Jueves 21 de enero de 2016
En una columna de opinión del diario Clarín con el subtítulo "Paradojas de la izquierda cesarista y militarizada", Jorge Lanata hace uso del cinismo como recurso principal para legitimar el encarcelamiento de Milagro Sala.
Bajo el ropaje de una denuncia democrática a los métodos patoteriles y clientelares de la organización Tupac que lidera Sala, y utilizando a su antojo la reflexión de Camus sobre los conceptos de justicia y libertad, hace una amalgama de ideas con el solo intento de reivindicar una política de abierta criminalización a la protesta social que encarna el régimen de Mauricio Macri, avalando de esta manera la existencia - nuevamente - de presos por luchar. Como denunció la diputada nacional del PTS-FIT Myriam Bregman a horas del hecho "Si detienen a una persona y no la liberan hasta que se levante una protesta, es un secuestro judicial ilegal, repudiable, precedente nefasto ".
El periodismo de Lanata es vergonzante, porque utiliza como herramienta una burda maniobra para mentir descaradamente sobre el contenido real de la prisión de Sala, y el objetivo de disciplinamiento social que entraña. Reforzar el aparato represivo del estado burgués con el encarcelamiento de referentes de determinadas luchas es un hecho repudiable, y no contiene ningún elemento para unificar los conceptos de Justicia y Libertad que este periodista plantea. Todo lo contrario.
Mas allá del las diferencias que se pueda tener con respecto a la política de Milagro Sala y los métodos de su organización, el punto en cuestión sobre su detención es si nos ubicamos en contra del cercenamiento de las libertades democráticas o legitimamos el carácter reaccionario de estas medidas.
El cinismo de Lanata en este artículo es proporcional a un periodismo mercenario de un régimen administrado directamente por sus propios dueños, los empresarios.