen del 1 de enero al 30 de junio de este año solo cobraran como máximo el 85% de su salario y los que lo hagan después, hasta el 31 de diciembre, el 75 %.
A las nuevas contrataciones se les aplicara una tercera escala salarial, con salarios más bajos que los actuales y además podrán ser contratados por horas parcialmente. Hay que recordar que este sindicato junto con OSTA es el único que se ha opuesto al preacuerdo y ha hecho campaña por el NO.
“A cambio” la empresa solo hace una “declaración de intenciones” vacía de compromiso de un verdadero Plan Industrial y de “carga de trabajo, e inversiones reales de futuro, que garanticen la continuidad de la planta durante muchos años.
Ambiente “caldeado” y presión de la burocracia sindical
Todo esto ha generado un ambiente de gran tensión y división entre la plantilla, hartos ya de tantas amenazas y recortes, que se ha manifestado por varios trabajadores en declaraciones a los medios. Miguel Ángel Alfranca, empleado en la factoría desde hace 30 años afirma que “Llevamos cinco convenios y 15 años perdiendo poder adquisitivo”.
Rafael Sánchez denuncia que “nos quieren llevar a la esclavitud económica y unas condiciones laborales penosas. A los que estamos produciendo tanto en prensas como en carrocerías nos están dejando sin vida social, sin poder estar con la familia. Ahora tendremos que trabajar gratis los sábados y pagándonoslo solo a 10 o 12 euros y con un día de fiesta entre semana”.
Por último Blanca Ubau, se lamenta que "si cedemos, qué derechos les vamos a dejar a los que vienen. La plantilla está muy enfadada de que vengan siempre con amenazas".
Tras conocerse el resultado, los ánimos de la platilla no han mejorado y el “sabor” que queda es “amargo”. Muchos hablan de que era un “mal necesario” y “lo único que se podía hacer”. Otros tantos son mucho más críticos y críticas y denuncian que llevan 15 años seguidos cediendo en cada convenio. Una trabajadora ha llegado a afirmar que “si cada vez que firmamos un convenio perdemos derechos, de aquí a 20 años vamos a venir a trabajar simplemente como hace 100 años, por el pan y la cama”.
Todo este malestar ha generado que la burocracia sindical de los sindicatos firmantes del pacto, hayan realizado una campaña basada en infundir el “miedo” más absoluto a la plantilla. El secretario de la sección sindical de UGT en Figueruelas, José Carlos Jimeno, afirmaba que no había Plan B si no se aprobaba este acuerdo. Afirmaba que “quien votara NO estaba poniendo en peligro no solo el futuro de la planta sino de todo Aragón”. Esta presión constante sobre la plantilla para que aceptara estos recortes ha llegado también desde el Presidente de Aragón Javier Lamban o del Ministro de Economía Luis de Guindos.
Tanto fue el miedo que empezaron a tener los dirigentes de los sindicatos firmantes a que el No ganara las votaciones, que el martes por la noche, tras llevar varias horas la votación iniciada, la presión a sus afilados dio un nuevo salto. En concreto la sección sindical UGT, la mayoritaria en la planta, mando un email a sus afilados afirmado que “por apreciación en las mesas de votación el No está ganando al Sí”. Tras esto advertía encarecidamente que “la realidad de que el Corsa no esté en Zaragoza si gana el No” “y que por ello había que votar que Sí. Para terminar dejaban claro que “si no lo hacemos así habremos de enfrentar una situación diferente, dramáticamente distinta y que seguro que ninguno deseamos sus consecuencias”.
Organización ya de la resistencia, del 41% de la plantilla y los que votaron sí por terror
A pesar de todas estas amenazas, coacciones y ultimátums, un 41% de los trabajadores y trabajadores han votado que no a este durísimo acuerdo. De los que votaron sí, muchos lo hicieron fruto del chantaje conjunto de empresa y sindicatos mayoritarios. Los dos sindicatos no firmantes del pacto, CGT y OSTA, declaraban este jueves que “algo tendrá que hacer la dirección de Opel con el descontento del 41% de la plantilla”. Santiago Arcos de CGT, denunciaba que “en la planta se vive un gran malestar, ya que la empresa ha conseguido el acuerdo con amenazas, chantajes y mucho miedo a última hora”.
Ya lo expresaba claramente Cesar Yagües, Secretario General de CGT Aragón-La rioja y trabajador de Opel-PSA, en la asamblea celebrada el pasado sábado: “nos están reseteando y quieren que olvidemos que llevamos varios convenios cediendo y aun asi estamos soportando una “carga de trabajo” casi un 30 % superior. Nos quieren llevar a una precariedad absoluta, de miseria”.
Por ultimo afirmaba la necesidad, defendida por ambas organizaciones, de celebrar ya, no un referéndum, sino una Asamblea General de toda la plantilla, que fuera las que marcara las líneas de negociación y sobre todo de movilización.”
Este era el Plan B, que negaban los sindicatos firmantes que existieran. Frente al “chantaje” patronal, movilización y asamblea general. Ahora, por desgracia, el pacto ya está firmado y aprobado, y los brutales recortes que el mismo recoge se empezaran aplicar rápidamente. Este es sin duda, creemos, el momento de poder organizar a ese tanto al 41% de la plantilla que ha votado en contra, junto a todos aquellos que acabaron votando sí fruto del terror paralizante, así hasta ir convenciendo al resto de compañeros y compañeras.
Los compañeros de OSTA y CGT deben “coger “este descontento y “canalizarlo”, en ese instante” en asambleas por sección que converja en una gran asamblea general, como la que pedían ahora, que pueda “hacer frente” a la aplicación de esta “traición sindical” perpetrada por los dirigentes de los sindicatos mayoritarios.