Uno de los procesos más profundo de cuestionamiento a la propiedad capitalista se llevó a cabo en la década del 70´ en Arica y otras ciudades de Chile.
Domingo 10 de septiembre de 2017
Desde LID consideramos clave contribuir al rescate de la memoria histórica, de uno de los procesos más profundos de cuestionamiento a la propiedad privada en la ciudad. No solo como meros datos históricos, sino como una experiencia estratégica de los propios trabajadores para enfrentar la ofensiva de la derecha ante el paro patronal de octubre de 1972.
Corría el año 70, y Allende llegaba al poder de la mano del proyecto político conocido como la Unidad Popular. Este proceso se da en el marco de diversas luchas a nivel internacional, como lo fue el mayo francés, la revolución cubana, el otoño caliente italiano, entre otros.
En Chile la situación no era distinta. En conjunto del ascenso de la lucha clases en la década del 60´, la cual el año 1969 alcanzaba a 362.010 huelgas, llegaba a 573.310 el año 1970, se sumaba un mayor numero de sindicalización. Tanto trabajadores como estudiantes venían de protagonizar importantes luchas, de la cual obtuvieron significativas conquistas, como lo fue la reforma universitaria el año 1967-68 que permitió dar un paso importante hacia la democratización de las universidades.
Estas conquistas que se le arrebataban a la clase empresarial Chilena, empezaban a encontrar sus detractores por parte de los sectores más acomodados del país.
La derecha y el boicot económico
El año 1972, la derecha impulsa el paro patronal de octubre, con el objetivo de desestabilizar económicamente al gobierno de la UP. Es así como muchas industrias comienzan a cerrar sus puertas, haciendo lock out ("quiebre de la empresa"), o paralizando sus funciones, con el objetivo de desabastecer a la población y crear un clima de hostilidad con el gobierno.
Arica, se había transformado en un importante conglomerado industrial del país, en donde muchas fábricas se encontraban en pleno apogeo, por lo cual constituía un objetivo central de la derecha el imponer el paro en la ciudad.
La respuesta de los Trabajadores
Ante la ofensiva de la derecha, los trabajadores responden de forma contundente. Sergio Vásquez, militante del MIR nos comentaba que: “A propósito del paro de octubre, los trabajadores en la ciudad se tomaron las fábricas y las pusieron a producir por ellos mismos, y a partir de esto se levantó el Cordón Industrial Santa María”.
Un profundo cuestionamiento a la propiedad privada empezaba a formarse en la ciudad como forma de responder la política criminal de la derecha. Entre las fábricas que pasaban a manos de sus propios trabajadores se encontraban Mellafe y Salas, Cintel, Chile Visión, CONDENSA, CODESA, entre otras, las cuales constituían un gran cordón industrial en la calle Santa María, donde todos los días se podían ver miles de obreros camino a sus puestos de trabajo.
El control de las fabricas tomadas, no solo constituyo un importante avance de la conciencia de los trabajadores y su organización, quienes además de volver a producir, podían planificar de mejor forma la economía, abasteciendo las necesidades del pueblo, sin el despilfarro de la anarquía capitalista de la producción.
Por otro lado, el control obrero de la producción, venía a cimentar los primeros pasos de un embrión de gobierno obrero y popular, que de desarrollarse, podría salir a disputar el poder de los capitalistas.
Continuaremos con la historia de los cordones en Arica, en la siguiente nota, tomando aspectos más particulares de la ciudad, y los distintos conflictos laborales que empezaban a darse entre 1970 y 1973, no solo contra la derecha, sino también contra la política conciliadora del gobierno de la UP con los partidos burgueses o pequeños burgueses, como la Democracia Cristiana, o el Partido Radical, que llevarían este proceso a un callejón sin salida, y una de las dictaduras más cruentas en América Latina.
*Imagen extraída del Archivo histórico Vicente Dagnino.