En la mañana de ayer Cristian Gutiérrez perdió su vida y al menos cuatros trabajadores resultaron heridos mientras se encontraban soldando una cañería. Los medios, la empresa y el sindicato ocultan información. La Izquierda Diario habló con sus compañeros.
Iván Marín Trabajador de prensa de diario El Chubut
Viernes 28 de agosto de 2015
Foto: Cristian Gutiérrez en el centro.
Foto: Cristian Gutiérrez en el medio, junto a sus compañeros de trabajo.
Parecía ser un día más en las duras jornadas de los trabajadores petroleros, en este caso en el yacimiento El Tordillo, más precisamente en la zona que se conoce como “La Petisa”. Para llegar a allí los operarios recorren largos trayectos desde Comodoro Rivadavia para realizar sus tareas cotidianas, que se extienden por más de doce horas diarias. Sin embargo, la riesgosa normalidad de esta actividad, se vio interrumpida por un accidente evitable donde un operario perdió su vida y al menos cuatro resultaron heridos, dos de ellos de suma gravedad. Todos ellos son trabajadores de la contratista Justo Otero e Hijos. Desde La Izquierda Diario nos comunicamos con compañeros de Cristian Gutiérrez, el trabajador fallecido, para que nos detallen cómo sucedieron los acontecimientos.
Los hechos suceden mientras se desarrollaba el reemplazo de una cañería que hace de pierna de rebalse cuando el petróleo supera la cantidad de líquido para el que está preparado el tanque. La intervención se estaba realizando porque aparentemente el caño estaría podrido por falta de inversión. Señalan los trabajadores que este tipo de piezas no la compraban nuevas sino que tenían que ir a buscarlas a un basural que se encuentra en las inmediaciones de la planta.
Compañeros de Cristian señalan que “estaban terminando de soldar dicha cañería, para lo que habían puesto una vejiga que es como una pelota que se infla adentro del caño, luego se le coloca bentonita, que es como un barro que vos lo preparás con agua y hacés un tapón. Se midieron los gases y daba cero. Los chicos cortaron y soldaron. Cuando estaban haciendo el ajuste abajo del caño se vino todo el petróleo por la pierna de rebalse. Eso estaba sellado, es decir que algo pasó, y se liberó petróleo. Allí se produce la explosión”. Los trabajadores estaban en un pozo que se hace por seguridad cuando se sueldan este tipo de caños. Dos de los operarios que se encontraban debajo del caño salen envueltos en llamas, los manotean sus propios compañeros y logran salvarlos, aunque se encuentran con heridas de gravedad. Cristián, que es una persona de contextura robusta, pesa arriba de 120 kilos y mide aproximadamente 1,83 metros, cae arrodillado y trata de salir gateando, pero la presión del fuego lo vence. “Fue imposible sacarlo del lugar”, aseguran sus compañeros. Quedó tirado sobre la tierra.
Un crimen patronal: la responsabilidad de Tecpetrol
La indignación recorre no solo a la extensa familia petrolera de la ciudad, sino a toda la comunidad en su conjunto que sabe de los riesgos que conlleva trabajar en esta actividad. Los trabajadores denuncian que “Tecpetrol hoy está especulando con el precio y el barril del petróleo, especula con la seguridad de la gente. Estamos yendo a buscar material al basural para hacer una reparación. Hay cero inversiones, lo único que hacen es extraer el petróleo, no les importa si el caño es nuevo o viejo”.
La empresa emitió un comunicado donde expresa que se están investigando las causas del “accidente”, que los heridos se encuentran fuera de peligro y que se está prestando asistencia a las víctimas y familiares afectados. Sin embargo, sus propios trabajadores la desmienten y denuncian que “tenemos un compañero que está con el 60 por ciento del cuerpo quemado. Está con vías respiratorias comprometidas, con un coma inducido. Hay uno que lo están por derivar a Buenos Aires”. En otro ejemplo de destrato patronal, señalan que “uno de los soldadores que estaba con Cristian andaba bañado en petróleo, con el pelo quemado, y no lo bajaron del yacimiento. O sea, lo mandaron en el transporte del personal, el loco estaba con shock nervioso. Estaba mal de ver lo que le pasó a su compañero y le dicen andate con el transporte de personal, pegate una ducha y que se te pase. Por eso cuando sale Tecpetrol a decir hay contención psicológica es mentira. El cuerpo de Cristian lo bajaron a las nueve de la noche, esto paso a las once y media de la mañana. Lo tuvieron tirado toda la tarde en el campo”.
Todos se lavan las manos
Como suele suceder en estos casos, las primeras respuestas dadas por las partes con responsabilidad dejaron mucho que desear. Ya vimos que el accionar de la empresa del grupo Techint fue sumirse en el silencio y un doble discurso respecto de la supuesta contención a las víctimas y familiares. El ministro de Hidrocarburos Ezequiel Cufré expresó que "las medidas y recaudos de seguridad para este tipo de trabajos estaban de manera correcta, pero lamentablemente se trató de una fatalidad". Es decir, algo que no pudo evitarse.
El Sindicato de Petroleros Privados si bien paró la actividad en el yacimiento por 36 horas, no fue contundente en la denuncia a la empresa, sino más bien deslizó que la responsabilidad caería solamente en un error humano.
En 2013 el gobierno de Martín Buzzi impulsó y aprobó la renegociación de contratos con Tecpetrol, que se suma a otras similares que se habían aprobado con antelación, y que había comenzado el gobernador Mario Das Neves en 2007 con Pan American Energy. En todos los casos el despojo de nuestros recursos se hace hasta que los mismos se extingan por completo. En la actualidad las petroleras ya comenzaron con despidos de personal aduciendo disminuciones en sus rentas producto de la baja del precio internacional del petróleo.