Julio Pérez @Juliomp25
Jueves 19 de marzo de 2015
En una muestra de desprecio ante la lucha contra la trata y al cumplirse 10 años de la desaparición por Florencia Penacchi, la gestión de la FCE retiró la exposición plástica que estaba en el hall del Museo de la Deuda Externa de la facultad. La intervención artística había sido realizada por el Colectivo de Artistas contra la Trata y tenía autorización para funcionar hasta el viernes 20 de marzo. Sin embargo las autoridades de la facultad decidieron sacarla para utilizar el espacio como “coffee break” de un evento.
El 16 de marzo al mediodía, mientras la familia y amigas de Flor Penacchi daban una conferencia de prensa por los diez años de su desaparición, desde el área de Eventos y Protocolo de la FCE de la UBA enviaron un correo electrónico a una de las artistas responsables de la muestra para informarles que al dia siguiente tenían que retirar las obras. Cuando las artistas fueron el martes 17 por la tarde a la facultad, encontraron que la muestra ya había sido retirada por el personal de la institución y depositada en un rincón, detrás de unos carteles.
La decisión de las autoridades de la facultad causó dolor en familiares y amigos y fue tomada como una muestra de total indiferencia con la lucha contra la trata y los reclamos por la aparición de Florencia, quien cursaba la carrera de Economía en esa casa de estudios. “Nos sorprende la falta de delicadeza que tuvieron al retirar la muestra, pero lamentablemente la Facultad de Ciencias Económicas, como institución, nunca se preocupó por la desaparición de Flor. Sólo las agrupaciones estudiantiles de izquierda y el gremio docente AGD trabajan el tema”, señaló Silvina Bergmann, amiga de Florencia.
La decisión del Decano Giusti, ex- candidato a legislador por el PRO en CABA, va de la mano con las políticas del macrismo. En la ciudad el año pasado, cerraron el programa de atención a las victimas de delitos sexuales dejando sin asistencia estatal a cientos de mujeres. Mientras baja el presupuesto para las victimas de violencia, si hay plata para su campaña de mano dura, como lo vimos con la compra de las pistolas eléctricas Taser, denunciadas como instrumentos de tortura por organismos de DDHH. Una clara declaración de principios.