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Red Internacional
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Brasil. La destitución de Bebianno debilita los lazos entre Bolsonaro y sus aliados parlamentarios

Jueves 21 de febrero de 2019 12:26

La destitución del Secretario General de la Presidencia de Brasil, Gustavo Bebianno del Partido Social Liberal (PSL), implicó una gran crisis en el gobierno. Bolsonaro, junto a su hijo y concejal de Río de Janeiro, Carlos, demostraron el poder de la familia presidencial ante hechos decisivos de su gobierno, utilizando redes sociales para denigrar a quién había sido "el hombre" de la campaña presidencial durante todo el período electoral. Sin embargo, a pesar de la postura radical del presidente para lidiar con probables disputas dentro de su gobierno, esto sonó como una alerta para sus aliados, desde miembros del Planalto (palacio de gobierno) hasta congresistas, en especial Rodrigo Maia del Partido Demócratas (DEM), presidente de la Cámara y articulador de la reforma previsional.

Bebianno es definido por sus aliados como "el tipo que eligió a Bolsonaro", uno de sus más importantes consejeros y articuladores de la campaña electoral del partido del actual presidente. Buscó acercarse al clan Bolsonaro desde el año 2015, pero fue en 2017 cuando decidió apoyarlo en su candidatura. Luego de que acuchillaran al actual presidente brasileño en septiembre del año pasado, Bebianno pasó a tener una posición central en su campaña, conocido como "el que hace de todo". Es por eso que él no tiene sus orígenes en el PSL, como Luciano Bivar - fundador del partido - o el Ministro de Turismo, ambos involucrados en el mismo escándalo de las “candidaturas naranjas”, pero es uno de los primeros y más importantes "agregados" en su campaña.

Encabezando la principal secretaría del gobierno, Bebianno establecía un importante vínculo con Rodrigo Maia (DEM), a quien Bolsonaro apoyó para conseguir la presidencia de la Cámara. El hombre más "acertado" para juntar a aliados que aprobaran la reforma previsional.

Las relaciones de Maia con el principal articulador político del gobierno, Onyx Lorenzoni (DEM), se debilitaron desde que el presidente de la Cámara se enteró de las trampas que el ministro de la Casa Civil intentó hacer contra su reelección en el Poder Legislativo. No obstante, a pesar de las enemistades, ellos siguieron conversando en medio de esta crisis, incluso con el senador Davi Alcolumbre (DEM).

Antes de la decisión final de Bolsonaro sobre la destitución, Maia llamó al influyente ministro de Economía, Paulo Guedes, buscando impedir la caída de Bebianno y expresando su preocupación con los efectos que esto podría llegar a tener sobre la Reforma Previsional, pero principalmente en la confianza de los aliados del gobierno en el Congreso.

La facilidad con que Bolsonaro expulsó a uno de sus principales aliados, queriendo dar un mensaje para su electorado de que está comprometido en luchar contra la corrupción, con el objetivo de lidiar con disputas dentro del gobierno preocupó a ministros y parlamentarios. El evidente poder político de sus hijos podría ser utilizado en contra de estos, y eso hizo mella en las relaciones de confianza entre el presidente y su familia con el Poder Legislativo, permitiendo que otros agentes del Ejecutivo, como Guedes y el juez Sergio Moro, hagan su propia jugada y no tengan que tranzar con toda la agenda bolsonarista.

El columnista de Globo, Merval Pereira, expresó las ganas de la emisora de dejar malparados a los hijos de Bolsonaro, y condenó el método y la política bolsonaristas: "El despido de Bebianno, uno de los primeros en adherirse a la candidatura de Bolsonaro, afecta mucho la confianza de los políticos en el presidente y está empezando a preocupar a los militares y asesores más cercanos de la presidencia, que alegan que no tendrán más confianza en las conversaciones con él, sin saber lo que piensan sus hijos. El twitter de sus hijos es un factor sin control y puede atacar a cualquiera".

Al mismo tiempo que demuestra la influencia de sus hijos, Bolsonaro se ve obligado a alejar a Carlos de los asuntos del gobierno (lo que tampoco es algo definitivo). El vicepresidente Mourão y el amplio núcleo militar quedaron bien parados, aunque no lograron evitar la caída de Bebianno ni tampoco disciplinar al clan familiar. Toman las riendas, junto a Guedes, al imponer una "agenda positiva" de la Reforma Previsional y para "esclarecer algunos asuntos", pasando a legitimar el despido por razones personales de Bolsonaro. Además, otro general, Floriano Peixoto, reemplazará a Bebianno en su lugar.

El juez Sergio Moro es quien mejor “sale parado”, dado que se pone a la cabeza de las investigaciones del caso las “candidaturas naranjas” del PSL y aparece "por arriba" de la crisis, apoyado en el discurso de la lucha contra la corrupción. Gana una cierta ventaja en relación al interior del PSL, logrando eventualmente atacar a alguno de sus miembros, pero no tiene tanta libertad para lanzarse contra Bebianno, dado que no pretende abrir la boca hasta que no se sienta amenazado.

Por su cercanía con las campañas del PSL, las sospechas sobre Bebianno es que él tenga informaciones de campaña que podrían ser utilizadas contra el gobierno y los hijos de Bolsonaro. A pesar de esto, gracias a su buena relación con los militares, Bebianno ha recibido ciertas concesiones y una despedida "amigable" de Bolsonaro con puertas abiertas en otras áreas del estado o alguna embajada. Es un "naranja" que está más comprometido con la estabilidad burguesa, necesaria para aprobar la Reforma Previsional. Por lo tanto, no debería abrir la boca hasta que no se sienta acorralado. Pero, seguramente, esto se convirtió en una bomba de tiempo, capaz de abrir nuevas crisis - posiblemente más profundas - en cualquier instante para el gobierno.

A pesar de que distintos agentes del gobierno buscan tener iniciativas para terminar con esta crisis, a través de la salida de Bebianno, el intento de Bolsonaro de retomar la Reforma Previsional diseñada por el ministro de Economía, el neoliberal Guedes, y el paquete "anti-crimen" de Moro, el caso de las “candidaturas naranjas” generó heridas abiertas que pueden ocasionar crisis aún peores. Esto puede ocurrir no solo porque Bebianno tal vez decida abrir la "caja de pandora" del PSL y del presidente, sino por el entramado de las negociaciones para conseguir la aprobación de la Reforma Previsional y, principalmente, por las propuestas más "bolsonaristas".

El 19 de este mes, el gobierno brasileño ya sufrió su primer revés en la Cámara que votó contra un decreto que ponía bajo secreto documentos internos. El PSL votó solo para mantener esa medida.

El costo del apoyo de los parlamentarios aumenta y Bolsonaro se verá obligado a lidiar con esta nueva y tensa situación que él no se esperaba. No se puede determinar, anticipadamente, como lo hará. Es algo que se resolverá en los próximos días o meses, pero, ciertamente el camino que se trazó para aprobar la Reforma Previsional será otro.

La reforma al sistema de jubilaciones tiende a debilitar más a Bolsonaro entre sus electores - en especial a los trabajadores - y es un ataque decisivo para mostrar que se cumplen los mandatos del imperialismo, el mercado financiero, pero también por la ubicación política de las distintas alas dentro del Estado.
Todos apoyan una Reforma del sistema previsional en Brasil, en especial Maia que dice estar dispuesto a modificarla “independientemente de la relación con el gobierno”, pero tenderá a imponer mayores desafíos a las promesas de campaña realizadas por Bolsonaro, así como de todo el Congreso.

El caso de Bebianno, una crisis cuyas proporciones quedaron más circunscritas a disputas “palaciegas”, no condujo a un quiebre de la “luna de miel” entre Bolsonaro y las masas, mucho menos a un cambio en la correlación de fuerzas general del país, capaz de impactar decisivamente en la aprobación o no de la Reforma.

El anuncio de esta crisis como “terminal” para la Reforma Previsional en Brasil, como ha analizan sectores ligados al Partido de los Trabajadores, va de la mano con la omisión de las centrales sindicales y entidades representativas vinculadas al PT (como la Unión Nacional de los Estudiantes y la Central Única de los Trabajadores) que han evitado presentar un programa de lucha que tenga el propósito de unificar el conjunto de los explotados y oprimidos, para responder con la lucha a este ataque. La pasividad impuesta por las direcciones sindicales ha impedido que se acelere la experiencia de las masas con el gobierno de Bolsonaro.

Esto se logrará denunciando cada punto de esta reforma previsional y golpeando sobre las probables desilusiones que puedan derivar de escándalos como el de las “candidaturas naranjas” y de un ataque tan duro como el que se prepara contra el sistema de jubilaciones. Solo una fuerza real en base a que
las centrales sindicales convoquen a un efectivo plan de lucha, que plantee asembleas y comandos de mobilización para que los trabajadores tengan el control de su lucha y permita en las calles articular sectores organizados en cada lugar de trabajo y estudio, sera posible alterar decisivamente la correlación de fuerzas y enfrentar las reformas que quiere imponer el gobierno.