A goteo crece la lista de religiosos que dejan sus cargos debido a las incontables denuncias de corrupción y abuso a menores dentro de la iglesia católica, ahora fue el turno del obispo de Rancagua Alejandro Goic.

Gidget Guardiola Trabajadora de la APS, Agrupación de mujeres y diversidad sexual "Pan y Rosas"
Domingo 27 de mayo de 2018
La iglesia católica este ultimo tiempo se ha visto envuelta en una serie de polémicas tras las innumerables denuncias de abuso sexual y corrupción dentro de la institución, lo que trae como consecuencia el descontento de los feligreses y la comunidad en general, dando como resultado la gran crisis que viene atravesando, la cual se vio reflejada con la poca convocatoria en la venida del papa y la baja aprobación por parte de la población sobre su visita.
Desde el vaticano se siente el golpe hacia la institución, por lo que Francisco, como una medida desesperada, decidió hace un par de semanas atrás realizar una reunión con los obispos, uno de los cargos mas altos dentro de la iglesia, para discutir y tomar acciones frente a los casos de abuso y la mal utilización de los dineros, dando como resultado la renuncia a sus cargos de 13 religiosos.
¿Qué demuestran estas renuncias?
No demuestra nada mas que la impunidad de los religiosos frente a los casos de abuso, dejándolo solo en una renuncia o expulsión formal a sus cargos y un par de oraciones, que a fin de cuentas no solucionan los casos de abuso a menores dentro de la tan cuestionada institución.
A la par de estas denuncias se viene levantando una gran movilización en el país que ha puesto los problemas de la mujer en la agenda, en perspectiva de buscar terminar con los pilares de toda opresión y explotación hacia las mujeres, donde el Estado, los grandes empresarios y la iglesia son los responsables de todas las miserias que vivimos, gozando de impunidad frente a los distintos casos de abuso sexuales que ellos ejercen, mientras que el pueblo pobre es quien solamente recibe las sanciones y penas del machismo del cual se alimentan y reproducen.
Por ello debemos salir a cuestionar con más fuerza los privilegios y la doble moral de esta casta de empresarios y religiosos que han hecho oídos sordos toda la vida a nuestras demandas, dejando morir a miles de mujeres por abortos clandestinos, naturalizando los cientos de feminicidios que ocurren cada año, negando el acoso que vivimos día a día por parte de nuestras jefaturas y autoridades en las casas de estudio, digamos basta de impunidad para los ricos y castigo para los pobres.

Gidget Guardiola
Trabajadora de la APS, Agrupación de mujeres y diversidad sexual "Pan y Rosas"