El rector de la UNAM, Enrique Graue, comentó recientemente que ha habido una “importante participación” de la comunidad universitaria en el Plan de Desarrollo Institucional (PDI). La consulta electrónica que impulsa no es sino un intento de legitimar el plan que se propone desde la rectoría.
Miércoles 17 de febrero de 2016
Con una página de internet donde se pueden comentar los distintos lineamientos del PDI 2015-2019 en un máximo de 2000 caracteres, el rector Enrique Graue pretende legitimar su propuesta. Se supone que las opiniones serán tomadas en cuenta, sin especificar de qué forma ni la manera de comprobarlo.
Mientras los estudiantes, profesores y trabajadores son excluidos de poder intervenir en la decisión de quién es el rector de la universidad, la cual es una imposición restringida a “15 notables” que conforman la Junta de Gobierno de la UNAM de forma claramente antidemocrática y mientras se imponen cambios en los programas de estudios y acercamientos de los desarrollos científicos a la inversión privada por medio de acuerdos con grandes empresas, se busca dar legitimidad al PDI por medio de “fomentar la participación” electrónica de la comunidad.
La consulta electrónica resulta un timo, pues para poder intervenir en la vida académica de la universidad en primer lugar habría que conformar organismos democráticos (asambleas, consejos) donde estudiantes, profesores y trabajadores pudieran discutir y convenir en los planes que mejor se amolden a las necesidades de la comunidad, buscando poner el conocimiento que se genera en la universidad al servicio de las necesidades del pueblo trabajador. Sin embargo, el Consejo Universitario y los Consejos Técnicos están lejos de representar el sentir de la comunidad.
Un plan como el que se propone no solo debería abrirse realmente a la participación de la comunidad (dando amplia difusión de la propuesta), sino que debiera poderse discutir ampliamente en foros y talleres, con especialistas en las distintas materias y poner a consideración de los estudiantes, académicos y trabajadores puntos que generen debate y posiciones encontradas.
El supuesto “análisis” de las miles de opiniones que han llegado al portal de internet abierto para dar a conocer el PDI recae en el equipo del rector y bajo su criterio se podrán incorporar enmiendas, un mecanismo completamente restrictivo y antidemocrático.
La Juventud del MTS cuenta con fuerza militante en diferentes facultades y escuelas de la UNAM y, junto a profesores y trabajadores del STUNAM también militantes del MTS, lucha y se organiza para lograr la democratización de la universidad para que las opiniones de estos tres sectores sean realmente tomadas en cuenta .
