La mañana del pasado martes llegaron a Chile los sacerdotes Charles Scicluna y Jordi Bertomeu, religiosos enviados desde el vaticano buscando reparar las consecuencias de las múltiples denuncias de abusos sexuales y encubrimiento por parte del clero en el país.
Domingo 17 de junio de 2018
Tras la pasada visita del líder religioso Bergolio a Chile, se pudo dar cuenta de la falta de legitimidad de la Iglesia Católica, lo que se demostró en una baja aprobación de su paso por el país y la poca asistencia a sus encuentros por parte de los feligreses. Una crisis de legitimidad que viene impulsada a causa los diversos casos de abusos sexuales, violaciones, pornografía infantil y encubrimientos por parte de diversos religiosos, los cuales han generado un profundo descontento en el conjunto de la población, y que han sido sacados a la luz este ultimo tiempo. El caso más emblemático fue el del sacerdote de Osorno Juan Barros, uno de los principales encubridores del cura Karadima.
Estas diversas denuncias empujaron a la renuncia de los obispos Gonzalo Duarte, Juan Barros y Cristian Caro, renuncias que fueron aceptadas por el líder religioso en medio de unos de los mayores escándalos de la iglesia católica.
La Iglesia Católica viene dando cuenta de su crisis, por lo mismo ha hecho todo lo posible por recuperar la credibilidad entre la población, sin embargo ésta no ha logrado mas que profundizar el desprecio y descontento de sus feligreses con la impunidad en la que terminan sus sacerdotes al momento de salir a la luz pública los casos de abusos sexuales y encubrimientos.
Las víctimas de los casos de abuso, creyentes y laicos que denunciaron los casos de abusos fueron desoídos constantemente por la institución. Es más, el propio papa Francisco les llamó a que “piensen con la cabeza y no se dejen llevar por acusaciones infundadas de los zurdos”. Ahora, en medio de esta crisis la Iglesia ha querido escucharlos.
Este domingo se realizará una misa por la reconciliación con los feligreses y la comunidad cristiana, el culto se realizará junto a los enviados del vaticano, pero ya algunos sectores descontentos con la aceptación de la renuncia del obispo Barros manifestaron que asistirán a dicha actividad.
La iglesia, una institución nefasta, cómplice de múltiples genocidios y dictaduras ocurridas en el mundo, institución llena de casos de abusos sexuales a menores e hipócritamente opositor a los derechos de las mujeres y la diversidad sexual, criminalizando con su doble moral el aborto y la homosexualidad, busca de manera desesperada recuperar su credibilidad que está por los suelos, credibilidad que no recuperaran con oraciones.
La única manera de terminar con los privilegios de esta manga de abusadores y encubridores es exigiendo la separación efectiva de la iglesia del Estado, instituciones que históricamente han estado unidas cubriéndose y apoyándose mutuamente, sosteniendo el machismo en el sentido común de la población con su doble moral, siendo cómplices de las muertes de miles de mujeres por abortos clandestinos y femicidios a causa de la violencia de genero que ellos mismos se encargan de sostener, además de encubrir los abusos a niños y niñas. Por esto hacer efectiva esta separación es una tarea urgente, para que no sean los curas abusadores ni los dogmas religiosos que decidan sobre nuestras vidas.
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Gidget Guardiola
Trabajadora de la APS, Agrupación de mujeres y diversidad sexual "Pan y Rosas"