El pasado 13 de diciembre, centenares de inmigrantes indocumentados protagonizaron un levantamiento en el centro penitenciario Málaga II, en Archidona, con motivo de la repentina deportación de cuarenta inmigrantes argelinos.
Viernes 15 de diciembre de 2017
Frente a la protesta de los inmigrantes, un grupo de antidisturbios no tardó en intervenir para frenar la revuelta. Según fuentes oficiales no hay heridos y no se ha empleado material antidisturbios. Sin embargo, la Plataforma Ciudadana contra el CIE de Archidona y otros colectivos sociales aseguran que “desde fuera del penal se escuchan gritos dentro y se ve una columna de humo”; y aseguran que los agentes emplearon porras y pistolas eléctricas. Ante esta situación, la medida tomada por las autoridades ha sido incomunicar el lugar, impidiendo la entrada de médicos y requisando los teléfonos móviles de los internos e impidiendo que los presos tengan contacto con sus familiares.
Este hecho no es aislado. Desde el 20 de Noviembre, el centro penitenciario Málaga II se ha convertido en un infierno. Pese a que la Ley de Extranjería y el Reglamento de los Centros de Internamiento de Emigrantes prohíben que pueda constituirse una institución de este tipo en un complejo penitenciario, el Ministerio del Interior ha recluido en su interior a más de medio millar de emigrantes que llegaron a finales de verano, en patera, a las costas de Murcia y Almería.
Las condiciones de habitabilidad del centro son verdaderamente escandalosas, y así lo ha ratificado el Defensor del Pueblo. No existe orden que habilite la prisión como CIE. El centro carece de agua y comida, y según el informe médico, los inmigrantes fueron transportados con bridas y no se respetan las condiciones higiénicas. Desde el desayuno hasta la cena, los recluidos tienen limitado su espacio al patio de la prisión, sin acceso a zonas más cómodas y a cuartos de baño. Los encargados de supervisar a los recluidos son agentes antidisturbios y no funcionarios especializados habilitados para estos fines. Además, se sabe de la posible existencia de dos menores no notificados, cuya permanencia en el CEI constituiría una verdadera negligencia legal y jurídica. Otro menor, ya identificado, ha sido puesto en manos de la Junta de Andalucía tras los altercados. Los hechos hablan por sí solos.
Respecto a las deportaciones, la Plataforma Ciudadana contra el CIE de Archidona afirma que el consulado, junto con abogados y policía, forzó a los inmigrantes a firmar su expulsión sin traductor que interpretase los documentos. “Creo que quieren quitarse de en medio a estos migrantes para que la polémica desaparezca un poco, pero también opino que la idea última es que se habilite un módulo CIE dentro de la prisión. No creo que se trate de un CIE improvisado, sino que el objetivo del Ministerio de Interior es afianzar esta situación”, afirmó Dani Machuca, portavoz de la Plataforma.
La Plataforma Ciudadana contra el CIE, apoyada por varios colectivos y organizaciones políticas como IZAR, entre otras, siguen luchando por que el Ministerio del Interior y la Unión Europea cierre definitivamente este tipo de centros de reclusión y den una solución digna a los miles de inmigrantes que son enviados de nuevo a sus países de origen.
Las deportaciones lo único que consiguen es incentivar a que los migrantes vuelvan a intentar cruzar el Mediterráneo, arriesgando de nuevo su vida. Este domingo, 17 de diciembre, a las 12 horas, ha sido convocada una marcha desde la plaza de Archidona hasta la cárcel Málaga II para protestar por el trato inhumano que reciben estos inmigrantes bajo la supervisión del Ministerio y la Junta de Andalucía.