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Red Internacional
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COVID-19. La crisis sanitaria se agrava pese a intento del gobierno por mostrar normalidad

Expertos han refutado que las cifras sean alentadoras, como sostuvo el ministro Paris en el último balance del estado de la pandemia. Desde la izquierda Diario presentamos tres puntos programáticos para hacer frente a esta crisis.

Martes 19 de enero de 2021

El día de ayer se registraron 3.928 casos positivos de COVID-19 y 70 fallecidos que se suman a la cifra de más de 23 mil fallecidos estimados ( 17 mil según cifras oficiales). Con una tasa de positividad de testetos del 4% (que se acerca al peack de la pandemia) el Ministro Paris anunciaba el viernes que ante el incremento agresivo de casos era probable que la Región Metropolitana volviese a cuarentena.

Sin embargo, como acostumbra este gobierno, este lunes el mensaje del Ministerio de Salud era que las cifras eran alentadoras y se estimo innecesario devolver a la fase 1 a la región metropolitana. Los expertos del colegio médico expresaron sus reparos frente a esta ambivalencia , estimulada abiertamente por los gremios empresariales que se resisten a que el MINSAL tenga las llaves de la economía.

Para los expertos si bien aún las cifras no alcanzan a mostrar una catastrofe, el incremento de la pandemia ya se empieza a reflejar en la sobrecarga hospitalaria, añadiendo el factor de desgaste extremo que sufre el personal sanitario tras cerca de un año de pandemia en condiciones laborales precarias.

Desde la Izquierda Diario consideramos necesario abordar esta crisis sanitaria desde una perspectiva que garantice la salud del pueblo trabajador y no de los grandes empresarios por lo que proponemos los siguientes puntos prográmaticos para hacer frente a esta crisis:

1. Contratación, descanso y fin a la precarización a las y los trabajadores de la salud: Asegurando el debido reconocimiento que merecen por ser la primera línea contra la pandemia (bono covid), la contratación de más personal para asegurar el debido descanso luego de casi un año arriesgando su vida, sin contratos precarios, estabilidad laboral y que no falten los EPP para combatir el virus. Por el contrario, Piñera y Paris solo aseguraron bajar las dotaciones de los hospitales y no capacitaron nuevas camadas de trabajadores.

2. Infraestructura hospitalaria: Mientras avanzó la crisis sanitaria, se dejaron de realizar decenas de miles de procedimientos hospitalarios presionando más la ya desfinanciada salud pública, por el contrario no se construyó nueva infraestructura y se privilegio el negocio sanitario con las clínicas privadas, los escándalos como el Espacio Riesco o las "residencias sanitarias" que benefician al capital hotelero. El extremo de la irracionalidad capitalista se muestra en que mientras el estado cerró el único centro de producción de vacunas del país en 2002 (El centro de vacunas del ISP), no le entrega los recursos para que la Uchile construya uno nuevo. Hay que invertir las prioridades, nacionalizando sin pago la salud privada, un impuesto progresivo a las grandes riquezas para construcción de nueva infraestructura.

3. Trazabilidad, control y aislamiento: Mientras el crecimiento de los exámenes PCR llegó apenas en diciembre al estándar de 50 mil diarios (cuando eso se necesitaba en julio según expertos), la trazabilidad sigue débil por falta de personal y por el ahorro del gobierno que destina solo a municipios. Pero claro para reprimir y comprar armamento de última generación a la corrupta policía hay millones. Se debe garantizar la efectiva trazabilidad, control y aislamiento de los lugares infecciosos por medio de comité de trabajadores de la salud y los organizaciones de trabajadores de sectores productivos como en el caso de Chiloé donde los trabajadores del Salmón exigen el cierre de plantas por 14 días.