Siete de las ocho. Una buena puntuación para la huelga. Malas noticias para el gobierno. La Asamblea General, celebrada en las refinerías del país, renovó la huelga por una mayoría abrumadora.
Martes 31 de mayo de 2016
La situación ahora es bastante clara en el enfrentamiento con Hollande y Valls. De las ocho refinerías del hexágono, la huelga completa se renovó en siete lugares y cinco instalaciones del grupo Total están totalmente paralizadas.
En Donges, donde las fuerzas represivas intervinieron el viernes por la mañana para levantar un piquete que apoya a los huelguistas del depósito SFDM (del grupo Bolloré), los trabajadores de la refinería Total han renovado la huelga de manera indefinida. En otros sitios, como Grandpuits o Gonfreville, la huelga fue votada en Asamblea General y se extendió hasta el próximo viernes, 4 de junio. En La Mede, en el Bouches-du-Rhône, la votación se repite día a día, mientras que, en Asamblea General, los huelguistas de Feyzun, cerca de Lyon se dieron una cita para esta semana, para hacer un balance y decidir qué acciones van a tomar.
Eric Sellini, coordinador de la CGT expresa una total satisfacción ya "que en regla general, independientemente de las refinerías, el movimiento está creciendo. Ni siquiera hablo de Le Havre, donde la movilización es total. En Donges, la asamblea Interprofesional a nivel de la región de Saint-Nazaire está en pleno funcionamiento, hay varios sectores que están en la lucha, desde la construcción naval, hasta la aeronáutica. En Marsella, todo el perímetro del estanque de Berre está hirviendo. Ahora tenemos que ver cómo va a continuar la SNFC (Ferrocarriles franceses) y cómo se va a llevar la huelga en la RATP (transportes públicos de París)".
El movimiento está lejos de ser impopular. "Después de haber bloqueado las sacrosantas refinerías, podríamos meternos con el sacrosanto Fútbol y poner en peligro la realización de la Eurocopa [que se juega desde el próximo 10 de junio]", dice Sellini. "Esto es una basura y nadie se deja engañar. Ni siquiera los aficionados al fútbol, de los que hay muchos en Francia. Pero el gobierno, al tomar como rehén al país, terminó por extender el movimiento. Nos parece que las cosas se van a dirimir durante la próxima semana. O bien nos parten por la mitad o ellos retroceden", concluye Sellini, consciente de lo que está en juego.
*Artículo publicado el 27 de mayo en Revolution Permanente.