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Red Internacional
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CRISIS EN LA DERECHA. La derecha y la política del "sálvese quién pueda"

Las cartas presidenciales del oficialismo se vienen desmarcando de su gobierno. En medio de la permanente baja en la aprobación de la gestión de Piñera, pareciera que sus ex amigos de coalición, prefieren dejar que su presidente se hunda solo.

Lunes 12 de abril de 2021

Pareciera ser que Chile Vamos comienza a ver que frente a su crucero (La moneda) hay un iceberg de proporciones, (crisis sanitaria y económica). Algunos ya comienzan a buscar formas de escapar a la coalición, sin embargo acá no son las mujeres y los niños, sino que se salvan los presidenciables y ex ministros primero.

En algunos medios de prensa se destacó que el gobierno reconociera problemas de comunicación de sus medidas, sobre todo las que hacen referencia a restringir las libertades individuales y colectivas de las personas.

Sin embargo el pésimo y dramático resultado de las medidas de Piñera, París y compañía no se deben a un problema de efectividad comunicativa, el problema es que en los hechos ya todos estamos cansados de que se responsabilice al pueblo de la crítica situación sanitaria, que al mismo tiempo se nos empuje a la miseria y nos respondan con palos y plomo por parte del gobierno y sus aparatos represivos.

Sichel, uno de las cartas de renovación de figuras de la derecha, no pudo más que demostrar que de renovación de la política no tiene nada, al repetir los mismos dichos de los "dinosaurios y coroneles" de la coalición de gobierno. El presidenciable Sacó un penoso y victimizante comentario, donde mencionó en la prensa que: “Siempre somos buenos para culpar a los gobiernos de los estados de las fallas, pero los ciudadanos tenemos una gran responsabilidad".

Pareciera que estos tipos se les olvidara o les conviene olvidar que a pesar del millón y medio de cesantes, somos millones quienes tenemos que seguir saliendo a trabajar, exponiéndonos a contagiarse y contagiar a nuestras familias, para alcanzar a sobrevivir, ya que para nada mas alcanzan los sueldos de hambre.

Y mientras todo esto ocurre, la derecha en las alturas presencia como se cae a pedazos su "obra maestra". A esta altura ni el FMI puede defender las fórmulas neoliberales para enfrentar la crisis y a su vez, esta cada vez más a la vista los resultados del "sueño americano": hambre, cesantia, miseria y muerte para el pueblo trabajador y opulencia para el gran capital.

Es tan descarado y vergonzoso todo esto, que Piñera, el principal responsable político de todos los crímenes contra los derechos humanos durante la rebelión y de las miles de muertes por la pandemia, es al mismo tiempo, uno de los burgueses que más se han enriquecido durante la pandemia.

Por eso es comprensible el oportunismo de los propios presidenciables de Chile Vamos, siendo coautores junto a Piñera de la macabra escena histórica que nos ha tocado presenciar, buscan aparecer como los críticos que ven desde afuera la obra terminada. Saben que en estos momentos, aparecer pegados a "su excelentísimo", les quita puntos de audiencia, y entre codazos y medias vueltas a su decadente gobierno, posan sonriendo cínicamente para la fotografía electoral.

Desbordes haciendo mención a las críticas de parlamentarios oficialistas por la posición de llevar al TC el tercer retiro de los fondos de pensiones dijo que: "No hay una respuesta de verdad en serio que me justifique por qué no ir por el 10%”.

Sin embargo, la plana mayor de la moneda tiene una razón, y Desbordes también la sabe, saben que estos retiros horadan la estabilidad de las AFP, ya que le quitan, por intervalos, la facultad plenipotenciaria otorgada por la dictadura, sobre nuestros fondos. Y eso es peligroso para el mantenimiento del cajón de los huevos de oro.

Sin embargo sabemos que lo que hacen falta medidas de fondo, que apunten a acabar con el modelo productivo y reproductivo del capitalismo. Aquí hace falta, afectar a la riqueza, al capital, para combatir la pobreza, hace falta nacionalizar todos los recursos naturales, estatizar las clínicas e industrias farmacéuticas y sus laboratorios y ponerlos bajo gestión de sus trabajadores, comunidades científicas y usuarios, hace falta desprivatizar todas las empresas de servicios básicos y de alimentación. Es decir, hacen falta medidas anticapitalistas, hace falta que gobiernen las y los trabajadores.