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Red Internacional
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OIL & GAS 2019. La “fiesta de los CEO” le marca la cancha al futuro Gobierno de Fernández

Se desarrolla en La Rural la “Oil & Gas 2019”, la mesa llamada “el encuentro de los CEO”. Mientras rematan el país, las principales petroleras amenazan con una desaceleración en los ritmos de explotación de Vaca Muerta. Señal de disconformidad y exigencia de medidas para el futuro Gobierno.

Miércoles 25 de septiembre de 2019 15:33

En la exposición que impulsa el Instituto Argentino de Petróleo y Gas (IAPG) las principales productoras de hidrocarburos se mostraron disconformes con las medidas de congelamiento de precios, indicando que tienen un “atraso del 20% en combustibles y en relación al precio del petróleo comparado con los precios internacionales”.

Los expositores apuntaron a un mismo objetivo: marcar la cancha al actual Gobierno de Macri y exigir al próximo Gobierno que se avance en la construcción del gasoducto Vaca Muerta (a manos del grupo de Paolo Rocca) y las plantas procesadoras para exportar el Gas Natural Licuado (GNL).

Estas exigencias se dan ante la incertidumbre del mercado local, donde la amenaza de una profundización de la crisis productiva está atravesada por la inestabilidad cambiaria y la aceleración inflacionaria. Según las petroleras este riesgo aumenta notablemente por la falta de acceso al financiamiento. Lo cual resulta llamativo, ya que sólo bajo el Gobierno de Mauricio Macri las petroleras se llevaron montos millonarios, aunque los subsidios otorgados fueron menores a los que se dieron bajo el Gobierno kirchnerista.

Este año, según datos de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, los subsidios a los combustibles fósiles suman más de US$ 6.000 millones, cifra que duplica lo que el Estado invirtió durante todo 2018 en Universidades Nacionales. Particularmente para la producción de gas, sumaron en 2018 US$ 340 millones; es decir, un 0,33% del presupuesto nacional y el equivalente a más de 5 millones de Asignaciones Universales por Hijo o al salario anual de 35.000 docentes de enseñanza inicial.

¿Qué reclaman las petroleras?

El dólar con el que se fija el precio del barril es de US$ 45 y el precio del dólar hoy ronda los $60, esto es lo que reclaman concretamente las petroleras. Por otro lado, el precio del barril en argentina tiene un techo de US$ 59. Mientras el precio del barril internacional ronda los US$ 66, con una tendencia de alza.

Las petroleras dicen que pierden por dos lados: el Gobierno liberal de Macri que les prometió regir el mercado no lo está haciendo y el dólar con el que se le paga a las petroleras que tiene una diferencia de US$ 15. Al techo al precio del barril de US$ 59, se le suma que de lo que no se procesa y se tiene que exportar, tiene una retención de $5 por cada dólar exportado.

El ciclo de conferencias sirvió para meter presión en la puja por las “reglas de juego” de las grandes petroleras y es un llamado de atención a Alberto Fernández sobre las condiciones de los empresarios para desarrollar Vaca Muerta.

Para el grupo de Paola Rocca, la situación es parte de una “coyuntura de vaivenes de la industria” y sobre el proyecto Vaca Muerta sostienen que debe ser impulsado por un acuerdo que “establezca las bases de una política de Estado a mediano y largo plazo”. Para YPF esta “situación coyuntural” está atravesada directamente por una desaceleración en los ritmos de producción de Vaca Muerta.

El CEO de YPF, Daniel González, indicó que recién se está iniciando el proceso de planeamiento del próximo año, donde es una prioridad la defensa de los inversores extranjeros, argumentando que como perforan con “socios” (las petroleras multinacionales) todas las decisiones deben ser “consensuadas con los grupos inversores”.

Deuda externa y congelamiento

Según se expresó en la “mesa de los CEO’” el problema de Vaca Muerta radica en la falta de acceso al crédito, el congelamiento de precios, el control de tipo de cambio y el reperfilamiento de la deuda externa. En este marco se ubica la decisión de YPF de reinvertir los dólares que se generen y hacer un “roll over” de sus vencimientos. Las inversiones en Santa Cruz y Chubut se mantendrán mientras se desacelera la inversión en el proyecto más importante que tienen entre ceja y ceja las principales petroleras, que es Vaca Muerta, por supuesto.

El plan flexibilizador de Vaca Muerta que quita derechos sindicales, laborales y precariza las condiciones de trabajo, es el que reivindica el economista asesor de Alberto Fernández y que alertamos hace rato en este diario. Implica más allá de estas maniobras de los grandes empresarios y las multinacionales que “operan” desde las alturas, una mayor profundización en aumentar los ritmos de producción, de la mano de nuevas tecnologías que maximizan la perforación, recargando directamente sobre los trabajadores petroleros una carrera de velocidad por quién “frackea” más pozos en el menor tiempo.

Sobre el levantamiento de equipos en Vaca Muerta, que significó mil suspensiones en el sector, el CEO de YPF afirma que "se necesitan menos equipos debido al avance tecnológico que permite perforar en menos días con muchas más etapas de fracturas diarias, sin afectar la producción ni el desarrollo, pero sin la necesidad de tener más equipos".

El avance tecnológico del que hablan, se refiere a equipos modernos conocidos como “araña” (spider) que permiten realizar de 8 a 10 pozos en una misma hectárea sin mover la torre de perforación ni precisar más equipos. Cada pozo a su vez, se desarrolla como pozos “dirigidos” (que pueden justamente extenderse por kilómetros bajo la superficie) y fracturas “multilaterales”.

YPF calcula así para el 2020 que se exportarán 60 mil barriles diarios de petróleo desde Neuquén y que el potencial de Vaca Muerta puede llegar a los 500 mil barriles diarios en 2024. Aunque la empresa YPF en el corto plazo no piensa en vender regularmente crudo al exterior sino que destinará la producción a reemplazar la compra de petróleo a terceros para la elaboración de combustibles.

La fiesta de los CEO no se detiene, aún en una situación catastrófica para la enorme mayoría de las familias trabajadoras y de los sectores populares, ellos siguen especulando con no perder ni un ápice de sus ganancias.