La formación de ultraderecha entra en el Parlamento catalán con fuerza. Ahora es la cuarta fuerza en representación con más de doscientos mil votos, que se traducen en 11 diputados, y se ubica por detrás del PSC, ERC y JxCat. La política de descargar la crisis sobre los trabajadores, sectores medios y los más pobres ha alimentado al monstruo de la derecha ante una izquierda que está al frente del gobierno central o que se inclina ante el gobierno catalán.
Guillermo Ferrari Barcelona | @LLegui1968
Martes 16 de febrero de 2021
Resultados destacados de Vox
Vox además ha estado tercer fuerza en algunos municipios del histórico cinturón rojo del Baix Llobregat como es L’Hospitalet de Llobregat con el 9,65% de los votos, Viladecans con el 11,16% o Gavà con el 10,59%.
En la comarca del Barcelonès, también hizo un papel destacado. Tercera posición en Santa Coloma de Gramenet con el 9,88% y en Sant Adrià de Besòs con el 12,09%. Al distrito de Sarriá Sant Gervasi de Barcelona, la zona más rica de la ciudad, ha estado luchando por la tercera plaza con el PP obteniendo el 11,3% y por delante de Esquerra Republicana. Y en el barrio de Pedralbes obtuvo casi el 18% luchando por la primera plaza con el PSC y JxCat.
Vox ha estado en el podio en unos cincuenta municipios catalanes. Superó el 13% de los votos en algunos municipios de la Provincia de Barcelona: Canovelles, el Pont de Vilomara i Rocafort, Badia del Vallès y Sant Andreu de la Barca. Es primera fuerza en La Pobla de Mafumet y la segunda fuerza política en Vila-seca, Salou y la Canonja, municipios de Tarragona. En Lleida obtuvo más del 20% de los votos en Bossòst y Vilamòs. Y, por último, Girona: superó el 20% de los votos en Sant Climent Sescebes (donde hay una base militar del ejército español), Sant Miquel de Fluvià y Vilamalla (el segundo municipio donde fue la primera formación).
En general, Vox saca sus votos entre los votantes no nacidos en Cataluña y ha sido la segunda fuerza en un electorado adulto-joven de entre 18 y 44 años. También tiene una incidencia destacable en barrios de grandes fortunas y en otras muy golpeados por la crisis capitalista. Saca mejores resultados donde hay electores vinculados a las fuerzas de represión. El 69 por ciento de sus electores son hombres con estudios secundarios, parados o que trabajan al sector privado.
El hecho de haber tenido un destacado papel en municipios populares y de clase trabajadora como L’Hospitalet de Llobregat, Cornellà o Santa Coloma de Gramenet es una muestra más de lo que pasa entre sectores de trabajadores cuando la política de los socialistas o de los partidos de la burguesía catalana no dan solución a sus acuciantes problemas.
Combatir a la extrema derecha con los métodos de la clase obrera
Durante la campaña electoral ha sido una de las discusiones, como combatir la ideología de extrema derecha de Vox. En las tertulias, en los actos políticos, se sentía que “al fascismo se lo combate con argumentos”. Esto es una parte de la verdad, pero esconde otra parte, que el fascismo no surge de la ignorancia sino del camino que la burguesía le allana arrojando a la desesperación a amplias capas de la población que es financiado directamente por las cloacas del Estado. Aunque no estamos ante el fascismo, la lógica por la cual se desarrolla la extrema derecha de Vox es la misma.
Esta posición de discutir solo argumento contra argumento es esgrimida por dirigentes de Esquerra Republicana, Juntos por Cataluña o el Partido Socialista de Cataluña. Ellos no tienen problemas al intercambiar ideas con aquellos que son capaces de quemar gente en la calle o que forman grupos de personas para golpear a los militantes obreros o de izquierda o persiguen a los inmigrantes. Al fin y al cabo, son cosas que también hacen las instituciones represivas del estado.
También hay otra posición que consiste esencialmente en ir a cada mitin de la formación ultraderechista a enfrentarse a sus dirigentes. Esta táctica para luchar contra los argumentos y las provocaciones fascistas tiene que ir acompañada de una estrategia política independiente de la burguesía (sea central o catalana) para ser efectiva.
La izquierda independentista junto con otros sectores suele organizar en campaña electoral estos “contra mítines”. Pero en general son ineficaces porque no van acompañados de propuestas para la clase trabajadora, para tratar de organizar a los sectores más avanzados y hacer una demostración popular de las propuestas racistas de Vox que también son amparadas desde el Estado central y la Comunidad Autónoma de Cataluña.
Prueba de esto, son los intentos de formar un gobierno conjuntamente con Esquerra Republicana y Junts per Catalunya, que son los agentes privatizadores de las empresas públicas, los agentes precarizadores de los trabajadores públicos, que son los que hacen el capitalismo de “amiguetes”. No se puede combatir el fascismo de la mano de los que generan los problemas a los trabajadores y el pueblo.
Luchar contra la extrema derecha aliándose a la burguesía es lo mismo que luchar contra las arpas o los cuernos del diablo aliándose con el diablo.
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