Junio fue el mes en que el frente amplio, se vio en dos situaciones que la tienen hoy reflexionando sobre los ánimos políticos dentro del Frente Amplio y su futuro: los desencuentros con Revolución Democrática (RD) a propósito de la suspensión de la dirigencia de Alfonso Mohor en Ingeniería de la U. Chile, y la fallida acusación constitucional que intentaron, en conjunto, iniciar contra el ministro de Salud, Emilio Santelices. Abrimos algunos puntos de discusión en base a las declaraciones de Constanza Schönhaut a secretaria General del Movimiento Autonomista.
Miércoles 4 de julio de 2018
La apuesta
El foco del movimiento autonomista, luego de los mediáticos traspiés dentro del Frente Amplio, está en establecer los ejes que definirán su agenda siendo oposición. Constanza Schönhaut asume que, en ese ámbito, como coalición están expectantes de los pasos que dará la ex Nueva Mayoría advirtiendo que “si el Frente Amplio quiere gobernar, tiene que construir una mayoría”.
Ademas agrega “Que el potencial que tiene el Frente Amplio es convertirse no sólo en una oposición, sino en una alternativa futura. Toda la capacidad que hoy día tengamos de desplegar nuestro actuar legislativo, parlamentario, territorial, sectorial, tiene que estar orientado a no sólo intentar ser una oposición fiscalizadora, sino principalmente un actor político con proyecto y con algo que ofrecerle a Chile (…) hay que pujar por una articulación del mundo con una agenda posneoliberal que se oponga a quienes están por profundizar el modelo”
Capacidad de gobernar ¿con la ex concertación?
El planteo de movimiento autonomista podríamos decir que se apoya en el modelo de Jorge Sharp: una alianza amplia (electoral) con sectores de la ex concertación y organizaciones sociales que pudiesen sumarle reditos (electorales) para utilizar un cargo que demostrara “gobernabilidad”. No por nada fue Jorge Sharp el que primero hizo un guiño público para votar por Alejando Guiller de la Nueva Mayoría en las últimas elecciones presidenciales.
A nivel programático la denominada agenda pos neoliberal de Jorge Sharp en realidad fue cambiar los focos de discusión impuestos por la lucha del pueblo trabajador, limando el cuestionamiento a la propiedad capitalista.
Sharp como alcalde de Valparaíso prefirió participar en la comisión de seguridad de Piñera y callarse la boca ante problemas como la represión al movimiento secundario o la escandalosa situación en la Araucanía ¿Que clase de oposición es esta?
Otro ejemplo fue la ley Valparaíso: si el 2013 los trabajadores portuarios impugnaron las condiciones precarias relacionadas a un puerto concesionado y privatizado como herencia de la dictadura (y que profundizo la ex concertacion y que mantuvo la Nueva Mayoria) , tras ser desviado el conflicto el frente amplio en el municipio propone la ley Valparaíso o royalty portuario: un viejo proyecto concertacionista que busca superar la deuda municipal aumentando el tributo a las empresas portuarias pero que deja intacta la privatización realizada en dictadura.
La participación ciudadana de la que demagógicamente hablan fue realizar cabildos con empresarios locales y buscar apoyos en diputados de la ex concertación e incluso la derecha.
El debate sobre que clase de oposición buscara ser el frente amplio es importante. Es necesario una oposición, pero no a la medida de los acuerdos con la ex concertación y los tiempos parlamentarios, si no apoyado en la fuerza de los trabajadores y el pueblo para terminar con todas las herencias de la dictadura en la perspectiva de un gobierno de los trabajadores de ruptura con el capitalismo.
Alejandra Valderrama
Redacción La Izquierda Diario Chile. Valparaíso, Chile