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Red Internacional
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Opinión. La constitución al servicio de los pinochetistas ¿Un texto identitario o insuficiente?

El viernes 15 de septiembre arrancaron las votaciones de las enmiendas en el Pleno del Consejo Constitucional. Se trata del "Acuerdo por Chile", sucesor del "Acuerdo por la Paz" donde se crearon desde el Congreso las reglas de la fallida Convención Constituyente. Lo que queda preguntarse es ¿Qué vino primero? ¿El desvío constituyente o la reafirmación neoliberal?¿La creación de un organismo hecho a imagen y semejanza del Senado o la sobrerepresentación de la derecha de Kast?¿Estamos frente a una constitución identitaria o frente a un fraude?

Sábado 23 de septiembre de 2023

El viernes 15 de septiembre arrancaron las votaciones de las enmiendas en el Pleno del Consejo Constitucional. Se trata del "Acuerdo por Chile", sucesor del "Acuerdo por la Paz" donde se crearon en el congreso las reglas de la fallida convención constituyente. Esta vez 26 sesiones se dedicaron a la votación en general de los artículos y enmiendas propuestas por las cuatro comisiones de la Comisión Experta. Órgano redactor que, por cierto, fue designado arbitrariamente por los partidos del régimen de acuerdo a su proporción en el Congreso.

Pero este no fue el inicio de un proceso antidemocrático, que lleva a una gran (y correcta) desilusión de trabajadores en cuanto a las aspiraciones de una mejor vida. El Acuerdo por la Paz y la nueva Constitución se levantó como la opción favorita de actual gobierno de Boric para responder a la revuelta, un trato con los partidos de derecha y centro cuyo fin declarado era salvarle el pellejo a Piñera y encauzar institucionalmente la rebelión popular. Como plantea Fabián Puelma, dirigente del Partido de Trabajadores Revolucionarios:

"Lo que buscaban era dividir a los sectores movilizados y buscar debilitar sus organizaciones de base, que es justamente lo que ocurrió tras ese Acuerdo y que se profundizó durante el proceso constituyente. La Convención incluso rechazó las iniciativas populares de norma constitucional presentadas por la Coordinadora No+AFP, la iniciativa de amnistía a las y los presos de la revuelta, la nacionalización de los recursos estratégicos, entre otras".

Podríamos decir que a la tragedia sucede la farsa, pero en este caso, la burla sucedió al fraude, es decir, el "Acuerdo por Chile" sucedió al "Acuerdo por la paz". Un sucesor que restringe aún más las candidaturas electorales, eliminando la posibilidad a opciones "independientes".

Primero la Comisión Experta, designada a dedo por los partidos del Congreso, fué creada con el objetivo de defender, bases constitucionales y un ante proyecto, previamente cocinados entre los partidos del régimen, para no desviarse ni un pelo de los intereses empresariales.

Lo anterior no fué antojadizo, es un momento en el que hacen jugosos negocios con los recursos naturales y la explotación ajena de la mayoría de personas que habitamos este país, considerando que, Boric hace unos meses en la cumbre de la Unión Europea y en viajes a Estados Unidos ha planificado junto a estos sectores de la burguesía los próximos 50 años de extracción de materias primas como el Litio o el "Hidrógeno Verde" (verde por lo tóxico).

Reglas más reglas menos; llegamos a un momento que se venía gestando hace tiempo en la convención Pinochetista, el momento Republicano, donde sus 22 consejeros, pudieron desplegar en toda su amplitud, las aspiraciones de la derecha más conservadora; Un país de trabajadores precarizados (sin derecho a huelga), mujeres madres (con o sin desearlo), salud y educación para ricos y para pobres, lumazos de la policía (con plena impunidad) para pueblos originarios, para estudiantes movilizados y al movimiento feminista.

Lo que queda preguntarse es ¿Qué vino primero? ¿El desvío constituyente o la reafirmación neoliberal? ¿La creación de un organismo hecho a imagen y semejanza del Senado o la sobre representación de la derecha de Kast? Es necesario partir de una base, la constitución nunca tuvo nada que prometernos, es, en efecto un espejismo del oasis Chileno, pues, un proceso cada vez más alejado de las masas solo puede engendrar representaciones más burdas y apegadas a los intereses de la élite empresarial y terrateniente de este país, que a la sazón, no es buena convenciendo, sino conservando sus privilegios (heredados de la dictadura militar).

Es por esto que las banderas de una Asamblea Constituyente libre y soberana eran una alternativa para un organismo que pudiera representar aspiraciones de grandes sectores de trabajadores, estudiantes, pobladores, migrantes, entre otros que nos movilizamos en la revuelta, pero ahora tenemos planteado otro desafío; Enfrentar a una derecha envalentonada que de tanto repetir hasta el cansancio sus principios en una sala llena de Republicanos, de agitada se le cayó la máscara y detrás tenía los lentes y bigotes de dictador.

Hoy la constitución, al contrario de lo que afirmaba Apruebo Dignidad (que llegó a asegurar que sería la constitución más avanzada de América Latina!) ha representado la vuelta del Sí y el No, pero esta vez, unidos, reafirmando los pilares del neoliberalismo.

La clase trabajadora y los sectores populares sin embargo, muestran en las actuales encuestas (públicas y privadas) que no hay nada bueno que pueda salir de este texto constitucional, es por esto que se hace necesario echar abajo el fraude constituyente con movilización, en perspectiva de poner fin a las AFP, al sistema de ISAPRES, por una educación superior gratuita y por un financiamiento directo en educación, por la conquista de todos nuestros derechos sexuales y reproductivos y más, confiando en la fuerza de nuestra organización, en lugares de trabajo y estudio.