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Red Internacional
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Teatro. La deslumbrante obra “Doctor Dapertutto”, del Teatro del Silencio, presenta su última función

Durante enero y febrero ha recorrido las comunas de Santiago un emocionante espectáculo denominado “Doctor Dapertutto”, de la prestigiada compañía Teatro del Silencio, que hoy radica en Francia a cargo del director y dramaturgo chileno Mauricio Celedón.

Jueves 18 de febrero de 2016

La obra se presento con éxito en el Festival Santiago es Mío con el apoyo del Gobierno Regional Metropolitano de Santiago. Además ha recibido premios en Francia como el premio al “Mejor Espectáculo” en el 15º Festival Internacional de Teatro y Artes de calle Valladolid en España el año pasado.

Doctor Dapertutto es un viaje por el universo de VSeVolD Meyerhold , uno de los más grandes directores de teatro ruso del siglo XX, que revolucionó radicalmente las concepciones y teorías del teatro, en Europa y en el mundo. Teatro del Silencio habla de su historia y redescubre su obra en un espectáculo de teatro de calle, circo, arte dramático físico y música en vivo, construido en dos partes.

La primera parte, en un callejero actuado por la comunidad que en la última función, será con inscritos de vecinos de Maipú se presentará de forma gratuita el viernes 19 de febrero a las 19:30 en calle sur con calle Calígula, y el sábado 20 de Febrero a las 19:30 en Parque 3 Poniente en la intersección de la Calle Portales

Para saber más sobre la obra entrevistamos al director de la Compañía. Mauricio Celedón:

¿Por qué hacer una obra de teatro hoy sobre Meyerhold?

Porque es un personaje muy poco conocido, y es un gran artista que logra hacer escuela de directores de teatro. Estuvo con Stanislavsky, se fue, hizo su propio teatro. Participó en las revoluciones comunistas, se integró al partido comunista, trabajó para el teatro de propaganda. Luego empezó a hacer sus cosas que en el fondo a Stalin no le gustó. Lo trataban de formalista, de formalistas muchos se exiliaron. El viajó mucho, estuvo en Paris con grandes obras como las que yo evoco aquí. Obras que en realidad no se entienden porque yo tendría que haber hecho una obra de cuatro horas al estilo de Ariane Mnouchkine, que no me interesa. Yo prefiero evocar el teatro, y que luego la persona que queda interesada en el sujeto va a buscar. El teatro es como la evocación, es como la luz. La luciérnaga, entonces la buscas tú. Te metes en el sujeto y te das cuenta porqué se hace, y esto está hecho para evocar muchas cosas que están pasando actualmente, me entiendes tú. Como la dictadura que tiene Puttin y los campos de concentración que tiene Puttin, y eso es de ahora. Yo me alejé a los años cuarenta, cuando Stalin mandó a matar a Meyerhold, y mandó a matar a Trotsky. Entonces traté de hacer una síntesis para el que la quisiera seguir la siguiera. Y en todo caso a él le gustaba mucho el teatro de Feria, de circo, de cabaret, de hecho es él el de la foto del afiche.

¿Cuál es específicamente la crítica que se hace a través de la puesta en escena, tanto de la obra como en el pasacalle al Stalinismo?

Es que criticando el Stalinismo yo también estoy criticando a Pinochet. Yo estoy removiendo la memoria, remover el ADN que tienen los jóvenes adentro. Yo he trabajado con jóvenes que tienen rabia, yo no sé por qué tienen esa rabia, si no han vivido el golpe, pero sus padres si vivieron el golpe y eso queda en la sangre. No es por criticar al comunismo, el comunismo es una cosa que al principio tenía una gran fuerza y una gran aventura que puede volver a surgir, esta no es una obra anticomunista, pero Stalin se puso muy duro e hizo pasar a Hitler a invadir Francia. Mató a 20 millones de personas. Yo tuve un viaje a Rusia y me pude dar cuenta de un falso neoliberalismo. Una cantidad de gente que tiene miedo a hablar, como mucha gente que acá tuvo miedo a hablar de la dictadura de Pinochet.

En el pasacalle, la mayoría de los que conforman el coro son parte de las distintas comunas donde se presentan ¿Cómo ha sido esta experiencia?

Muy interesante porque en Francia me ha tocado trabajar con un grupo con cuatro funciones seguida, se trabaja con el mismo grupo. Aquí se ha realizado de distinta forma, presentando un pasacalle con gente de la misma comuna. He recibido mucho de los ojos, del alma, de los gestos, de las personas y estoy muy enriquecido de eso.

Al final de la función de Pudahuel dijiste “Viva el Socialismo y la Libertad”. ¿Qué lecciones sacas para un futuro?

No puedo hablar mucho de Chile porque no he tenido tiempo, entonces sería una falsedad decir si estoy al corriente de lo que está pasando. Espero que si pueda seguir un socialismo abierto hacia un comunismo como está ahora, y bueno las cosas que han pasado a nuestra presidenta, no lo encuentro para nada una cosa tan vergonzosa y tan maldita, porque si uno tiene un hijo ladrón, no es culpa de la madre si es ladrón. No hay derecha en Chile, la derecha es lo empresarial, y los empresarios son multinacionales que están sacando el cobre, las materias primas. Chile está vendido, pero no por eso no hay que dejar de caer en las cosas esenciales, y no se puede decir que los comunistas no hicieron el esfuerzo de eso. En cuba por ejemplo , hay cultura y salud e igualdad para el pueblo que son las cosas fundamentales. Hay un gran problema de la mentalidad humana, que es una especie de avaricia, una especie de ganas de ser rico, y rico para que, no se conforma con lo esencial, y cuando el hombre no se conforma con lo esencial, el dinero queda en sectas, en familias, que tienen mucho dinero, como los Edwards. Estamos como retrocediendo en el tiempo, una especie de latifundistas de la moneda, de la falsa crisis económica de la moneda. Por eso yo quería hablar de esta obra, para hacer un viaje a la memoria, y es porque no soporto a Puttin, la falsa guerra en Siria, este clima en la cual son kamikaze que matan por una religión, anda a saber de donde vienen, si son pagados. Ahora es verdad que se ha tratado con muy poco respeto a las religiones, y por eso respeto mucho a este lugar donde mostramos, un lugar de ritos mapuches, aunque sea ateo.