“De allá donde soy, quedó una casita
y ando trabajando pa’ dejarla bonita.
Tengo la ilusión de llegar a ser viejo
y ahí pasar los días.
Un día volveré…..
Allá donde soy, si Dios me presta vida”
Viernes 2 de julio de 2021
Hasta el primero de julio de 2021, la canción “La Casita” de la Banda MS llegó a 5 millones y 145 mil vistas en su videoclip de YouTube. En ella se describe la vida de un trabajador que tuvo que migrar para el bienestar de su familia; una situación a la que se enfrentan millones de trabajadoras y trabajadores.
El buen recibimiento de la canción se explica, entre otras cosas, porque revive la realidad de millones de trabajadores migrantes, un fenómeno que viene creciendo de manera exponencial en el mundo.
El miércoles 30 de junio, la Organización Internacional del Trabajo, OIT, sacó un informe donde, según sus estimaciones, el número de migrantes a nivel internacional aumentó hasta un 3%, respecto al 2017. Parece una pequeña cifra, pero esto significa que ahora son 169 millones de personas las que se exponen, arriesgan su vida, su bienestar y dejan su familia por un trabajo que no pueden conseguir en su lugar de origen.
En el mismo informe de la OIT, se expresa que la gran mayoría de las y los trabajadores consiguen empleos informales, temporales y por outsourcing. Es decir, que no hay ni un tipo de seguridad laboral. Están totalmente desprotegidos y abandonados. Esto sin mencionar los salarios tan miserables por trabajos difíciles donde la explotación es algo cotidiano.
Pero ésta no es la única problemática a la que se enfrentan nuestros camaradas migrantes, pues también deben resistir a otro gran enemigo: el racismo y la xenofobia. Estas ideas de odio son propagadas por el terrible capitalismo voraz con la finalidad de culpar a los migrantes del creciente desempleo.
Al habitante de un país nativo le infunden el miedo de que el inmigrante le puede quitar su trabajo, sus recursos, su territorio. Detrás del miedo difundido por la derecha se esconde que son los patrones quienes se benefician de la fuerza de trabajo migrante, pagando menores salarios, la mayoría de las veces al cobijo de la informalidad.
En plena pandemia, la población, ahora más que nunca, se ve obligada a migrar para encontrar el tan anhelado bienestar. Como dice la Banda MS en la canción: “Decir esto da tristeza, pero acá estamos mejor. Pero acá estamos mejor”. Aunque la situación sea difícil, las y los trabajadores buscan lo mejor para su familia para su subsistencia, una situación que atraviesa a quienes están en espera del ser querido, así como el inmigrante que sueña todos los días en regresar.
Desde el Movimiento de Trabajadores Socialistas, la Agrupación Juvenil Anticapitalista y la Agrupación de Mujeres Pan y Rosas, luchamos por plenos derechos laborales para las y los migrantes, por seguridad social, basificación, contratos colectivos, igualdad salarial entre hombres y mujeres; entre nativos e inmigrantes, etc. Estamos por eliminar toda legislación xenófoba y discriminatoria. Y denunciamos la violencia sexual que viven las mujeres y niñas migrantes en su paso por México.
Nadie debería emigrar por falta de empleo y las y los trabajadores migrantes deberían contar con salarios y condiciones dignas de trabajo, sobre todo en medio de la pandemia, para que no se exponga la vida de la clase obrera y campesina. Por eso luchamos contra la patronal y la clase burguesa, quienes se enriquecen gracias a nuestra explotación. Ellos son dueños de las grandes empresas que nosotros creamos con nuestra fuerza laboral.
Por eso estamos por la unidad de la clase trabajadora rompiendo las barreras que impone tanto la patronal como la burocracia sindical entre nativos y extranjeros. Creemos que la lucha por mejores condiciones laborales para las y los trabajadores debe ser encabezada en primer lugar por los sindicatos, siendo la clase trabajadora quien imponga a sus direcciones que se garanticen plenos derechos para las y los trabajadores.
El dolor del trabajador es el mismo. Por esto llega el sentimiento de la canción, la cual hace que nos sintamos identificados millones de personas, pues en todas las familias hay un integrante que se fue para mejorar la situación. Un saludo y abrazo combativo a quienes están lejos de casa para llevar comida a casa. Para construir su casita….
“Y aunque sé
que me estoy perdiendo de cosas que nunca vuelven.
Lo que duele
no saber si los volveré a mirar
Si los volveré a mirar”