El Tribunal Supremo ha sentenciado este martes que el cadáver de Franco tiene que salir del Valle de los Caídos, pero el juez José Yusty Bastarreche tiene que decidir si mantiene las medidas cautelares urgentes que paralizaron la licencia de obras para el levantamiento de la losa que cubre la sepultura donde yacen los restos del dictador.
Jaime Castán @JaimeCastanCRT
Martes 24 de septiembre de 2019
Basílica del Valle de los Caídos donde se ubica la tumba del dictador Francisco Franco | AFP
Tras meses paralizado el asunto de la exhumación de Francisco Franco, sin quedar claro cuándo y dónde iba a realizarse; este martes 24 de septiembre, la Sección Cuarta de la Sala Tercera del Tribunal Supremo ha desestimado por unanimidad la totalidad del recurso interpuesto por los familiares de Francisco Franco. Sin embargo, aunque el Tribunal se haya pronunciado en favor del Gobierno y de su plan de trasladar los restos del dictador al cementerio de El Pardo-Mingorrubio, el caso no está cerrado.
Si bien la sentencia ha reavivado la única medida mediática del Gobierno de Pedro Sánchez, la ejecución de la exhumación todavía depende del juez José Yusty Bastarreche. El Gobierno ha anunciado que tiene previsto trasladar sus restos mortales antes de las elecciones del próximo 10 de noviembre, pero para ello el juez Yusty debe pronunciarse en contra de las medidas cautelares que suspendieron el informe técnico que concedía licencia para realizar las obras de la exhumación. Medidas cautelares que el juez tomó basándose precisamente en un informe que había sido elaborado para la Fundación Francisco Franco.
De esta manera, la exhumación depende de la decisión del juez Yusty que, por si fuera poco, ya se hizo conocido por sus declaraciones en contra de la Ley de Memoria Histórica, ley sobre la que se basa la propia exhumación, cuando fue promulgada por el Gobierno de Zapatero. Este hecho puede retrasar todavía más el asunto y verse en el escenario de unas elecciones generales y de un posible cambio de gobierno.
La “gran” medida de Sánchez “de cara a la galería” sigue, por lo tanto, pendiente de resolución, mientras recordemos que otras medidas como la inaceptable renovación del ducado de Primo de Rivera, han sido llevadas adelante por su mismo Gobierno.
Así, este asunto de la exhumación que parece no terminar, lejos de suponer un elemento que hable a favor de un Gobierno que trata de hacer de alguna manera “justicia”, habla más bien una chapuza sacada de la manga en un escenario mediático y electoral.
El PSOE es el partido del Régimen del 78 que más ha gobernado desde la Transición y que en ningún momento ha cuestionado las enormes continuidades y toda la herencia franquista que la Transición mantuvo en este país. Es un partido claramente posicionado con la Monarquía y los intereses del IBEX 35, es el partido del 155 y nunca ha cuestionado unas instituciones del Estado que todavía tienen la sombra del franquismo. Basta con mirar al propio sistema judicial y a una casta de jueces conservadora y reaccionaria y que en casos como el del juez Yusty, todavía es franquista.