En un desesperado intento en el lugar que ha venido reuniendo a todos aquellos quienes impugnaron el Chile de los 30 años, la derecha busca criminalizar la rebelión y sus demandas a través de la continua campaña del terror en medio de la carrera presidencial
Domingo 19 de diciembre de 2021
Durante el día viernes, la plaza Dignidad amaneció intervenida bajo la performance de la derecha, con la cual durante los últimos días previos a las elecciones, apostó al máximo por la constante campaña del terror.
Con la instalación de pasto, flores y pintando la mitad de la base donde estaba el monumento al general Manuel Baquedano, buscaron reflejar a “la mitad” de un Chile que quiere paz y “la otra mitad” que busca división, violencia y destrucción, el mismo espacio que fue importante centro de reunión y coordinación durante la rebelión popular.
Esta situación rápidamente generó diversas reacciones, pero una gran muestra de apoyo por parte del gobierno, quien rápidamente se plegó al mensaje de criminalización a la protesta. La derecha aprovechó el espacio para fortalecer su discurso seguridad y orden, con el que ha intentado repuntar en este último tiempo.
Esta hipócrita performance de la derecha, no expresa más que una burla para las miles de personas que se congregaron en la plaza Dignidad, así como en distintas plazas de todo Chile, a impugnar el Chile de los 30 años, quienes sabemos que las demandas que se impulsaron en la rebelión popular, no pasa por medidas superficiales.
Toda esta intervención tuvo un valor de $8.000.000, una cantidad de plata para impulsar su campaña del terror, mientras la mayoría de las familias trabajadoras, sobreviven con un sueldo mínimo insuficiente y que con el fin del ingreso familiar de emergencia, estas condiciones ya precarias se profundizan.
Una expresión más de que la realidad que viven va por fuera de las condiciones de las y los trabajadores, se ven claramente “los dos Chiles”. El Chile de la impunidad, evasión de impuestos y represión, que le bastan medidas como las realizadas para posicionarse hipócritamente en contra de la violencia.
Y “el otro Chile” que apenas llega a fin de mes, que sobrevive en trabajos precarios y sin derecho a la vivienda, donde millones de niñas, niños, niñes y adolescentes crecen día a día jugando en plazas abandonadas. El “otro Chile” que vive la violencia día a día, a falta de acceso a un sistema de salud público de calidad, a que nuestros adultos mayores son abandonados a través de mínimas pensiones con las AFP administrando sus fondos, luego de trabajar toda la vida. La violencia que se vive con la devastación de nuestros recursos naturales, como en el sur con la militarización del Wallmapu.
No debemos olvidar que durante la historia, a la derecha no le ha temblado la mano para perseguir y asesinar a todes quienes difieran de su ideología. Así tampoco para seguir negociando nuestros derechos para enriquecerse a costa de la violenta miseria que la clase trabajadora vive día a día. Es por esto que en medio de todo este escenario, el llamado es a seguirnos organizado y coordinando entre los distintos sectores que han manifestado estar en contra de la ultra derecha de Kast y contra todos aquellos ataques que han buscado perpetuar en medio del gobierno de Piñera.