Tras la presentación del informe de personas desaparecidas el pasado 14 de diciembre, organizaciones, colectivos y periodistas han manifestado su inconformidad no sólo con la aparatosa reducción de las cifras, sino con la dudosa metodología que apunta a la manipulación de la información.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Jueves 4 de enero
Ya el jueves pasado, a raíz de las preguntas formuladas por Enrique Ledesma, periodista de Rompeviento, durante la mañanera, AMLO tuvo que realizar varias aclaraciones sobre las cifras de desapariciones presentadas por la Secretaria de Gobernación hace unas semanas.
A pesar de los esfuerzos de López Obrador, por equiparar todo cuestionamiento a su reciente informe con la derecha, Ledesma fue enfático en dos cosas: en primer lugar, desmintió que existan pruebas documentadas como vídeos o declaraciones oficiales, emitidas por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez A.C. (Prodh), ni por Karla Quintana, ex comisionada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas en México, en donde se expresen de forma negativa contra su gobierno.
Nosotros no reprimimos, nosotros no desaparecemos a nadie, nosotros no permitimos masacres, no torturamos, nosotros somos respetuosos de los derechos humanos ¿por qué nos quiere comparar con los gobiernos de antes? Porque ella tiene una postura política para mí de derecha y conservadora.
Por otro lado, el periodista señaló que la metodología propuesta por el equipo de la 4T, es opaca y echa por tierra años de investigación independiente de periodistas encargados de documentar las desapariciones forzadas en nuestro país, pues utiliza una suerte de clasificación que reduce la cifra oficial de “personas desaparecidas”.
Si la cifra se baja a 12637 desparecidos confirmados, están desapareciendo ahí a los desaparecidos de Felipe Calderón, a los desaparecidos de Enrique Peña Nieto. Lo que quisiéramos es una explicación más a detalle (…) ¿cómo están sacando esa información? porque decimos, entonces todo el trabajo que llevamos desde décadas trabajando desde Felipe Calderón, que era una pesadilla en esa administración y con Enrique Peña Nieta, pues de qué año, de qué fecha son los que aparecieron, y esa información que ésta muy ambigua que no se entiende.
Ante las afirmaciones del periodista, AMLO se comprometió a brindar un nuevo informe el cual fue presentado este miércoles, como siempre por la Secretaria de Gobernación Luisa María Alcalde y básicamente con los mismos datos. La sección de preguntas y respuestas fue atendida por la nueva Comisionada Nacional de Búsqueda, Teresa Guadalupe Reyes.
Enrique Ledesma, insistió en los cabos sueltos respecto al nuevo censo que revela un cruce de datos poco claro, “¿quién decide dónde catalogar a las víctimas?”.
Todas las definiciones que hay en materia de búsqueda de personas desaparecidas, fue una lucha desde la pesadilla de Felipe Calderón y la de Peña Nieto para poder tener una definición especifica de personas aparecidas, desaparecidas…
Ante esto Guadalupe Reyes tuvo que reconocer que estas nuevas categorías, no son reconocidas por la ley, pero funcionan para brindar “mayores niveles de aproximación” a los registros para la población.
Contradictoriamente, es justo la población, sobre todo los familiares a las víctimas de desaparición forzada quienes exigen que se use los términos conquistados por las familias y organizaciones independientes. Esta vez, con una serie de rodeos y ante la presión de la prensa, la comisionada tuvo que reconocer que la cifra oficial de desapariciones es de 92 mil personas a nivel nacional.
Esta cifra aún se encuentra por debajo de los 126 mil reportados por la antigua comisionada. Además, la opacidad señalada por activistas, organizaciones y familiares en este nuevo censo se mantiene, en tanto las listas de los nombres que conforman cada uno de los 5 rubros no son públicos, por lo que quienes reportan una desaparición no han podido saber en qué calidad se encuentra su desaparecido.